Por: Ricardo Abud
El proceso de desarrollo de la
Revolución Bolivariana y su carácter socialista es complejo producto de su
evolución y los diferentes ensayos que se han realizados para definir el rumbo
económico a seguir, así como el dar mayor participación al pueblo (Poder
Político), consciente de que para muchos dar el poder al pueblo los intimida,
no comprenden ni entienden el alcance del mismo.
La falta de preparación política
e ideológica es la mayor debilidad de la Revolución Bolivariana, la
improvisación es el curso de muchos planes de desarrollo así como la falta de
control de los mismos, hacen vulnerable la económica y las consecuencias
nefastas que hoy afronta el pueblo
venezolano ya que carece de herramientas para enfrentar la guerra económica
promovida y sostenida por sectores internos y externos contrarios al bien
común.
No basta declarar el carácter
socialista de la revolución si carecemos de los principios fundamentales que
debe regirla en lo político, económico y social, para que la misma sea
verdaderamente trasformadora, y que pueda ocupar en el tiempo el lugar que por
derecho le corresponde. ¿Cuántas veces no hemos escuchado que solo bajo el
socialismo podemos salvar a Venezuela? ¿Cuáles son los preceptos teóricos (políticos, económicos y sociales) que rigen
tal aseveración y nos permita entender que estamos en lo cierto? Ideológicamente
están muy confusos, políticamente hemos errado.
La revolución bolivariana cuenta
con una estructura política organizada (Partido) encaminada a liderar muchos de
los cambios necesarios como ejes impulsores para la transformación política,
social y económica. El PSUV es la organización política más grande del país,
pero la misma hasta ahora ha servido solo como plataforma para ganar
elecciones, dejando de lado la esencia del partido, el cual debe ser el órgano
encargado en la práctica de llevar a cabo el desarrollo planificado y
proporcional de la económica del país, lamentablemente pocos entienden la LEY DE DESARROLLO PLANIFICADO DE LA ECONOMÍA
POLÍTICA DEL SOCIALISMO, más aun cuando hay intereses bien definidos para
no proveer al pueblo del poder, el poder popular se sigue subestimando en
nuestra revolución.
La planificación debería ser eslabón fundamental, medular de la dirección
de la economía en el país, bajo las premisas y el carácter socialista de la
misma. Una de las ventajas del desarrollo de la economía política del
socialismo sobre el capitalismo trascurre sobre la base de planes
científicamente fundamentados, una dirección planificada no solo debe ser
posible, es necesaria.
Nuestra economía debe basarse en la propiedad
social o prevalecer sobre cualquier otra forma de propiedad, la misma no
puede desarrollarse sin un plan que
conscientemente permita establecer y sostener la proporcionalidad y
corresponderse con los intereses de las necesidades básicas de la sociedad,
hecho que hoy no ocurre en nuestro país.
Es indudable que hasta la fecha
se han elaborados 3 planes desarrollo en nuestro país, la falta de controles y
de seguimiento impiden darnos una tendencia cierta de hacia dónde marchamos y
los cambios experimentados como los que vendrán en el mediano plazo.
Los principios en la
planificación son claros más aún en la planificación de la económica en el
socialismo, sobre base de los planes perspectivos se confeccionan los planes
anuales del desarrollo de la economía nacional en los cuales se deberían
concretar y precisar los objetivos y tareas del precitado plan (perspectivo),
esto podemos obsérvalo en los planes desarrollo social en el país y se
suscriben a los logros obtenidos en la Misión Vivienda, planes programados y
cumplidos a final de año, en la economía del país hemos fracasado , tomando en
cuenta los factores exógenos que derivan de la guerra económica y criminal que
nos toca vivir hoy. Los planes anuales o perspectivos se precisan y concretan
en los planes operativos, planes operativos que en muchas instituciones del
estado venezolano son maquillados y no representan ejes del desarrollo
económico del país, por el contrario son una de las mayores cargas
presupuestarias y de erogación del erario público.
