El amorfismo revolucionario, y el silencio alternativo.
Por: Ricardo Abud
(Caso Alberto y Tania)
Cuando somos testigos de hechos ciertos, como lo es la salida del aire del programa Dando y Dando, la pregunta sale sin vacilaciones ¿A quién beneficia?
Mucho se ha especulado al respecto, pero lejos de seguir especulando, se hace necesaria una aclaración de parte de las personas involucradas, directivos de VTV y de los propios compañeros Nolia y Tania.
Esa manía de callar y silenciar hechos se traduce en complicidad, se hace chisme, para desatar una ola de rumores donde siempre se vilipendia y termina en un “nunca” saber la verdad. Soy un ferviente convencido de que la censura (que no sólo aplican los canales “independientes”), la aplican los medios del Estado y muchos alternativos cuando la verdad no se corresponde con su línea editorial, o simplemente con las dádivas que reciben para seguir en el aire, respiros que sólo atentan contra la critica constructiva y generadora de sabias soluciones a los problemas estructurales. No pienso señalar a ningún medio en especifico, todos saben quienes aplican censura y quienes no.
Lo importante es seguir denunciado a aquellos que de manera cómplice callan VERDADES que no pueden ocultarse con el silencio.
Lejos del hecho mismo de salir del aire algunos programas, hay motivaciones que esconden intereses que los perturban. La perturbación es sinónimo, en la mayoría de los casos, de una culpa que no nos permite ver más allá de nuestras propias limitaciones, algo que trasgrede nuestra paz espiritual y condiciona nuestro entendimiento.
Esa perenne vivencia de algunos, de pensar que son elegidos por una suerte de bendición divina a ocupar un lugar en un momento determinado de sus vidas, los sepulta en un dogmatismo acabado de belleza infernal que los engrandece en su amorfismo revolucionario, que solo ellos entienden en la inocencia de su maldad, embutidos en el disfraz.
Sin lugar a duda son esos seres los que se benefician cuando la crítica se acalla, esos pequeños revolucionarios amorfos de maldad intrínseca que se bambolean en la paradoja de su imbecilidad, son los más afectados, no aceptan que se les cuestione, no permiten que se les señale en su ignorancia, que se les agreda en su ineficiencia.
El pueblo sin lugar a duda ha cambiado, le gusta cuando no le adornan con palabras “políticas”, con ese desdén de algunos que se creen que están por encima del bien y del mal ( los que han sido ungidos de esa supuesta bendición divina) al pueblo le gusta oír y saber que hay una cantidad de BACALAOS que pasean la arrogancia de su “erudición”, aquellos que son cobijados por la impunidad alternativa de unos medios que se alimentan de esa maldad distribuida desde las esferas del poder.
Surgen nuevos dioses del olimpo con una verdad sólo entendida por ellos mediaticamente hablando, quien los confronta está en la acera del frente, hay que plegarse, de lo contrario, se peca de ser antirrevolucionario, afloran las verdades ocultas como sinónimo de grandeza, y golpean con las ventajas de que son provistos, armas viscerales cargadas de balas de traición.
La reflexión es automática, son más los enemigos ocultos que los que día a día nos agreden, esos son lo más peligrosos, actúan bajo la sombra de su disfraz de revolucionario.
La Revolución Bolivariana ha hecho de este pueblo, un pueblo activo en pensamiento, la pasividad de su vida se entierra poco a poco en las tumbas de la inconciencia, hoy más que nunca sabe donde está el mal, sabe distinguir el olor de azufre que ha minado muchas conciencias e instituciones, y DANDO y DANDO pausadamente ha comenzado a desenmascarar a esos “ocultos” que han utilizado la política del chantaje, del oportunismo como medio para seguir detentado el poder que les hemos conferido, de seguro caerán, como muchas puertas alternativas, que hoy se van de baile con las dadivas recibidas por silenciar la verdad.
No defiendo a los conductores del programa ello sabrán defenderse aunque hasta ahora, han mantenido silencio ante la ola de rumores y opiniones, defiendo los espacios que el pueblo reclama, todos somos necesarios nadie es imprescindible.
Chamosaurio@gmail.com
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