El solo hecho de la reunión de Lavrov con Trump es algo significativo. Sin embargo, por ahora es imposible hablar de algún tipo de avance positivo en las relaciones bilaterales, constató el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.
Al comentar las pláticas de ayer con Trump, por espacio de 45 minutos, el jefe de la diplomacia rusa estimó que su interlocutor comprende la conveniencia de mantener nexos positivos con Rusia.
Pero en el mismo Estados Unidos existen muchas personas que no comparten esa opinión y por ello intentan por todos los medios frenar la normalización de los vínculos entre los dos estados, con la imposición de nuevas sanciones unilaterales, comentó el ministro ruso.
La víspera, casi a la par de las conversaciones de Lavrov y Trump, en el Congreso norteamericano se analizaban asuntos vinculados a un proceso de impugnación contra el jefe de la Casa Blanca.
Al mismo tiempo, Lavrov reconoce que hay muchas áreas donde Estados Unidos mantiene el diferendo con Rusia y la ve como su contrincante.
De acuerdo con el servicio de prensa del Kremlin, tanto en la reunión con el mandatario estadounidense como en las pláticas con su similar norteamericano Michael Pompeo, se abordaron temas relacionados con el proceso de desarme y la estabilidad estratégica en el orbe.
Además, en las pláticas también se debatió sobre el conflicto en Siria, el proceso de desnuclearización de la península de Corea, el Tratado de Armas Nucleares de mediano y corto alcance, el acuerdo sobe el diferendo nuclear con Irán y las acusaciones de injerencia contra Moscú.
Lavrov reiteró ayer que eran infundadas las acusaciones de Estados Unidos de que Rusia se inmiscuye en los asuntos internos o en los comicios de ese país norteño.
Medios de prensa rusa llamaron la atención que el tema de Ucrania estuvo fuera de la agenda de conversaciones con Trump, pese a la reciente realización de la cumbre del Cuarteto de Normandía (Rusia, Francia, Alemania y Ucrania), en París, para analizar el conflicto en Donbass.
mem/to
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