Viento en popa
Por: Andrés Cardona
A los delegados del Congreso fundacional del PSUV
Construir el partido de la revolución es la tarea importante del momento actual del proceso revolucionario. No se debemos esperar más para el surgimiento del partido más grande en militancia y grandioso por los objetivos a lograr, como es la liberación nacional y construcción del socialismo en Venezuela.
Luego de completar con los lapsos de inscripción, formación de los batallones, elección de los comisionados y comisionadas electorales, escogencia de los cinco comisionados y comisionadas; y, voceras y voceros de los batallones; se conformó por último las circunscripciones socialistas. Creímos que estábamos en un proceso transparente, en una competencia fraterna y en igualdad de condiciones; pero, el halago, el ofrecimiento de dinero, la compra de conciencia, la zancadilla fue lo que reinó en el proceso para la escogencia de los delegados al Congreso Fundacional del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Creo que se perdió el objetivo de la conformación de las circunscripciones socialistas como espacio estratégico para la organización, discusión política e ideológica, de lucha y defensa de nuestra revolución. Solo se conformó con el objetivo de ganar delegados “equis o ye” tendencias, en muchos estados para no decir en todos, existente en la criatura que está por nacer.
En el Estado Sucre, específicamente en Cumaná, los propulsores y propulsoras con el ventajismo que tuvieron de manipular los listados de inscripción y los batallones, salieron electas comisionadas y comisionados, voceras y voceros. Hubo casos en que los batallones los dividieron en tres para tener ventaja y obtener más delegados. Las circunscripciones socialistas se hicieron con el propósito de favorecer a una tendencia, sin que haya mediado la equidad y la transparencia en la escogencia de los delegados al Congreso Fundacional del PSUV.
Esto permitió que hayan resultado como delegados personas con conductas que rayan en lo moral y en las buenas costumbres. Sí realmente queremos construir un partido serio, que sirva de instrumento de redención del pueblo venezolano, debemos iniciar una jornada anticorrupción, estableciendo mecanismos férreos que regule la vida interna del partido, que castigue al corrupto y premie la honestidad en el trabajo partidista.
No debemos perder de vista que heredamos un país sumido en la miseria, con una crisis económica, social y política, con valores morales fundados en la corrupción, donde se premiaba al corrupto y se castigaba al honesto, la obtención de dinero fácil a costa del erario público estaba a la orden del día. Esta práctica aún ronda en nuestra revolución, porque la corrupción está mimetizada y tiene mucha forma de manifestarse. Ante esto no debemos ponernos las manos en los ojos sino que debemos establecer mecanismos de asepsia política.
Si queremos un parto profiláctico para que la criatura tenga un buen crecimiento y desarrollo, planteo que en los estatutos del Partido Socialista Unido de Venezuela, se establezca que los militantes que ocupen cargos en el gobierno como cuentadantes (ministros, presidentes de institutos autónomos, gobernadores, alcaldes, directores regionales del poder público nacional, regional y municipal) no puedan ocupar cargos de dirección partidista. No estamos para equivocarnos ni para correr riesgo en permitir la desviación política e ideológica, como la solidaridad automática ante la corrupción, el secuestro del partido por los que ostentan cuotas de poder.
¡Viva el Congreso Fundacional del Partido Socialista Unido de Venezuela!
¡Viva la revolución Venezolana!
¡Patria, Socialismo o Muerte!
¡Venceremos!
e-mail: cardona451@cantev.net
Por: Andrés Cardona
A los delegados del Congreso fundacional del PSUV
Construir el partido de la revolución es la tarea importante del momento actual del proceso revolucionario. No se debemos esperar más para el surgimiento del partido más grande en militancia y grandioso por los objetivos a lograr, como es la liberación nacional y construcción del socialismo en Venezuela.
Luego de completar con los lapsos de inscripción, formación de los batallones, elección de los comisionados y comisionadas electorales, escogencia de los cinco comisionados y comisionadas; y, voceras y voceros de los batallones; se conformó por último las circunscripciones socialistas. Creímos que estábamos en un proceso transparente, en una competencia fraterna y en igualdad de condiciones; pero, el halago, el ofrecimiento de dinero, la compra de conciencia, la zancadilla fue lo que reinó en el proceso para la escogencia de los delegados al Congreso Fundacional del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Creo que se perdió el objetivo de la conformación de las circunscripciones socialistas como espacio estratégico para la organización, discusión política e ideológica, de lucha y defensa de nuestra revolución. Solo se conformó con el objetivo de ganar delegados “equis o ye” tendencias, en muchos estados para no decir en todos, existente en la criatura que está por nacer.
En el Estado Sucre, específicamente en Cumaná, los propulsores y propulsoras con el ventajismo que tuvieron de manipular los listados de inscripción y los batallones, salieron electas comisionadas y comisionados, voceras y voceros. Hubo casos en que los batallones los dividieron en tres para tener ventaja y obtener más delegados. Las circunscripciones socialistas se hicieron con el propósito de favorecer a una tendencia, sin que haya mediado la equidad y la transparencia en la escogencia de los delegados al Congreso Fundacional del PSUV.
Esto permitió que hayan resultado como delegados personas con conductas que rayan en lo moral y en las buenas costumbres. Sí realmente queremos construir un partido serio, que sirva de instrumento de redención del pueblo venezolano, debemos iniciar una jornada anticorrupción, estableciendo mecanismos férreos que regule la vida interna del partido, que castigue al corrupto y premie la honestidad en el trabajo partidista.
No debemos perder de vista que heredamos un país sumido en la miseria, con una crisis económica, social y política, con valores morales fundados en la corrupción, donde se premiaba al corrupto y se castigaba al honesto, la obtención de dinero fácil a costa del erario público estaba a la orden del día. Esta práctica aún ronda en nuestra revolución, porque la corrupción está mimetizada y tiene mucha forma de manifestarse. Ante esto no debemos ponernos las manos en los ojos sino que debemos establecer mecanismos de asepsia política.
Si queremos un parto profiláctico para que la criatura tenga un buen crecimiento y desarrollo, planteo que en los estatutos del Partido Socialista Unido de Venezuela, se establezca que los militantes que ocupen cargos en el gobierno como cuentadantes (ministros, presidentes de institutos autónomos, gobernadores, alcaldes, directores regionales del poder público nacional, regional y municipal) no puedan ocupar cargos de dirección partidista. No estamos para equivocarnos ni para correr riesgo en permitir la desviación política e ideológica, como la solidaridad automática ante la corrupción, el secuestro del partido por los que ostentan cuotas de poder.
¡Viva el Congreso Fundacional del Partido Socialista Unido de Venezuela!
¡Viva la revolución Venezolana!
¡Patria, Socialismo o Muerte!
¡Venceremos!
e-mail: cardona451@cantev.net
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