En EEUU se ha intensificado considerablemente la crisis de liquidez que las autoridades financieras del país llevaban cuatro meses combatiendo.
De septiembre a diciembre, la Reserva Federal inyectó unos 366.000 millones de dólares en la economía, pero no sirvió de nada: solo en la última semana tuvo que añadir otros 99.000 millones.
El 8 de enero en la subasta semanal de reporto, las solicitudes de los bancos han superado significativamente el límite establecido de 35.000 millones de dólares. En consecuencia, la Reserva Federal otorgó préstamos por 41.000 millones, y el volumen total de inyecciones de efectivo en la economía norteamericana durante la semana alcanzó los 99.000 millones.
Los datos indican una nueva ronda de crisis de liquidez, escribe Maxim Rúbchenko en la versión rusa de Sputnik.
Las autoridades estadounidenses trataron de lidiar con esta situación desde el 16 de septiembre, cuando las solicitudes de los bancos para préstamos a corto plazo de la Reserva Federal casi se duplicaron repentinamente, de 27.000 millones a 53.200 millones de dólares. Esto condujo a un aumento de las tasas de crédito del 2,29% al 4,75%.
Al día siguiente, los bancos solicitaron más de 80.000 millones de dólares en crédito y la tasa superó el 10%.
Otro indicador clave, la tasa de los fondos federales superó por primera vez el rango objetivo establecido por la Reserva Federal en 2,3-2,35%. Los dólares no eran tan caros en el mercado interbancario ni siquiera en el momento más álgido de la crisis en 2008.
Para salvar el mercado financiero de la parálisis, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York compró valores de los bancos, es decir bonos del tesoro, bonos de agencias federales y obligaciones hipotecarias. En solo dos días se inyectaron 128.000 millones de dólares en el mercado.
Pero esto no fue suficiente, y la Reserva Federal informó sobre la compra de bonos del tesoro de corto plazo por un monto de 60.000 millones de dólares al mes.
Sin embargo, el 16 de diciembre, las solicitudes de préstamos de los bancos excedieron el límite nuevamente, y el regulador comenzó a bombear la economía con dinero nuevamente.
En total, de septiembre al 20 de diciembre, la Reserva Federal envió 366.000 millones de dólares de liquidez adicional al sistema financiero nacional, un récord desde la crisis de 2008, explica Rúbchenko.
No obstante, la situación no ha vuelto a la normalidad. Las inyecciones de efectivo la primera semana de enero aumentaron en comparación con la última semana de diciembre.
¿Por qué EEUU se enfrenta a una crisis de liquidez?
Según los analistas del Banco de Pagos Internacionales de Suiza, la principal razón de la falta de liquidez en Estados Unidos es la fuerte disminución de los préstamos de los principales bancos del país.
"En los últimos meses, los activos de los acreedores primarios se han concentrado en bonos del tesoro, lo que ha limitado su capacidad de proporcionar financiación a corto plazo en los mercados de reporto", señala el informe del banco.
De hecho, los bancos más grandes de Estados Unidos están salvando la economía nacional de la quiebra, indicó Rúbchenko.
La causa es que una deuda pública récord y la política comercial impredecible de la Administración Trump hacen que muchos inversores se estén deshaciendo de los bonos del Tesoro estadounidense.
Por ejemplo, China vendió valores de deuda por más de 200.000 millones de dólares en 2019. Rusia también vendió activos por casi 100.000 millones de dólares. Otros bancos centrales, así como los fondos de inversión privados europeos y asiáticos, están reduciendo activamente sus carteras.
El Departamento del Tesoro se ha enfrentado a un descenso en la demanda de valores, que son el único medio de cubrir el déficit presupuestario, señaló.
Como la Reserva Federal no tiene derecho a emitir dinero directamente, para salvar la situación, se volvió a lanzar el plan de la flexibilización cuantitativa probado durante la crisis de 2008. Según esta estrategia, los bonos del Estado los compran los bancos nacionales más grandes, y la Reserva Federal los compra luego por dólares recién impresos, y proporciona a los socios una ganancia decente.
Como resultado, los grandes bancos no tienen incentivos para prestar a las empresas pequeñas y medianas, que perdieron los préstamos a corto plazo. Ahora la Reserva Federal tiene que superar los límites de las subastas de reportos.
¿Habrá o no habrá una nueva crisis?
Muchos expertos estadounidenses consideran que la Reserva Federal, al haber iniciado una nueva etapa de la flexibilización cuantitativa junto con inyecciones adicionales de liquidez, ha encontrado una cura fiable para la nueva crisis financiera.
El número de inversores que esperaban una aceleración del crecimiento mundial en 2020 creció del 7% al 29%, según el informe del Banco de América. Al mismo tiempo, los temores de recesión han disminuido en un 33%, y la gran mayoría de los encuestados (68%) cree hoy en día que la economía mundial evitará la recesión en 2020.
Los analistas del banco enfatizan que al creer en el crecimiento futuro, los fondos de inversión globales reducen las inversiones en instrumentos confiables con rentabilidad garantizada y aumentan la inversión en acciones.
Sin embargo, algunos expertos advierten que en el mercado crece una burbuja.
"Cuanto más dinero inyecta la Reserva Federal, más difícil es volver a la política monetaria normal sin provocar una caída de las acciones", afirmó Scott Skyrm, analista de Curvature Securities.
Si la Reserva no vuelve a la política normal, el dólar colapsará y la inflación se acelerará.
"La cuestión es si Powell, el jefe de la Reserva Federal, será capaz de contener la inflación y continuar esta política hasta las elecciones de noviembre", indicó Skyrm. "Si no, tendrá que responder ante un presidente muy enfadado", concluyó.
