El sujeto, de 26 años, era buscado por imprudencia al volante y resistencia a la autoridad.
En opinión de Reese, esas palabras de su nieto influyeron en la decisión de los efectivos de usar la fuerza letal en vez de buscar otra solución, según cita The Greenville News.
Tras revisar los hechos, la Policía de Greenville concluyó que los oficiales involucrados no violaron el reglamento de la fuerza. Sin embargo, las autoridades estatales de Carolina del Sur mantienen abierta una investigación sobre el caso.
RT
El Departamento de Policía del condado de Greenville (Carolina del Sur, EE.UU.) publicó esta semana el video de un intento de arresto que acabó con la muerte de un hombre de 26 años baleado mientras escapaba de los agentes.
En las imágenes grabadas por las cámaras corporales de varios oficiales el pasado 11 de julio se aprecia el momento en que el sospechoso, identificado como Michael Culbertson, ignora la orden de alto y comienza a huir a pie.
En determinado momento el fugitivo sacó un arma con la mano derecha, ante lo cual cinco de los uniformados reaccionaron abriendo fuego e hiriéndolo de gravedad. Los primeros auxilios efectuados por los agentes no dieron resultado y el hombre fue declarado muerto tras ser trasladado a un hospital.
Culbertson era buscado por conducir de manera imprudente y resistir a un arresto. Dos días antes, su abuelo Carey Reese se comunicó por teléfono con el prófugo en presencia de la Policía, pero el joven se negó a indicar su paradero y aseguró que "no iría a la cárcel" y que "tendrían que matarlo".Policías matan a tiros a hombre armado que intentó huir de arresto— RT en Español (@ActualidadRT) August 28, 2020
El Departamento de Policía del condado de Greenville (EE.UU.) publicó esta semana el video de un intento de arresto que acabó con la muerte de un hombre baleado mientras escapaba de los agentes pic.twitter.com/kszMpzZeNY
En opinión de Reese, esas palabras de su nieto influyeron en la decisión de los efectivos de usar la fuerza letal en vez de buscar otra solución, según cita The Greenville News.
Tras revisar los hechos, la Policía de Greenville concluyó que los oficiales involucrados no violaron el reglamento de la fuerza. Sin embargo, las autoridades estatales de Carolina del Sur mantienen abierta una investigación sobre el caso.
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