La Revolución ha perdido revolucionarios
Por: Ricardo Abud
Pasan las horas y trato de minimizar el tiempo entre la esperanza y la razón, buscando el entendimiento que permita asimilar el porque han vendido su conciencia y se ahogan hoy en los laureles que les brinda su alto cargo honorífico que detentan aunque la verdad no sea parte de sus vidas.
Rememorar aquellos imborrables e intensos años, cuando al calor de una definición política partíamos los sábados, orgullosos en las batidas de Tribuna Popular, sumar los medios para completar la compra de un refresco, la solidaridad era expedita entre camaradas, rostros felices, luchábamos por ideales, éramos revolucionarios (eso pensábamos), no albergábamos sentimientos mezquinos ni frustraciones muy a pesar de los insultos que recibíamos.
Las noches de pega de propaganda era otra de las tareas que marcaban un sentimiento de utilidad, de pasión, de lucha, de esperanzas. Cómo olvidar la escuela de formación de cuadro o las discusiones en el comité de base. Días que no volverán.
Solo nos formábamos como cuadros político prestos a luchar en contra de una sociedad desigual, un país pervertido por la abundancia y la corrupción.
La represión era un sinónimo de nuestras luchas, pero en medio de todas las dificultades, qué fácil era ser Revolucionario, un soñador de ideas!
Hoy contrasto los días de militancia, disciplina, organización, formación moral, honradez, preparación ideológica y profesional, habían valores que con el tiempo muchos los perdieron, otros, solo lo atesoran en el recuerdo y los menos, nos queda la nostalgia que la Revolución hoy los fomentará e inculcará a esos pequeños cuadros que desde las bases populares se emergen como futuros líderes de la Patria.
Aquellos que olvidaron esos valores y la esencia de su formación comunista, hoy viven inmersos en una lucha sin cuartel por recuperar el tiempo perdido, tratan de vivir su otrora frustración signada por obtener una calidad de vida muy lejos del pueblo, muy lejos de esas calles que recorríamos juntos, gritando Tribuna Popular, hoy nos hablan en contra de la burguesía (termino muy de moda en nuestra época de luchas), hoy son marcados por corrientes pequeño-burguesas y su pasión esta estereotipada por una sociedad de consumo que siempre criticaron y hoy abrazan al calor de los negocios.
La revolución ha perdido revolucionarios y ha ganado una nueva producción de parásitos infecundos que se arropan en su pasado para vivir del presente, camuflageados en una boina que era sinónimo de lucha, hoy de oportunismo.
Surgen nuevas formas de ganarse la vida, el oportunismo revolucionario y el disfraz de lo quintarepublicano.
No tienen tiempo para descifrar el enigma ideológico que representa el Socialismo del siglo XXI, no se animan a teorizar, sus recuerdos están pálidos y nublados en la retórica de una lucha de clases sin querer entender que la razón de esta propuesta está más allá de una lucha de clases, de esa eterna contradicción de la burguesía y la clase obrera. Para ellos el materialismo dialéctico es estático, son incapaces de entender que la dialéctica, es dialéctica en sí misma y abriga cambios ¿si todo cambia, por qué la dialéctica como tal no generará cambios?
Sus luchas no son las mismas luchas de aquellos vecinos que dejaron en el barrio tan pronto se mudaron, ya no toman anís, ron, ahora solo ingieren bebidas mayores de edad.
Ya la Revolución está hecha, solo queda disfrutarla, es una manera de como asimilan los cambios estos amigos que perdieron su norte, están puestos en los cargos para cobrarle a la vida lo que les negó por años.
La estupidez de muchos de estos compañeros va mas allá de lo razonable, acuñan términos como corresponsabilidad en la ejecución de las tareas, ¿acaso ellos entienden este término?, creo lo utilizan para tapar su ineficiencia e incapacidad en el desempeño de sus funciones, por lo demás muy grises, si no pregúntenle a Chávez, que lo tienen loco ante tantos desafueros.
En la Cuarta República era sinónimo de respeto ser comunista, comunista era alguien lleno de muchos valores morales, era una persona con mucha calidad humana, solidaria, una persona llena de sueños y de ideales, con conciencia revolucionaria, en una eterna lucha por lograr alcanzar el bien común.
Hoy en la Quinta no son tratados con respeto los comunistas, pero al igual que en la Cuarta, son perseguidos.
P.D. Una razón más para entender a la Revolución Cubana, esta se forjo al furor de las luchas, con conciencia y fundamentada en ideas.
chamosaurio@gmail.com
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