Los planes macro del estado
venezolano(LÍNEAS GENERALES DEL PLAN DE
DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL DE LA NACIÓN 2001–2007, PROYECTO NACIONAL SIMÓN
BOLÍVAR EN SU PRIMER PLAN SOCIALISTA (PPS) DEL DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL DE
LA NACIÓN PARA EL PERIODO 2007–2013, PLAN DE LA PATRIA SEGUNDO PLAN SOCIALISTA
DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL DE LA NACIÓN, 2013-2019) han sido
planificado sobre bases científicas que han debido definir las tendencias
principales de la economía del país, indicadores cuantitativos y cualitativos
del desarrollo económico y social, lamentablemente no hemos ido en la dirección
correcta lo que ha posibilitado la desproporción en el modelo económico que hoy
nos rige. El éxito de estos planes se
hubiese obtenido mediante la planificación centralizada del estado con la
activa y amplia participación de los trabajadores en la elaboración y
cumplimientos de las tareas planificadas, no podemos exigir a quien nos hemos
preparado para tales tareas, el PSUV tiene una gran responsabilidad en lo
fallido del cumplimientos de metas de estos planes de desarrollo, por la inobservancia
y falta de preparación política de quienes lo dirigen, sin los controles
adecuado para medir los éxitos de los programas.
Otras de las causas del fracaso
de los planes macro promovidos por el estado venezolano está asociado a los diferentes tipos de
propiedad que constitucionalmente existen, lo que dificulta su éxito, los
medios y modos producción están
distribuidos desproporcionalmente y con intereses claramente definidos de
acuerdo al sector que pertenecen, el capitalismo no termina de morir y los
esfuerzos no son encaminados en esa dirección lo que termina distorsionando el
mercado, por más esfuerzos que haga el estado venezolano para ganarle la
carrera a la inflación y a la especulación, las medidas que promueve terminan
haciendo un daño irreversible a la salud económica del pueblo venezolano, se puede aumentar el salario, subir la unidad
tributaria, pero esos paliativos no son contundentes sin la debida aplicación
de la ley del valor.
La ley del valor bajo el precepto
del capitalismo sigue un curso indetenible y actúa de forma espontánea de
acuerdos a sus intereses, si las misma actuara bajo la percepción y
conceptualización del carácter socialista de nuestro país, los
precios se fijarían de acuerdo a una estructura de precios diferentes a la
actual, donde los controles funcionaran y el poder popular asumiendo su rol si
el mismo se hubiese trasferido, realizara la tarea de manera consciente,
preparado políticamente para ello. Las
instituciones del estado que ostentan el poder regulador están plagada de
vicios lo cual la inhibe para tal fin con las consabidas excepciones, es por
ello que vemos en la actualidad como se han incrementado los costos de manera
vulgar, para solo citar un ejemplo, el plan en presentación de 500 gramos,
(Bimbo o su equivalente) de 40.000 bs con tendencia al alza, su precio su
precio es equivalente al salario mínimo, entre tanto los salarios no hay recibido ese aumento en estos
meses. ¿Quién importa el trigo en nuestro país? El estado venezolano, ¿Porque permite esos aumentos tan
desproporcionados? No hay relación entre los costos de adquisición de insumos o
toda su estructura de costos y su venta final.
Definamos que es el salario.
Definir el salario es algo
complicado, ya que el mismo no podría entenderse con la claridad necesaria,
motivado a los diversos tipos de propiedad que existen en nuestro país regidos
constitucionalmente. El estado venezolano se hace responsable de regular la actividad laboral, y económica
en el país, asume la corresponsabilidad
motivado los diferentes tipos de propiedad, ahora bien la función del estado
está enmarcada en la ley (Ley del Trabajo).
No podemos hablar de salario en el capitalismo
o en el socialismo en Venezuela, ya que estamos en el proceso de construcción
de una sociedad más justa, más humana, por tanto el salario debería garantizar
la supervivencia del trabajador y la de su familia, debe cubrir el costo de la
vida, reflejar una correspondencia con los precios, acceso a la canasta básica
de los productos de primera necesidad y servicios que garantizan el buen vivir
y la sostenibilidad del hogar en el tiempo. Esto presupone el incremento
sistemático del salario que permita la cobertura de las necesidades básicas. De
qué sirve logros políticos y sociales alcanzado como: toda persona en edad de
pensión, esta pensionado(a), ¿de qué sirve si la misma no alcanza para
adquirir un Kg de queso? Se pierde el logro alcanzado y se
deshumaniza la razón social de esa macro-política del estado.
