Miles de mexicanos vestidos de blanco marcharon para protestar contra la inseguridad durante el mandato del presidente Andres Manuel López Obrador, y exigirle cambios en su estrategia frente al crimen organizado, convertida en apoyo a la familia LeBarón, que sufrió una masacre en noviembre pasado.
La marcha fue encabezada por miembros de la familia mexicano-estadounidense, que hace un mes perdió a tres madres y seis niños, dos de ellos bebés ametrallados por un grupo armado, en una carretera rural de los alrededores de sus propiedades en las montañas de Sonora, cerca de la frontera con EEUU.
"Tenemos que saber quiénes fueron (los asesinos) y hacerlo público", exigió en un discurso ante el Monumento a la Revolución, Julián LeBarón, uno de los líderes del clan familiar conformado por medio millar de integrantes, que en su mayoría tienen la doble nacionalidad.
El acto que conmemora la revolución de 1910 fue el colofón de una marcha de poco más de un kilómetro, que partió del Ángel de la Independencia y en la que, según los organizadores, participaron más de 200.000 personas, aunque el Gobierno de Ciudad de Mexico estimó fueron 8.000.
"Esas personas que están asesinando a mexicanos, no tienen patria, no tienen pueblo y no tienen madre", dijo LeBarón, quien fue el más aplaudido de los oradores.
El líder de la familia, quien fue fundador en 2011 del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, ante otros hechos de violencia contra su familia, respondió así a las críticas contra su familia, por pedir que el presidente de EEUU, Donald Trump, declare "terroristas" a los carteles mexicanos narcotraficantes que mataron a sus niños y mujeres.
La petición ha sido acogida por el jefe de la Casa Blanca pero López Obrador a contestado con una frase escueta: "cooperación sí, intervencionismo no".
La marcha se realizó la tarde de este domingo, al mismo tiempo que se llevaba a cabo una manifestación en apoyo a López Obrador en la principal plaza capitalina del Zócalo, frente al Palacio Nacional, sede del Ejecutivo, para festejar el primer aniversario del líder de la izquierda nacionalista en la presidencia (2018-2024).
"Estamos exigiendo un viraje a este Gobierno y si el presidente no puede, pues que renuncie, lo está haciendo todo mal, la economía, los muertos, la violencia", dijo otro de los opositores.
Un letrero portado en la marcha rezaba: "Presidente: su política de 'abrazos, no balazos' nos está matando".
López Obrador reconoció en su discurso que una de sus tareas pendientes es la pacificación del país.
Sin embargo reafirmó que la llamada "guerra contra el narcotráfico" decretada en 2007, fue "irresponsable" porque condujo a los soldados y marinos a una lucha frontal con la delincuencia organizada.
Este año se perfila como el más violento desde que se llevan registros hace tres décadas en este país, con más de 29.500 muertos de enero a octubre de 2019.
Sputnik
La marcha fue encabezada por miembros de la familia mexicano-estadounidense, que hace un mes perdió a tres madres y seis niños, dos de ellos bebés ametrallados por un grupo armado, en una carretera rural de los alrededores de sus propiedades en las montañas de Sonora, cerca de la frontera con EEUU.
"Tenemos que saber quiénes fueron (los asesinos) y hacerlo público", exigió en un discurso ante el Monumento a la Revolución, Julián LeBarón, uno de los líderes del clan familiar conformado por medio millar de integrantes, que en su mayoría tienen la doble nacionalidad.
El acto que conmemora la revolución de 1910 fue el colofón de una marcha de poco más de un kilómetro, que partió del Ángel de la Independencia y en la que, según los organizadores, participaron más de 200.000 personas, aunque el Gobierno de Ciudad de Mexico estimó fueron 8.000.
"Esas personas que están asesinando a mexicanos, no tienen patria, no tienen pueblo y no tienen madre", dijo LeBarón, quien fue el más aplaudido de los oradores.
El líder de la familia, quien fue fundador en 2011 del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, ante otros hechos de violencia contra su familia, respondió así a las críticas contra su familia, por pedir que el presidente de EEUU, Donald Trump, declare "terroristas" a los carteles mexicanos narcotraficantes que mataron a sus niños y mujeres.
La petición ha sido acogida por el jefe de la Casa Blanca pero López Obrador a contestado con una frase escueta: "cooperación sí, intervencionismo no".
La marcha se realizó la tarde de este domingo, al mismo tiempo que se llevaba a cabo una manifestación en apoyo a López Obrador en la principal plaza capitalina del Zócalo, frente al Palacio Nacional, sede del Ejecutivo, para festejar el primer aniversario del líder de la izquierda nacionalista en la presidencia (2018-2024).
"Estamos exigiendo un viraje a este Gobierno y si el presidente no puede, pues que renuncie, lo está haciendo todo mal, la economía, los muertos, la violencia", dijo otro de los opositores.
Un letrero portado en la marcha rezaba: "Presidente: su política de 'abrazos, no balazos' nos está matando".
López Obrador reconoció en su discurso que una de sus tareas pendientes es la pacificación del país.
Sin embargo reafirmó que la llamada "guerra contra el narcotráfico" decretada en 2007, fue "irresponsable" porque condujo a los soldados y marinos a una lucha frontal con la delincuencia organizada.
Este año se perfila como el más violento desde que se llevan registros hace tres décadas en este país, con más de 29.500 muertos de enero a octubre de 2019.
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