El imperio ataca con traiciones.
Mario Forti
Mario Forti
“No sólo se ataca por hacer daño a alguno, por vencerle, sino a veces por el mero deseo de adquirir conciencia de la propia fuerza.” Federico Nietzsche.”Humano demasiado humano”.
Oligarquía imperialista y cúpula de la jerarquía eclesiástica conspirando a favor de la derecha conservadora revelando alianza entre El Vaticano y el Imperio mundial de las multinacionales. Los medios privados al servicio de la ideologización ultra conservadora ligada al ultraliberalismo mundialista y destructor de naciones. El fin del Estado-Nación para fortificar al imperio mundial. Todo esto está vinculado al sistema capitalista que regenerado en imperialista consume en guerras y genocidio infinidad de vidas humanas deteriorando el medio ambiente, y propiciando con más certeza efectos desastrosos irreversibles. El imperio ataca con traiciones.
Este hecho no puede pasar desapercibido. Si la plutocracia mundialista pretende así deshacerse de dos mil millones de seres humanos lavándose las manos en la naturaleza furiosa. Para nadie debe ser desconocido el efecto pernicioso que un modo de vida “humano” puede causar a la vida en la tierra. Si el socialismo bolivariano concibe una idea y logra materializar su esencia en instituciones humanas destinadas a levantar un mundo más armónico y equilibrado, logrará por lo menos enfrentar al terror climático como otra forma de guerra política, económica y social.
La biopolítica ante la realidad del desastre ecológico intenta llegar a un punto medio, en sus manifestaciones socialistas sudamericana en este caso. Venezuela casi dos siglos después de su autonomía como Estado-Nación enfrenta al imperialismo y al imperio reunidos como obstáculos en todos los terrenos y escenarios.
El sistema de valores que defiende el socialismo bolivariano aborda a la vida en la tierra como algo fundamentalmente determinante. Es así como los principios de sociedades étnicas como los Yekuana, Baré, Piapoco, Panare, Wuajibos, y otros encontraron en la selva amazónica el espacio político territorial para desarrollar un protosocialismo que esencialmente es la base y el fundamento de una forma de vida equilibrada con el ambiente natural. Europa y en general occidente ha sido para las civilizaciones amazónicas la peste y el caos desde el inicio, sólo a excepción de las bases y fundamentos occidentales emparentados con la tradición y la iniciación estrechamente relacionados a las civilizaciones indoeuropeas.
Las comunas o comunidades son para los indígenas venezolanos estructuras o instituciones abundantemente conocidas a través de su larga formación como espacio geosocial. El principio de solidaridad está bien arraigado en las étnias amazónicas. Este precedente histórico permite ahondar mucho más en la construcción del socialismo bolivariano como forma alternativa de vida en un mundo que es testigo de mas y mayores catástrofes ambientales causadas por el individualismo imperialista.
La asamblea es para las comunidades el momento en donde vamos a tener que tomar decisiones para beneficio de la totalidad, y sólo así se logra el equilibrio, cuando la mayoría efectivamente arriba a modelos más justos y equilibrados. El recurso al debate público las verdades que afectan a la comunidad discutidos colectivamente presenta un momento de protagonismo ejemplar y ejemplarizante a otras comunidades que no pueden al menos ni siquiera sentarse a conversar sobre temas que pertenecen a la vida diaria y están determinando un alto grado de desequilibrio y que se tiene que solucionar. La forma institucional de la asamblea presenta la reunión de la comunidad humana detectando la mejor forma de llegar a una respuesta hábil a problemas internos, pero que de ninguna manera están desconectados con el resto de las comunidades humanas.
Mientras el siniestro plan del imperio para Venezuela es la muerte y el bloqueo en todos los sentidos, el socialismo bolivariano adopta nuevas formas de responder al ataque y ofensiva del mercado al servicio del capital internacional. Los escuálidos que atacan al socialismo bolivariano están aportando más material de lucha contra el sistema imperial pretendiendo ser hegemónico y único tirano global. En Venezuela se le está dando una respuesta a la dictadura mundial y no es en código Morse sino en un lenguaje diáfano, sin la hipocresía característica del imperialismo yanki. Las estructuras y creaciones heroicas del pueblo hijo de Bolívar responden a una necesidad a dos siglos de sabernos Nación y frente a una guerra mundial procurando los recursos energéticos a como de lugar sin pensar en las consecuencias que esta rapiña energética significa. El genocidio en Irak es sólo una muestra. Ya Palestina es un espejo en el que nadie en Europa quiere mirarse. Entonces el terrorismo musulmán aparece en las pantallas de los hogares anglosajones y protestantes. En esas cajas de vidrio proyectan la imagen de una civilización cuya religión oficial desafía la existencia del imperio. Islam, terrorismo y árabes simbolizan la imagen del enemigo que tiene petróleo o armas nucleares.
Venezuela ligada a Irán por solidaridad y por ser comunidades afines en un plan de pretender beneficiar a las mayorías humanas altamente desasistidas y abandonadas por centurias se levantan como Estados-Naciones resistiendo a la embestida del imperio mundial. Ambas potencias persa y caribe señalan dos aspectos de una misma realidad, la energía necesaria para vivir como imperio. No estamos solos. América Latina se despierta oyendo la voz de las multitudes, es la hora de ellas, la hora de los pueblos.
¡Patria Socialismo o Muerte!
¡Venceremos!
¡Sí a la reforma constitucional!
¡Viva Chávez!
¡No al golpe fascista!
Mforti9@cantv.net
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