Cinco preguntas a dos intelectuales panameños difundidas en el diario La Estrella de Panamá arrojaron que los propósitos por reducir uno de los más importantes hechos contemporáneos del país, llevaron a convertirlo en 'un recordatorio desmembrado de la historia' y en una relatoría de 'nombre, fechas y héroes', según opinaron los entrevistados.
Para el historiador y docente Rommel Escarreola, 'los panameños no conocen sus hechos históricos tal como se dieron', al referirse al plan de izar la bandera del país en la ocupada Zona del Canal, que terminó en jornadas sangrientas por la represión generada por los militares estadounidenses del enclave colonial.
'La historia son hechos que suceden en una sociedad en la que existen clases sociales, y eso no se explica en el sistema educativo, porque tenemos un sistema excesivamente volcado a recordar fechas y nombres sin entender las causas y las consecuencias', explicó.
Respecto al reconocimiento social a los mártires, Escarreola denunció que, en las antiguas áreas del enclave colonial, apenas existen para el servicio de los pobladores algunas instalaciones como la Ciudad del Saber y un centro escolar público que 'lo quieren mudar de la zona' y consideró que debieran ampliar centros de enseñanza.
En el texto, bajo la firma del periodista José Arcia, el historiador hizo una última reflexión como sentencia: 'Creo que, si recordáramos con mayor ahínco esta fecha, seríamos mejores panameños'.
La otra entrevistada fue la escritora Mariafeli Domínguez, quien opinó que 'la sucesión de hechos que dio como resultado la gesta del 9 de enero, debe ser aprendida en los libros de historia, si no, quedará como un recordatorio desmembrado de la historia'.
En su análisis, la también docente universitaria dijo que, para entender lo ocurrido, hay que conocer la historia nacional 'desde su concepción de ruta obligada para el trasiego de mercancías y la codicia que despierta. Si el panameño no se apropia de su historia, difícilmente comprenderá el significado de la fecha'.
Domínguez reconoció del sector estudiantil de la época que tenía en su norte la educación como fórmula de superación, y en esa formación lograron una conciencia nacional y sentido de pertenencia al país, cuya población estaba socialmente dividida, por eso se lanzaron a la calle aquel 9 de enero en busca de 'un cambio radical en la estructura social, que no fue'.
La intelectual fue tajante cuando dijo que la consecuencia del tratamiento a tales sucesos es que, a la población de forma general, 'la esencia de esa historia la desconocen, o no les interesa, como tampoco les interesan los hechos de la invasión (del ejército estadounidense a Panamá) ni las secuelas de la misma'.
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