Sputnik
De septiembre a diciembre, la Reserva Federal inyectó unos 366.000 millones de dólares en la economía, pero no sirvió de nada: solo en la última semana tuvo que añadir otros 99.000 millones.
El 8 de enero en la subasta semanal de reporto, las solicitudes de los bancos han superado significativamente el límite establecido de 35.000 millones de dólares. En consecuencia, la Reserva Federal otorgó préstamos por 41.000 millones, y el volumen total de inyecciones de efectivo en la economía norteamericana durante la semana alcanzó los 99.000 millones.
Los datos indican una nueva ronda de crisis de liquidez, escribe Maxim Rúbchenko en la versión rusa de Sputnik.
Las autoridades estadounidenses trataron de lidiar con esta situación desde el 16 de septiembre, cuando las solicitudes de los bancos para préstamos a corto plazo de la Reserva Federal casi se duplicaron repentinamente, de 27.000 millones a 53.200 millones de dólares. Esto condujo a un aumento de las tasas de crédito del 2,29% al 4,75%.
Al día siguiente, los bancos solicitaron más de 80.000 millones de dólares en crédito y la tasa superó el 10%.
Otro indicador clave, la tasa de los fondos federales superó por primera vez el rango objetivo establecido por la Reserva Federal en 2,3-2,35%. Los dólares no eran tan caros en el mercado interbancario ni siquiera en el momento más álgido de la crisis en 2008.
Para salvar el mercado financiero de la parálisis, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York compró valores de los bancos, es decir bonos del tesoro, bonos de agencias federales y obligaciones hipotecarias. En solo dos días se inyectaron 128.000 millones de dólares en el mercado.
Pero esto no fue suficiente, y la Reserva Federal informó sobre la compra de bonos del tesoro de corto plazo por un monto de 60.000 millones de dólares al mes.
Sin embargo, el 16 de diciembre, las solicitudes de préstamos de los bancos excedieron el límite nuevamente, y el regulador comenzó a bombear la economía con dinero nuevamente.
En total, de septiembre al 20 de diciembre, la Reserva Federal envió 366.000 millones de dólares de liquidez adicional al sistema financiero nacional, un récord desde la crisis de 2008, explica Rúbchenko.
No obstante, la situación no ha vuelto a la normalidad. Las inyecciones de efectivo la primera semana de enero aumentaron en comparación con la última semana de diciembre.
¿Por qué EEUU se enfrenta a una crisis de liquidez?
Según los analistas del Banco de Pagos Internacionales de Suiza, la principal razón de la falta de liquidez en Estados Unidos es la fuerte disminución de los préstamos de los principales bancos del país.
"En los últimos meses, los activos de los acreedores primarios se han concentrado en bonos del tesoro, lo que ha limitado su capacidad de proporcionar financiación a corto plazo en los mercados de reporto", señala el informe del banco.
De hecho, los bancos más grandes de Estados Unidos están salvando la economía nacional de la quiebra, indicó Rúbchenko.
La causa es que una deuda pública récord y la política comercial impredecible de la Administración Trump hacen que muchos inversores se estén deshaciendo de los bonos del Tesoro estadounidense.
Por ejemplo, China vendió valores de deuda por más de 200.000 millones de dólares en 2019. Rusia también vendió activos por casi 100.000 millones de dólares. Otros bancos centrales, así como los fondos de inversión privados europeos y asiáticos, están reduciendo activamente sus carteras.
El Departamento del Tesoro se ha enfrentado a un descenso en la demanda de valores, que son el único medio de cubrir el déficit presupuestario, señaló.
Como la Reserva Federal no tiene derecho a emitir dinero directamente, para salvar la situación, se volvió a lanzar el plan de la flexibilización cuantitativa probado durante la crisis de 2008. Según esta estrategia, los bonos del Estado los compran los bancos nacionales más grandes, y la Reserva Federal los compra luego por dólares recién impresos, y proporciona a los socios una ganancia decente.
Como resultado, los grandes bancos no tienen incentivos para prestar a las empresas pequeñas y medianas, que perdieron los préstamos a corto plazo. Ahora la Reserva Federal tiene que superar los límites de las subastas de reportos.
¿Habrá o no habrá una nueva crisis?
Muchos expertos estadounidenses consideran que la Reserva Federal, al haber iniciado una nueva etapa de la flexibilización cuantitativa junto con inyecciones adicionales de liquidez, ha encontrado una cura fiable para la nueva crisis financiera.
El número de inversores que esperaban una aceleración del crecimiento mundial en 2020 creció del 7% al 29%, según el informe del Banco de América. Al mismo tiempo, los temores de recesión han disminuido en un 33%, y la gran mayoría de los encuestados (68%) cree hoy en día que la economía mundial evitará la recesión en 2020.
Los analistas del banco enfatizan que al creer en el crecimiento futuro, los fondos de inversión globales reducen las inversiones en instrumentos confiables con rentabilidad garantizada y aumentan la inversión en acciones.
Sin embargo, algunos expertos advierten que en el mercado crece una burbuja.
"Cuanto más dinero inyecta la Reserva Federal, más difícil es volver a la política monetaria normal sin provocar una caída de las acciones", afirmó Scott Skyrm, analista de Curvature Securities.
Si la Reserva no vuelve a la política normal, el dólar colapsará y la inflación se acelerará.
"La cuestión es si Powell, el jefe de la Reserva Federal, será capaz de contener la inflación y continuar esta política hasta las elecciones de noviembre", indicó Skyrm. "Si no, tendrá que responder ante un presidente muy enfadado", concluyó.
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