Las Cartas del Imperio
En el canje humanitario
Por: Jorge Mier Hoffman
En el canje humanitario
Por: Jorge Mier Hoffman
“Mi espada y mi corazón siempre serán de Colombia; y mis últimos suspiros pedirán al cielo su felicidad”
Simón Bolívar
Como se sabe, las FARC como las Fuerzas Armadas para la Liberación de Colombia, nació con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en 1949, acto criminal ordenado por el gobierno de Washington y que explotó en una guerra civil con más de 200 mil muertos, sólo en la Capital, y que enervó la conciencia revolucionaria de los campesinos al sur del país, quienes se organizaron en un movimiento de autodefensa para protegerse de las pretensiones del imperio de controlar el país, lo que a su vez le ha permitido al imperio una presencia militar y permanente en suelo colombiano, con la excusa de combatir el terrorismo, como han sido estigmatizadas las FARC, con la única finalidad de justificar el Plan Colombia, como una estrategia que en 1999 impuso Bill Clinton al presidente colombiano Andrés Pastrana.
Desde entonces la presencia del componente militar estadounidense en el territorio colombiano, usado para reprimir a los campesinos, y justificar la militarización de las fronteras con Venezuela y Ecuador, ha sido una amenaza constante que alerta por la intimidación de un armamento desproporcionado, en comparación al que pudieran tener los grupos guerrilleros acantonados en las selvas.
Queda así demostrado, que sólo mediante la intimidación de las armas, es la única manera que Washington entiende las relaciones diplomáticas en el mundo, puesto que siempre ha fracasado al buscar el diálogo y el entendimiento, como fracasó al querer arrinconar al Presidente Chávez, en un juego de Cartas donde se apostaba a la vida o a la muerte de 45 prisioneros en poder de la FARC
Primera Carta
El Reto..!
El imperio saca un AS, como su mejor Carta en magnicidio, conspiración y golpes de estado, como lo es su espía estrella de la CIA, Charles Shapiro: en 1973 como ministro consejero de la embajada de los Estados Unidos en Chile, jugó un papel determinante en el asesinato de Allende; en 1980 como Cónsul, fue factor determinante en la creación de los “Escuadrones de la Muerte” en el Salvador; y en el 2002, como Embajador, fue el coordinador del Golpe de Estado en Venezuela para deponer al Presidente Chávez. Shapiro es trasladado a Colombia para que, a través del presidente Uribe, invite al Presidente Chávez a fungir como “mediador” en la liberación de los rehenes en poder de la FARC.
LA JUGADA: Una trampa que colocaba a Chávez ante una disyuntiva: 1) aceptar el reto que nadie ha podido y que, a juicio de Washington, le auguraba un rotundo fracaso, ó 2) negarse, con lo cual sería desprestigiado en su liderazgo continental, luego de su pronunciamiento a favor de la liberación de rehenes cuando dijo en un Aló Presidente: “si es necesario bajaré hasta las cuatro pailas del infierno para lograr la liberación de los rehenes”. Para felicidad de Washington, Chávez acepta el reto como “mediador”.
Segunda Carta
La humillación..!
El viernes 31 de agosto del 2007 Chávez es invitado por Uribe para fungir como “mediador” en la liberación de 45 rehenes a manos de la FARC. La reunión no se realiza en la Quinta de Simón Bolívar en Bogotá, lugar emblemático del respeto por ser el Padre de la Patria de ambas naciones; ni en la sede del Gobierno en Bogotá, el Cuartel San Carlos, desde donde despachaba el Libertador y donde se salvó del intento de asesinato ordenado por el vicepresidente de Colombia, Francisco de Paula Santander; sino que Chávez es llevado a la hacienda Hato Grande, lugar emblemático de la oligarquía goda antibolivariana, puesto que fue la residencia de Santander, como un claro gesto de enemistad que marcaba la diferencia entre el “santanderismo” de Alvaro Uribe y el “bolivarianismo” de Hugo Chávez.
LA JUGADA: Comprometer a Chávez ante el mundo y dejar claro que no contaría con el apoyo de Colombia en la negociación, porque así lo dejó entrever Uribe cuando en ese mismo acto de “reconciliación y esperanzas”, condena a la FARC de terroristas, asesinos de inocentes, y señala que no descansará hasta hacerlos prisioneros. Chávez en su condición de “mediador”, y ante las palabras imprudentes de Uribe, le dice: “Uribe, como un gesto de buena voluntad, dame unas de esas sabrosas empanaditas que nos acabamos de comer para llevárselas a Marulanda”; a lo que responde Uribe: “Sí, pero con bastante picante para atragantar a Marulanda”
Tercera Carta
Las Trabas..!
Apenas Chávez asume el papel de “mediador”, Uribe ordena arremeter en contra de los líderes de la FARC, comenzando con el arresto de importantes líderes que ya se sabía de su ubicación, pero que se esperó a la reunión con Chávez, para iniciar la ofensiva, y de esta manera cerrar las puertas a las negociaciones. En octubre 19 guerrilleros del frente 37 son enterrados en fosa común en el Cementerio del municipio El Carmen de Bolívar, donde también fue sepultado Gustavo Rueda Díaz, conocido con nombre del jefe subversivo “Martín Caballero”. Seguidamente Uribe niega la posibilidad de fijar una Zona de Despeje para un encuentro de Marulanda y Chávez; al respecto dice Uribe: “Que la reunión se haga en Venezuela”, para contradecir a Marunalda que había dicho: “Sólo entregaremos prisioneros en Colombia”. Seguidamente, Uribe ordena reforzar las fronteras para evitar que representantes de la FARC lleguen a Venezuela, y así imposibilitar el acuerdo humanitario.
