Son 363 los profesionales en distintas ramas de la salud, quienes se despiden del pueblo ecuatoriano, con la satisfacción del deber cumplido y con el agradecimiento de millones de personas, que de una forma u otra se beneficiaron con las atenciones y cuidados de esos especialistas.
'La colaboración médica cubana en Ecuador está marcada por diferentes momentos desde su llegada en 1992', afirmó el jefe de la misión de salud en este territorio sudamericano Fernando Trujillo.
Según explicó Trujillo, Cuba cubrió múltiples especialidades, de las más críticas, en lugares donde no habían médicos para suplir las necesidades de la población.
Entre las ramas más sensibles mencionó la relacionada con los trasplantes, con más de 200 realizados por los colaboradores cubanos, 50 de ellos en niños, con una supervivencia al año del 98 por ciento y a los cinco años del 94,7 por ciento.
'Consideramos que la labor desarrollada por todos ustedes para nada se podrá borrar, porque quedará grabada en la historia de Ecuador', aseguró tras agradecer a cada cooperante por el desempeño y los buenos resultados, palpables no solo en números, sino también en la vida cotidiana de los ecuatorianos.
Al pueblo de este territorio andino, le dejó el mensaje de que los profesionales de la salud cubana están dispuestos a regresar siempre que los necesiten.
Por su parte, a nombre de los miembros de la misión, la doctora Mercedes Herrera, enfatizó que la mayor fortaleza de la Brigada, radica en haber brindado atención con calidad y calidez, dignidad espiritual y humanista, que no podrán ocultar patrañas políticas ni mediáticas, al servicio del imperio, mediante las cuales se intenta asfixiar económicamente a Cuba.
Aquí hemos crecido como profesionales, pero también hemos comprobado la grandeza de nuestro sistema, donde se cultivan y protegen derechos esenciales como la salud y la educación (...) Somos fieles a nuestros principios y sentimos profundo amor y respeto por el código de honor del servicio al prójimo, verdadera ganancia que jamás se desvaloriza', sentenció.
De su lado, el embajador cubano en Ecuador, Rafael Dausá, señaló que para el pueblo de este país, la partida de los médicos cubanos significa una pérdida, y en el caso de los colaboradores un hasta siempre a amigos con quienes compartieron dolor y risa, a recuerdos de momentos difíciles como los vividos en 2016, cuando se registró el terremoto en Manabí y a decenas de miles de personas que recuperaron la vista, entre otros.
'Siéntanse muy orgullosos del glorioso trabajo desarrollado en Ecuador, que no podrá ser mancillado jamás por las campañas oprobiosas orquestadas desde Washington para denigrar la cooperación que Cuba ofrece, con el fin de arreciar más la política retrógrada contra un país, cuyo único delito es luchar por construir una sociedad mejor', señaló.
EL acto de despedida, fue propicio para ratificar el compromiso de seguir sembrando salud y mantener la solidaridad, característica de las brigadas médicas cubanas, diseminadas por todo el mundo.
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