El rey Felipe VI cerrará hoy una decisiva ronda de consultas con las fuerzas políticas representadas en el parlamento, tras la que se sabrá si hay una nueva investidura presidencial o un retorno a las urnas.
La finalidad de esta crucial tanda de reuniones, iniciada la víspera, es constatar si el monarca 'puede proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno que cuente con los apoyos necesarios' en el Congreso de los Diputados, señaló la Casa Real.
El también jefe de Estado español tiene la misión de sugerir un aspirante al gubernamental Palacio de la Moncloa que cuente con el respaldo necesario para que la Cámara Baja le otorgue su confianza.
No obstante, la Casa Real recordó la semana pasada que, en ausencia de una propuesta de candidato viable, el rey puede proceder directamente a la disolución de las Cortes Generales (parlamento bicameral) y a la convocatoria de elecciones generales.
'Si las consultas concluyesen sin una propuesta de candidato, Su Majestad el Rey procedería, en los términos previstos en el artículo 99.5 de la Constitución, a la disolución' del Congreso y el Senado y a la convocatoria de nuevos comicios para el 10 de noviembre, remarcó.
Felipe VI cerrará estos contactos con el actual presidente del Gobierno en funciones y líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, con quien verá si hay alguna posibilidad de que pueda ser reelegido en el cargo, luego de un primer intento fallido en julio.
Ganador de las elecciones del 28 de abril, el secretario general de la centenaria organización socialdemócrata es el único candidato con posibilidades de ser designado, pero necesita apoyos externos al haber obtenido sólo 123 de los 350 escaños de la Cámara Baja.
En un giro inesperado, el líder del partido liberal Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, ofreció la víspera a Sánchez una abstención bajo ciertas condiciones que permita su investidura.
Al mismo tiempo, pidió a Pablo Casado, jefe del conservador Partido Popular -principal de la oposición- que juntos propusieran un pacto al actual jefe del Ejecutivo en funciones a cambio de favorecer su permanencia en el poder.
A cambio de esa abstención reclamó al gobernante garantías en cuestiones sobre su postura sobre los nacionalismos vasco y catalán y en materia de impuestos.
Si estas consultas concluyen sin una propuesta de candidato, Felipe VI procedería a la disolución de las dos cámaras del Parlamento (Congreso y Senado) y a la convocatoria de nuevos comicios para el próximo 10 de noviembre, como establece la Constitución española.
Hasta ahora, Sánchez, quien aboga por una administración en solitario, se negó a constituir un Gobierno de coalición con el grupo parlamentario de izquierda Unidas Podemos, al que, sin embargo, considera su socio preferente.
tgj/edu/cvl
La finalidad de esta crucial tanda de reuniones, iniciada la víspera, es constatar si el monarca 'puede proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno que cuente con los apoyos necesarios' en el Congreso de los Diputados, señaló la Casa Real.
El también jefe de Estado español tiene la misión de sugerir un aspirante al gubernamental Palacio de la Moncloa que cuente con el respaldo necesario para que la Cámara Baja le otorgue su confianza.
No obstante, la Casa Real recordó la semana pasada que, en ausencia de una propuesta de candidato viable, el rey puede proceder directamente a la disolución de las Cortes Generales (parlamento bicameral) y a la convocatoria de elecciones generales.
'Si las consultas concluyesen sin una propuesta de candidato, Su Majestad el Rey procedería, en los términos previstos en el artículo 99.5 de la Constitución, a la disolución' del Congreso y el Senado y a la convocatoria de nuevos comicios para el 10 de noviembre, remarcó.
Felipe VI cerrará estos contactos con el actual presidente del Gobierno en funciones y líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, con quien verá si hay alguna posibilidad de que pueda ser reelegido en el cargo, luego de un primer intento fallido en julio.
Ganador de las elecciones del 28 de abril, el secretario general de la centenaria organización socialdemócrata es el único candidato con posibilidades de ser designado, pero necesita apoyos externos al haber obtenido sólo 123 de los 350 escaños de la Cámara Baja.
En un giro inesperado, el líder del partido liberal Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, ofreció la víspera a Sánchez una abstención bajo ciertas condiciones que permita su investidura.
Al mismo tiempo, pidió a Pablo Casado, jefe del conservador Partido Popular -principal de la oposición- que juntos propusieran un pacto al actual jefe del Ejecutivo en funciones a cambio de favorecer su permanencia en el poder.
A cambio de esa abstención reclamó al gobernante garantías en cuestiones sobre su postura sobre los nacionalismos vasco y catalán y en materia de impuestos.
Si estas consultas concluyen sin una propuesta de candidato, Felipe VI procedería a la disolución de las dos cámaras del Parlamento (Congreso y Senado) y a la convocatoria de nuevos comicios para el próximo 10 de noviembre, como establece la Constitución española.
Hasta ahora, Sánchez, quien aboga por una administración en solitario, se negó a constituir un Gobierno de coalición con el grupo parlamentario de izquierda Unidas Podemos, al que, sin embargo, considera su socio preferente.
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