LA JUGADA: Impedir a toda costa que Chávez logre el acuerdo humanitario, y desgastarlo en su gestión, para debilitar su liderazgo; tal cual quedó evidenciado en la Cumbre Iberoamericana en Chile. Pero Chávez sorprende a Uribe, cuando en un mitin en la AV. Bolívar de Caracas, anuncia al mundo: “Al terminar esta impresionante concentración (…) Voy a reunirme con los representantes de la FARC que ya llegaron a Venezuela. No voy a decir como llegaron (…) Ellos conocen los caminos verdes (…) Reitero mi compromiso de trabajar por la paz de Colombia”.
Sus palabras retumban como un eco de angustia en la embajada de los Estados Unidos en Bogotá… Shapiro se comunica urgentemente con Uribe para saber que está pasando… No estaba funcionando el Plan contra Chávez, quien cada día ganaba más adeptos internacionales en su misión de “mediador”.
Ahora Chávez ha puesto la mirada del mundo en su gestión como “mediador”. Recibe el apoyo de la Comunidad Europea, de América Latina; y el Presidente de Francia le brinda su país para internacionalizar el conflicto, como un escenario ideal para facilitar el acuerdo humanitario de trascendencia histórica para Colombia. Chávez se ha posesionado como una opción esperanzadora de los familiares y amigos de los 45 rehenes. En Estados Unidos se apoya la “mediación” de Chávez para liberar los prisioneros estadounidenses. Nicolás Sarkozy felicita a Chávez por su gestión, y las páginas del mundo entero presentan por primera vez a la FARC, no como un grupo terrorista, sino como un movimiento disidente de la política del imperio.
Cuarta Carta
Abandonar el juego..!
Chávez ha continuado en el juego a pesar de los tres ases que muestra el imperio..! “Será una caña o ciertamente posee también tres ases que no lo amedrentan en su misión de mediador; y si saca un cuarto AS ganaría de mano”; es lo que pasa por las mentes de los estrategas de la CIA que han puesto la mesa de juego para liquidarlo como líder de un proceso y como figura relevante en el acontecer político mundial.
En opinión de Shapiro y Uribe, Chávez no sólo ha continuado en el juego sin amedrentarse, sino que ha cambiado las reglas del juego a apostar a la derrota de Shapiro y Uribe: Ya no se trataba de acabar con Chávez como originalmente estaba planeado. Ahora Chávez apostaba cuatro variables graves para el imperio: 1) Cambiar el estigma de la FARC como organización terroristas, para colocarla como una Fuerza Popular alternativa; 2) La eliminación del Plan Colombia como fuerza de “ayuda” para los colombianos; 3) La consolidación de un liderzazo popular bolivariano en Colombia, y por consiguiente la pérdidas de un liderzazo godo que ha permanecido por seis décadas desde que asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán; pero lo más grave para el imperio, 4) en palabras de Chávez: “Por vez primera existe la posibilidad de llegar a un acuerdo de Paz en Colombia”
Si Chávez lograba la liberación de al menos 1 de los 45 prisioneros, ganaba la partida, y Shapiro y Uribe debían pagar el precio de la derrota: “Adiós el Plan Colombia”
En la desesperación, Uribe le da término a la medición hasta el 31 de diciembre, insiste en arrestar a Marulanda, y pide que unilateralmente éste libere a todos los rehenes.
Había que frenar la posibilidad de un encuentro y de que se liberara a la diputada Ingrid Betancourt como lo pedía Francia
LA JUGADA: “Qué Carta posee Chávez..?”, era la pregunta que se hacían Shapiro y Uribe. La FARC no había entregado las “Pruebas de Vida”, y aún así estaba acordado un encuentro Chávez con Marulanda, con la posibilidad de que participara el presidente de Francia… Qué Chávez tuviera una Carta bajo la manga era la mayor preocupación de la CIA: “Será posible que el día del encuentro, Marulanda esté acompañado de la diputada Ingrid Betancourt..?” se preguntaban Shapiro y Uribe.
Ante el peligro de perder lo que ha construido el imperio por casi 60 años en Colombia, darle una patada a la mesa y abandonar el juego con cualquier excusa, era la opción más cobarde, pero la única jugada que tenían para no darle el triunfo a Chávez que ya le garantizaba el Premio Nóbel de la Paz, de llevar la felicidad al país que más quiso el Libertador:
“Colombia es la palabra sagrada y la palabra mágica de todos los ciudadanos virtuosos”
Simón Bolívar
Alvaro Uribe argumentó su decisión de acabar el juego, por una conversación telefónica de Chávez y un oficial de su ejército para lograr una zona de despeje donde se pudieran entregar los rehenes; mientras que Shapiro, como embajador de los Estados Unidos de Colombia, fue el encargado de anunciar al mundo: “Chávez no presentó las pruebas de vida. El Presidente Uribe hizo bien en cancelar la misión humanitaria”
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