Por Frank González
Con la presentación de las firmas necesarias para la realización de un referendo sobre la ley aprobada para la reducción de 345 escaños en ambas cámaras del parlamento, 71 senadores italianos congelaron su aplicación.
La petición fue suscrita por miembros de todos los grupos representados en la cámara alta, excepto Hermanos de Italia, entre ellos algunos que votaron a favor de la norma sancionada el 8 de octubre último de manera definitiva en la Cámara de Diputados, con 553 votos a favor, 14 en contra y dos abstenciones.
La iniciativa impulsada por el Movimiento 5 Estrellas (M5E) obtuvo entonces el respaldo de los legisladores de sus aliados de gobierno, el Partido Democrático, Italia Viva y Libres e Iguales, y de la mayoría de las demás agrupaciones, incluidas las de derecha como la Liga, Hermanos de Italia y Fuerza Italia.
Los 14 votos en contra fueron de diputados del grupo mixto, en tanto 25 de Fuerza Italia y ocho de la Liga se abstuvieron de participar en la consulta.
La disposición prevé una disminución de 630 a 400 diputados y de 315 a 200 senadores, con un reajuste en la circunscripción de los italianos residentes en el exterior en la cual los diputados pasarán de 12 a ocho y de seis a cuatro los senadores.
Según la legislación vigente, el estatuto será efectivo cuando ocurra la primera disolución de las cámaras tras su entrada en vigor 90 días después de su aprobación, a menos que en ese caso se solicite el referendo ante la Corte de Casación, máxima instancia judicial del país, lo cual se hizo la víspera.
La votación, según la ley, se desarrollará un domingo, entre el quincuagésimo y septuagésimo día después de la emisión del decreto presidencial, por lo cual, es posible se efectúe entre abril y junio próximos, sin necesidad de un quórum mínimo.
Como indican Andrea Marini y Marta Paris en el diario Il Solo 24 Ore, aunque la reducción del parlamento disfruta de un consenso casi unánime, desde 1983 se produjeron siete intentos infructuosos, en el primero de los cuales las propuestas no fueron siquiera discutidas a nivel de comisión.
Otras cuatro iniciativas fueron desechadas durante el procedimiento parlamentario y las dos restantes rechazadas como parte de reformas constitucionales más amplias en los referendos de 2006 y 2016.
El excesivo número de parlamentarios y los altos costos del poder legislativo son los argumentos principales de los partidarios de la reforma, mientras quienes se oponen consideran reduce los márgenes de representación de los electores, mientras que el ahorro estimado no es significativo y se puede lograr por otras vías.
Sin embargo, esas no parecen ser las preocupaciones principales de quienes apoyaron la ley y ahora solicitan sea sometida al escrutinio de la ciudadanía con la evidente intención de evitar, al menos temporalmente, su aplicación.
En opinión de analistas y participantes en el debate, el objetivo de algunos promotores del referendo es defender su permanencia en el parlamento, hasta donde sea posible, en tanto para otros es parte de una estrategia relacionada con un eventual llamado a comicios anticipados y la aprobación de una nueva ley electoral.
tgj/fgg
La iniciativa impulsada por el Movimiento 5 Estrellas (M5E) obtuvo entonces el respaldo de los legisladores de sus aliados de gobierno, el Partido Democrático, Italia Viva y Libres e Iguales, y de la mayoría de las demás agrupaciones, incluidas las de derecha como la Liga, Hermanos de Italia y Fuerza Italia.
Los 14 votos en contra fueron de diputados del grupo mixto, en tanto 25 de Fuerza Italia y ocho de la Liga se abstuvieron de participar en la consulta.
La disposición prevé una disminución de 630 a 400 diputados y de 315 a 200 senadores, con un reajuste en la circunscripción de los italianos residentes en el exterior en la cual los diputados pasarán de 12 a ocho y de seis a cuatro los senadores.
Según la legislación vigente, el estatuto será efectivo cuando ocurra la primera disolución de las cámaras tras su entrada en vigor 90 días después de su aprobación, a menos que en ese caso se solicite el referendo ante la Corte de Casación, máxima instancia judicial del país, lo cual se hizo la víspera.
La votación, según la ley, se desarrollará un domingo, entre el quincuagésimo y septuagésimo día después de la emisión del decreto presidencial, por lo cual, es posible se efectúe entre abril y junio próximos, sin necesidad de un quórum mínimo.
Como indican Andrea Marini y Marta Paris en el diario Il Solo 24 Ore, aunque la reducción del parlamento disfruta de un consenso casi unánime, desde 1983 se produjeron siete intentos infructuosos, en el primero de los cuales las propuestas no fueron siquiera discutidas a nivel de comisión.
Otras cuatro iniciativas fueron desechadas durante el procedimiento parlamentario y las dos restantes rechazadas como parte de reformas constitucionales más amplias en los referendos de 2006 y 2016.
El excesivo número de parlamentarios y los altos costos del poder legislativo son los argumentos principales de los partidarios de la reforma, mientras quienes se oponen consideran reduce los márgenes de representación de los electores, mientras que el ahorro estimado no es significativo y se puede lograr por otras vías.
Sin embargo, esas no parecen ser las preocupaciones principales de quienes apoyaron la ley y ahora solicitan sea sometida al escrutinio de la ciudadanía con la evidente intención de evitar, al menos temporalmente, su aplicación.
En opinión de analistas y participantes en el debate, el objetivo de algunos promotores del referendo es defender su permanencia en el parlamento, hasta donde sea posible, en tanto para otros es parte de una estrategia relacionada con un eventual llamado a comicios anticipados y la aprobación de una nueva ley electoral.
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