Por: Ricardo Abud.
Imposible perder la capacidad de
asombro en el país, la oposición o algunas instituciones del gobierno no
terminan de robarnos.
Leo con mucha incredulidad los
nuevos precios del pasaporte y de la prórroga, (https://www.vtv.gob.ve/saime-tramites-pasaporte-petro/)
y la incertidumbre es total. El SAIME se suma al robo sostenido, al cual ya nos
tienen acostumbrado los empresarios y toda la calaña de sinvergüenzas
contrarios al bien común.
Es paradójico y risible cuando
escucho el nuevo modelo de arquitectura financiera del país, con la aparición
del PETRO, debido a no deja de ser excluyente, el cual, al igual que en el modelo financiero cubano, utiliza
el peso convertible en las transacciones cotidianas, sustituyendo casi en su
totalidad al peso como moneda cubana, al punto de dejar de existir en el
comercio formal, aunque los salarios se siguen pagando en peso no convertible.
Al igual que en nuestro país, los
salarios se siguen pagando en moneda nacional –bolívares-, con un salario
mínimo ya en el orden de los CINCO DÓLARES de acuerdo al cambio oficial; sin
embargo, la economía se encuentra totalmente dolarizada, y, hoy, los
venezolanos nos hundimos aún más en la pobreza, al recibir el anuncio oficial
de los nuevos costos del Pasaporte y la Prórroga: “(…) Según lo reseñado en las redes sociales, el valor para tramitar
pasaporte está establecido en 3,35908632 Petros, mientras que la prórroga es de
1,67954316 Petros. En el caso de los venezolanos en el exterior se mantiene en
$200 para el Pasaporte y Prórroga en $100.. Con la observación de que para
poder cancelar el trámite vía web, el usuario deberá tener la cantidad
disponible en su cuenta bancaria (…)”.
En este orden, informan que
puedes pagarlo en PETROS, la pregunta es quién puede ahorrar en PETROS o
comprar PETROS en el país, con la contracción tan grande de la economía nacional,
es absurdo pensarlo. Sacar un pasaporte norteamericano tiene un costo de 100
dólares y sus nacionales ganan en dólares. Seguramente la estrategia se le
ocurrió a algún asesor de los que abundan en el país, como forma de recabar
divisas, cobrar 200 dólares por pasaporte a los venezolanos que están en el
extranjero y 100 dólares por la prórroga, igual, ahora a los venezolanos que
estamos en el país, ¿quién en su sano juicio entiende tamaña desproporción?
En este sentido muchos
venezolanos que han emigrado viven una realidad muy diferente en algunos países
de Latinoamérica, en la cual REUNIR los 200 dólares o los 100 dólares se le
hace cuesta arriba por los pocos ingresos que perciben, es criminal imponer tan
altos precios. Otros compañeros venezolanos que han emigrado a los Estados
Unidos, podrían, eventualmente, pagar esos precios, siendo uno de los
pasaportes más costoso de país alguno.
No es excusa el costo del papel
para la impresión del pasaporte, nos hemos acostumbrado a importar todo lo que
se consume en el país, ya que las COMISIONES
en el proceso de transacción llenan a unos cuantos traidores del proceso
Revolucionario más allá de la camisa roja que se ponen y del hipócrita discurso
con que nos venden el supuesto compromiso que tienen con la patria, es una locura
que alguien debe contener. ¿Porque no producir aquí el papel?
Tampoco es relevante el que no se
haya sabido defender nuestra moneda y nuestra economía en clara violación de la
Constitución de La República Bolivariana de Venezuela, la cual establece de
manera taxativa: “Artículo 320. El Estado debe promover y defender la estabilidad
económica, evitar la vulnerabilidad de la economía y velar por la estabilidad
monetaria y de precios, para asegurar el bienestar social (…)”.
Menos aún relevante es la absurda
propuesta que refiere a la “nueva arquitectura financiera del país”, nadie le
explica al país las razones de decisiones tan impopulares, que lejos de
contribuir a mejorar el carácter social de la sociedad, contribuyen al
desasosiego y al estrés, sumando una nueva fuente de preocupación al momento de
querer viajar y no poder hacerlo, y no vengan los depredadores de oficio de las
redes sociales a decir que si quieres viajar es porque tienes dinero y puedes
pagar 200 o 100 dólares por el documento que te acredita como nacional del
país.
Presidente, camarada Nicolás
Maduro, al igual que muchos los venezolanos, le invito a que, conjuntamente con
el equipo responsable de la planificación económica del país, someta a una
revisión exhaustiva tan impopular medida, que lejos de contribuir a la paz y
bienestar de la nación, genera zozobra e incertidumbre, por cuanto se
constituye en una medida que representa, paradójicamente, la antítesis de “…la construcción de una sociedad justa y
amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo…” las
cuales se constituyen en algunos de los fines esenciales del Estado de
conformidad con lo establecido en nuestra Carta Magna (artículo 3). Indiscutiblemente,
dicha medida representa la antinomia del bien común, por ser excluyente.
NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE.
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