Eduardo Lapi: “SI puedo comprar mi Libertad”
Por:Ricardo Abud
La impunidad tiene dueños y los que ayudan a que la impunidad tenga dueños son más inmunes aún, la Justicia seguirá siendo ciega.
Ayer una nueva “desaparición” terminó siendo utilizada por los medios “independientes”, para ellos el concepto FUGA o EVASIÓN, no existe. Eduardo Lapi no es un fugado que evade la justicia, es un desaparecido, alguien lo hizo desaparecer cual mago postmodernista. Se ha llegado a insinuar que el Gobierno ha desaparecido al “Prócer” Eduardo Lapi, todos temen por su vida y hay que garantizarle sus derechos, el Gobierno es el responsable de su desaparición.
Para unos de sus abogados, el Gobierno debe aclarar donde está Lapi, para la esposa del “Prócer”, se justifica su fuga ya que la justicia en nuestro país es lenta y su vida corría peligro.
Al margen de lo que pueda encerrar este caso en sí, hay una sóla verdad. La libertad tiene precio y quien la puede pagar puede evadirse de cualquier prisión del país, pobres aquellos presos de la serie televisiva Prision Break, que tuvieron que ingeniárselas y hasta tatuarse todo su cuerpo para evadir la justicia, aquí, con unos cuantos millones (si son dólares, mucho mejor) hubieran salido más rápido y con asilo político incluido, serían unos perseguidos políticos, algo así como un combo.
La impunidad en Venezuela es DEMOCRATICA, si usted ha delinquido y se ha lucrado de la cosa publica (mal llamado corrupto) aquí le ofrecemos un paquete de opciones o combos, podemos hacer que los medios “independientes” lo cataloguen de preso político, se le puede conseguir una clínica privada por Cárcel, o hasta su propia casa, si esa es su decisión, podemos arreglar no sólo su fuga de cualquier penitenciaria del país, también lo podemos sacar fuera del país, y de antemano le garantizamos una fuga confortable en alguna avioneta o yate al país que usted decida como residencia, ya que también ofrecemos servicios de inmigración y le tramitamos su respectivo asilo político, la vaina está en cual combo usted está dispuesto a pagar, para nosotros usted es un cliente más. Tenemos jueces, policías, guardias nacionales, directores de cárceles, funcionarios, dispuestos hacer de su fuga algo placentero y lo menos traumático posible, nuestras referencias pueden ser verificadas con Carlos Ortega, Hermanos Farias, incluso, con Patricia Poleo, Carmona Estanga y con todo aquel que hoy se vanagloria de ser un perseguido político venezolano en cualquier país de este planeta. Los pendejos que no han podido pagar nuestros servicios, no salen.
Triste realidad que vive esta Patria grande, la impunidad, y el dilema de ser pobre. No referir la falta de celeridad en la aplicación de la justicia y de los privilegios que se pueden obtener en las cárceles del país, hay dos clases de reos democráticamente hablando, el que tiene y el que no tiene, hasta allí han llegado las diferencias de la perversidad capitalista.
Ahora bien ¿cuánto pagó Eduardo Lapi para salir de la cárcel? incluso ¿de donde sacó el dinero para comprar su libertad? Si fue un cúmulo de virtudes y de transparencia su gestión como Gobernador, ¿cómo obtuvo el dinero para pagar su libertad?
El efecto reflejo se repite, es una constante. Son hechos que se repiten y repiten producto de la impunidad, no hay presos (o por lo menos no se dice nada) de los involucrados en la FUGA de Carlos Ortega y los hermanos Farias, de aquellos que ayudaron a Carmona Estanga, en fin, de todos los que han evadido la justicia venezolana, todo es silencio. La impunidad se ramifica, seguro que aquellos que este fin de semana ayudaron con la fuga de Lapi de antemano sabían que no se les enjuiciará, que quedarán libres y con muchos millones, dispuestos a retirarse de esa vida tan miserable en la que están inmersos en las cárceles venezolanas.
¿Qué pensará el pueblo de Yaracuy ante semejante burla?
Demás está decir que no es un hecho insólito, es cotidiano, repetitivo e incluso, tardío, esperó mucho Lapi para fugarse, no sabía por cual combo decidirse, dinero había, sólo esperó sus ganas de visitar los siete templos para cumplir su sagrado deber de cristiano.
Feliz Semana Santa Eduardo, no te asolees mucho, saludos a Carlos Ortega y demás fugados, recuerda, hoy eres un desaparecido, mañana, cuando aparezcas en algún país del mundo, no difames mucho la impunidad democrática de éste, tu país. Espero escribas un libro y lo titules: Eduardo Lapi: “SI puedo comprar mi Libertad”
Chamosaurio@gmail.com
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