En una declaración institucional televisada, Sánchez consideró que con el traslado del cuerpo de Franco del monumento del Valle de los Caídos a un discreto cementerio madrileño se da un paso más en la reconciliación de la sociedad española.
Más que un anacronismo y una anomalía, el homenaje al dictador en un espacio público 'era un agravio para nuestra propia democracia y ponerle fin era un deber para las generaciones que no crecimos bajo el trauma' de la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura (1939-1975), señaló.
'Nos costó mucho tiempo deshacernos de un régimen represor. Y casi nos ha llevado el mismo tiempo apartar los restos de su artífice del homenaje público', reconoció el político socialdemócrata desde el gubernamental Palacio de la Moncloa.
Un año después de que el Ejecutivo de Sánchez anunció su intención de sacar al general golpista del Valle de los Caídos, sus restos fueron llevados este jueves hasta su nueva sepultura, el camposanto de Mingorrubio, en el distrito capitalino de El Pardo.
Para el mandatario interino, con esta histórica operación 'se da un paso más en la reconciliación que solo puede descansar en la democracia y la libertad que compartimos'.
'Nuestra democracia se prestigia a los ojos del mundo, atendiendo a una recomendación respaldada entre otros organismos por Naciones Unidas', subrayó el también líder del Partido Socialista Obrero Español, artífice en 2007 de la Ley de Memoria Histórica.
La España actual es fruto del perdón, pero no puede ser producto del olvido, manifestó Sánchez en tono solemne.
Recordó a sus compatriotas que combatieron contra el fascismo en la II Guerra Mundial, se vieron forzados al exilio tras la Guerra Civil y fueron abandonados a su suerte en campos de exterminio nazis, donde el régimen franquista dio su visto bueno a que fueran considerados apátridas.
En otro tramo de su mensaje, negó que la exhumación de los restos de Franco sea un acto electoralista (cara a los comicios generales del 10 de noviembre), porque él se comprometió a hacerlo en cuanto pudiera 'y este es el momento, ni un día antes ni un día después'.
Además, apuntó que a partir de este momento es necesario trabajar en la identificación de los miles de enterrados que quedan en el Valle de los Caídos, 'una infamia que más pronto que tarde deberá ser reparada'.
Ubicado en el municipio de San Lorenzo de El Escorial, distante unos 50 kilómetros del centro de Madrid, en el Valle reposan los restos de unas 34 mil personas víctimas de la Guerra Civil, que ganó Franco para inaugurar un largo y oscuro período al frente de este país.
A partir de ahora el Valle de los Caídos no será un mausoleo de homenaje a un dictador, sino que 'simbolizará el recuerdo de un dolor que no debe volver a repetirse y un homenaje a las víctimas del odio', concluyó el gobernante.
acl/edu
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