Ayer conversamos con la Comisión Europea para asegurarnos de que la UE ripostará, subrayó en una video-entrevista con Le Figaro, a propósito de las recomendaciones de este lunes de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) de fijar aranceles de hasta el ciento por ciento sobre algunas importaciones francesas.
De acuerdo con Le Maire, París no quiere entrar en una lógica de sanciones perjudicial para todos, por su impacto en el comercio y la estabilidad política.
Interrogado acerca de su opinión de si Washington aplicaría o no los aranceles, señaló que el solo hecho de plantearlos es inaceptable, 'porque no es el comportamiento que uno espera entre aliados'.
Francia lidera los esfuerzos para establecer impuestos a las empresas que dominan la red de redes, bajo el argumento de la justicia fiscal y la competencia leal, por lo que el 11 de julio, su Parlamento aprobó la llamada ley GAFA (acrónimo de Google, Amazon, Facebook y Apple), consistente en cobrar una tasa de un tres por ciento sobre los ingresos de los gigantes de Internet.
Estados Unidos reaccionó entonces de manera hostil, esgrimiendo un enfoque discriminatorio hacia entidades norteamericanas, la misma conclusión mencionada por la USTR la víspera para justificar la recomendación de imponer aranceles valorados en dos mil 400 millones de dólares anuales, sobre productos franceses como el vino y el queso.
Le Maire advirtió que la respuesta de Washington, de concretarse, rompería los compromisos entre las partes de agosto pasado, cuando en el marco de la cumbre del G-7 de Biarritz los presidentes Donald Trump y Emmanuel Macron abordaron el tema.
En una rueda de prensa conjunta, Macron anunció el acuerdo de valorar un impuesto internacional garante de la justicia fiscal en el ciberespacio y la decisión de Francia de renunciar a la ley GAFA una vez vigente el instrumento multilateral.
Sin embargo, con el paso del tiempo Estados Unidos no dio muestras de interés en avanzar hacia una solución global en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, escenario confirmado ayer por la USTR.
La oficina informó que tras un mes de estudios, concluyó el carácter discriminatorio de la iniciativa francesa, a la cual acusó de incompatible con los principios vigentes de la política fiscal internacional e inusualmente onerosa para las empresas afectadas.
El ministro galo de Economía y Finanzas insistió en la voluntad de París de alcanzar un gravamen internacional y de ripostar a las sanciones estadounidenses, si en definitiva se materializan.
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