Una nueva denuncia hoy de un joven que fue impactado en el rostro por perdigones durante una manifestación, mantiene en el centro de atención la violencia desproporcionada de las fuerzas policiales en Chile.
Este martes Cristopher Araya, de 19 años, denunció haber recibido impactos de perdigones de Carabineros en su rostro y un brazo en las cercanías de una subcomisaría de la comuna capitalina de La Granja.
El joven aseguró que estaba en su casa junto a su novia y sus padres cuando escucharon enfrentamientos entre la policía y manifestantes y cuando salieron a mirar lo que ocurría agentes de Carabineros comenzaron a disparar y recibió sendos impactos de perdigones en el ojo derecho y en un brazo.
Otro caso reciente es el de Gonzalo Barría, camarógrafo de un canal comunitario, que recibió en su cabeza el impacto de una bomba lacrimógena ?otra práctica que ha provocado ya numerosas víctimas-, cuando filmaba a un grupo de mujeres que realizaban el performance 'Un violador en tu camino' frente a una comisaría.
A consecuencia del golpe del artefacto fue remitido a un centro asistencial donde recibió varios puntos de sutura en su cabeza.
Sobre este caso el Instituto Nacional de derechos Humanos anunció que presentará una querella contra Carabineros por violencia innecesaria.
Precisamente, el último reporte del INDH cifra en 241 las personas que han sufrido heridas oculares desde el pasado 18 de octubre, cuando comenzaron movilizaciones populares sin precedentes en los últimos 30 años en Chile.
Ante las constantes denuncias por uso abusivo de balines por las fuerzas policiales, el 19 de noviembre el general director de Carabineros, Mario Rozas, anunció la suspensión temporal del uso de perdigones o balines contra las manifestaciones.
Ello se debió a la preocupación creciente por la composición de esos elementos luego que estudios revelaron que los balines de goma lo menos que contenían era ese material y así más de 80 por ciento de metales, entre ellos plomo.
También las denuncias obedecían al incumplimiento por carabineros de los protocolos establecidos para el empleo de las escopetas de perdigones, que eran disparados al torso y la cabeza y a poca distancia, lo cual está prohibido.
El caso más notorio es el del joven universitario Gustavo Gatica, quien perdió la vista totalmente tras ser impactado en ambos ojos por perdigones que le dispararon carabineros mientras tomaba fotos durante una manifestación en la Plaza de la Dignidad (Baquedano) en esta capital.
Pero tras el anuncio hecho por el general Rozas, han continuado reportándose casos de personas afectadas por balines de goma, varias de ellas en el rostro, lo que ha promovido serios cuestionamientos a las autoridades por la represión desproporcionada de las fuerzas policiales principalmente contra manifestaciones pacíficas.
mem/rc
Este martes Cristopher Araya, de 19 años, denunció haber recibido impactos de perdigones de Carabineros en su rostro y un brazo en las cercanías de una subcomisaría de la comuna capitalina de La Granja.
El joven aseguró que estaba en su casa junto a su novia y sus padres cuando escucharon enfrentamientos entre la policía y manifestantes y cuando salieron a mirar lo que ocurría agentes de Carabineros comenzaron a disparar y recibió sendos impactos de perdigones en el ojo derecho y en un brazo.
Otro caso reciente es el de Gonzalo Barría, camarógrafo de un canal comunitario, que recibió en su cabeza el impacto de una bomba lacrimógena ?otra práctica que ha provocado ya numerosas víctimas-, cuando filmaba a un grupo de mujeres que realizaban el performance 'Un violador en tu camino' frente a una comisaría.
A consecuencia del golpe del artefacto fue remitido a un centro asistencial donde recibió varios puntos de sutura en su cabeza.
Sobre este caso el Instituto Nacional de derechos Humanos anunció que presentará una querella contra Carabineros por violencia innecesaria.
Precisamente, el último reporte del INDH cifra en 241 las personas que han sufrido heridas oculares desde el pasado 18 de octubre, cuando comenzaron movilizaciones populares sin precedentes en los últimos 30 años en Chile.
Ante las constantes denuncias por uso abusivo de balines por las fuerzas policiales, el 19 de noviembre el general director de Carabineros, Mario Rozas, anunció la suspensión temporal del uso de perdigones o balines contra las manifestaciones.
Ello se debió a la preocupación creciente por la composición de esos elementos luego que estudios revelaron que los balines de goma lo menos que contenían era ese material y así más de 80 por ciento de metales, entre ellos plomo.
También las denuncias obedecían al incumplimiento por carabineros de los protocolos establecidos para el empleo de las escopetas de perdigones, que eran disparados al torso y la cabeza y a poca distancia, lo cual está prohibido.
El caso más notorio es el del joven universitario Gustavo Gatica, quien perdió la vista totalmente tras ser impactado en ambos ojos por perdigones que le dispararon carabineros mientras tomaba fotos durante una manifestación en la Plaza de la Dignidad (Baquedano) en esta capital.
Pero tras el anuncio hecho por el general Rozas, han continuado reportándose casos de personas afectadas por balines de goma, varias de ellas en el rostro, lo que ha promovido serios cuestionamientos a las autoridades por la represión desproporcionada de las fuerzas policiales principalmente contra manifestaciones pacíficas.
mem/rc
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