Hoy en nuestro país la situación
es totalmente diferente y el salario no representa la cobertura de las
necesidades básicas, más allá de las políticas sociales que implementa el
gobierno nacional, oficialmente el salario mínimo está por debajo de los 2
(dos) dólares mensuales:
- Tasa cambiaria oficial, Bolívar con relación al dólar: 21.028,08Bs,
- Salario mínimo mensual 40.000Bs, Cuarenta mil Bolívares mensuales
Chávez en muchas de sus
intervenciones, ratifica la necesidad de satisfacer nuestras necesidades tanto
materiales como espirituales, y eso es un claro ejemplo de lo que debe ser el
salario, el mismo no solo debe satisfacer las necesidades materiales, el
salario de por sí, satisface nuestras necesidades espirituales, LO MATERIAL Y ESPIRITUAL ES UNA UNIDAD
DIALÉCTICA, marxista, la política salarial coadyuva necesariamente a la
realización individual y colectiva en la sociedad, crece su autoestima y mejora
su condición social. Ahora bien el deterioro del salario ante los ingresos de
las diferentes formas de propiedad, como fuentes de ingreso, genera crisis y la
agudización de las contradicciones en la sociedad., parte fundamental de la
problemática en nuestro país. En la actualidad hay desestimulo al trabajo con
el correspondiente deterioro de la productividad del mismo, la disminución de
la producción y el debilitamiento del papel rector del estado en la actividad
económica. Repito más allá de las políticas sociales que ha implementado el
ejecutivo para contrarrestar los efectos de la guerra económica así como las
malas políticas económicas aplicadas en el país, así como el deterioro gradual
en la producción de industrias básicas del estado.
Si Venezuela es hoy un país
socialista o vive el carácter socialista de desarrollo, la premisa fundamental
de esa orientación debería definir el objetivo de la producción socialista y
las vías para su realización, que no es otra cosa que la plena satisfacción de
las constantes y crecientes necesidades materiales y culturales del pueblo por
medio del crecimiento continuo y del perfeccionamientos de la producción social
elevando su efectividad, lo que al mediano plazo se transforma en un creciente
necesidad al surgimiento de nuevas posibilidades de desarrollo y estimularan su
consiguiente aplicación en el perfeccionamiento y planificación de la
producción.
Un factor determinante y el más
importante en la no obtención de las
máximas metas propuestas en los planes macro de la nación tiene que ver con una guerra criminal que se
ha desatado en contra de la revolución bolivariana, la matriz constante de una
inflación hacia el alza e inducida le está ocasionando daños irreversibles a
nuestra económica, la planificación de desabastecer al país de productos
esenciales por parte de las empresas del sector privado, la extracción de
billetes de alta denominación hecho público y notorio, así como el creciente ataque
a nuestra moneda, manipulación mediática de la tasa de cambio en el mercado
paralelo son factores que han inferido
hacia el camino de la desestabilización y el descontento popular sin
desmeritar la ineficiencia del estado para contrarrestar las acciones
desestabilizadoras aunado a la corrupción y la falta de planificación de
políticas públicas coherentes.
Los objetivos de la guerra
económica son claros, provocar una creciente escasez, acaparamiento,
especulación e inflación de esta manera crean una profunda crisis económica y
de gobernabilidad, caldo de cultivo para que implosione el país.
Se hace necesario la revisión
total de todo el esquema económico así como los planes de desarrollo del país,
definir los logros alcanzados, así como las deficiencias en su aplicación,
desmontar parte del aparato burocrático del país, ya que el mismo no funciona, y sus
presupuestos por demás deficitarios, no contribuyen al desarrollo del país, la
mayoría de los ministerios, no gozan de presupuesto para ejecutar los falso POA
que se copian año tras año, trabajan por proyectos, a través de presupuesto
extraordinarios que reciben del ejecutivo nacional se pierde la planificación
cuando se hace de manera consiente y
estructurada, no hay políticas de mantenimiento ni recursos destinados
para los mismos, es preciso darle una nueva orientación a los órganos
burocráticos del estado venezolano.
Sincerar los costos de los servicios
públicos, el costo de la energía eléctrica (mejorar su recaudación) y del
combustible, debe dejarse de lado el populismo y comenzar a administrarnos de
manera diferente, reinventarnos, aplicar las leyes con toda la rigurosidad del
caso, combatir a los especuladores y al empresariado místico que lejos de
producir condiciona los precios del mercado, es necesario mejor el salario de
los trabajadores con medidas que permitan frenar la inflación inducida,
desmedida con que se ataca al país. Poner en puestos claves a los más idóneos,
mejor preparados y comprometidos, desmontar el compadrazgo que afecta sustancialmente el desarrollo del país,
el zapatero a su zapato, no puede hoy el estado seguir como la avestruz, ante
la corrupción, debe atacarla de manera contundente.
El socialismo es la única vía
para alcanzar la justicia y el bienestar social, una vida DIGNA, debemos
cuidarlo, mejorar lo que debamos mejorar y desmontar de una buena vez esa
estructura económica que está devastando el gran sueño de todos y todas, hemos
dado pruebas de lealtad, de patria, de soberanía, de país, pero ha llegado la
hora de empezar a ganar las batallas de esta guerra tanto interna como externa.
NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE.
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