¿Desproporción, descaro e ironía?
¿Seremos como el Che?
Ricardo Abud
Que fácil es decir estoy con el proceso y apoyo a nuestro presidente. Chávez te queremos. Que sencillo articular estas palabras y hacerlas publicas cuando detrás de esas expresiones florecen las verdaderas intenciones contrarias al debe ser. El ser Revolucionario y creerse tal es el fondo del problema.
Ayer veía con mucho regocijo en su 78 aniversario de su nacimiento un documental sobre la vida del Che, la Hojilla fue quien nos deleito con el carisma de este hombre, solidario, sencillo, humano, honesto, guerrero, lleno de un amor sin precedentes, pero por sobre todo un REVOLUCIONARIO, hecho inimaginable en la cuarta republica, los recuerdos no se hicieron esperar de una vida llena de satisfacciones cuando por razones que no vienen al caso, me toco vivir y visitar la Isla de Cuba en los años ochenta en reiteradas oportunidades. Sentí mucho placer.
Recordé a un amigo de mi juventud que vivió en el bloque 7 del 23 de enero, juntos salimos una tarde de 1977 a compartir sueños y formarnos profesionalmente, el admiraba al Che Guevara y murió como el, defendiendo las fronteras de nuestra América, era Revolucionario a carta cabal. La nostalgia me invade.
Cuando hago una retrospectiva de vida, siento una alegría inmensa de poder vivir estos tiempos y ver que nuestra revolución lleva el sello implícito de su carácter Socialista, reflexiono y me digo solo queda fortalecerla, consolidarla y que sea disfrutada por nuestros hijos y nietos.
Los cambios son muy lentos, propios de un proceso político inédito.
Hoy día los oportunistas de oficio se debaten en ser o creerse revolucionarios y contribuyen con el caos y el fortalecimiento mediático de matrices pre concebidas por los que propician la caída de nuestro presidente y con ellos nuestros sueños.
El comandante Chávez ha reiterado en diversas oportunidades, que las invasiones son contrarias a los intereses de la revolución. Existen mecanismos que permiten accionar legalmente para dirimir nuestras necesidades, pero actuar de manera deliberada, anárquica e incluso diseñada para generar el encendido de los altavoces golpistas, es formar parte de la escalda de desestabilización. Suena duro, pero existen leyes y nosotros como seguidores de este proceso debemos dar el ejemplo y respetarlas.
¿El creerme revolucionario me da el derecho de montar una carpa en una zona protectora, porque vivo arrimado o alquilado? Es una desproporción muy grande.
Salgo a trabajar, voy a mi domicilio, como, hago todas mis necesidades y después salgo para mi carpa, es un descaro.
Participo en el programa de la mañana (en Confianza), gesticulo, miento, respondo a las preguntas (la ironía va mas allá de la humildad) y afirmo que solo saldré de la zona protectora, si se me da una casa con titulo de propiedad, llave en mano y que sea aquí en Caracas, es una desvergüenza cargada de cinismo.
Yo soy humano y me solidarizo con las necesidades de mis semejantes, puedo entender la premura de estas personas para obtener una vivienda, pero no puedo convalidar (como un miembro más de este proceso) acciones de este tipo, y muchos menos que se abogue condición de Revolucionario, es absurdo. Es necesario comprender que hay una deuda social muy grande, que nuestra revolución ha venido pagando poco a poco, el problema habitacional es inmenso y se han aunado calamidades naturales que complican el dar soluciones con la brevedad que se quisiera.
Extraemos con pinzas palabras del discurso de nuestro presidente (lo que nos conviene) y manipulamos de manera elocuente el contenido del mismo, para convalidar acciones de este tipo.
Debemos ser muy críticos ante situaciones como esta, no podemos con el silencio hacernos cómplices como lo hacen algunas autoridades que en vez de impartir justicia solo voltean la mirada y se esconden del problema, así no se gobierna ni se hace revolución.
Invito al camarada Mario Silva a que divulgué a través de la Hojilla el valioso material escrito por el Che, y su visión del Nuevo Hombre. Debemos aprender.
Seguiré insistiendo desde este medio (no como uno mas detrás de la computadora) que es tarea de todos contribuir desde la trinchera que nos toque vivir, la defensa de la revolución, no es solo tarea de Chávez es de ese 60% y mas, que respalda este proyecto político a los que pertenece este nuevo modelo de vida, defenderlo es perpetuarlo. Acciones como esta no contribuyen en nada a avanzar hacia la ruta del Socialismo del Siglo XXI.
Seremos como el Che es el lema de los pioneros Cubanos, si tanto admiramos al Guerrillero Heroico por respeto a el y tantos otros debemos emular su calidad humana, su honestidad. Ser como el Che no es sinónimo de llevar su imagen en una franela, el Che fue ejemplo de vida, ejemplo de Revolucionario...
¿Seremos como el Che?
NO VOLVERÁN.