Tres mil 758 mochilas de Unicef están tendidas hoy sobre el césped a la entrada de ONU, parece un campo santo de tumbas azules: cada una representa a un niño que murió en un conflicto.
La instalación de Unicef se extiende por un área conocida como North Lawn, que tiene casi el tamaño de un terreno de fútbol y muestra la sobrecogedora escala de muertes de niños debido a guerras y otros enfrentamientos letales.
Según explicó a Prensa Latina la representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Najwa Mekki, lo que se quiere es llamar la atención de la comunidad internacional en estos días de inicios de clases y próximos a la sesión de alto nivel de la Asamblea General de la ONU.
¿Por qué hacerlo justo ahora? Porque en muchos países en este momento los niños regresan a la escuela y esta es una oportunidad para que muchas personas conozcan lo que sufren esos pequeños en situaciones de conflicto, resaltó.
Unicef quiere hacer llegar un claro mensaje a la comunidad internacional y a los Estados miembros de la ONU: hay que hacer mucho más para prevenir esas graves violaciones de los derechos de los niños, hay que tomar posición, hay que tener voluntad política para que esto cambie, señaló.
Casi cuatro mil niños murieron durante el invierno pasado en medio de situaciones de conflicto, y muchos más resultaron heridos, secuestrados, violados? no podemos seguir permitiendo eso, subrayó Mekki.
Una vez que se desmonte esta instalación de la Unicef, las mochilas continuarán su viaje para apoyar la educación de niños en todo el mundo.
De acuerdo con la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, las mochilas distribuidas por el fondo siempre han sido un símbolo de esperanza y posibilidades para la infancia.
Pero también necesitamos destacar ahora con estas mochilas el vacío que deja la muerte de un niño, y que se sentirá por siempre en sus hogares, aulas y comunidades, lamentó.
Aunque la Unicef verificó la muerte de tres mil 758 niños en medio de situaciones de conflictos durante 2018, se estima que esa cifra es en realidad mucho mayor.
tgj/ifb/Ibis Frade Brito
La instalación de Unicef se extiende por un área conocida como North Lawn, que tiene casi el tamaño de un terreno de fútbol y muestra la sobrecogedora escala de muertes de niños debido a guerras y otros enfrentamientos letales.
Según explicó a Prensa Latina la representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Najwa Mekki, lo que se quiere es llamar la atención de la comunidad internacional en estos días de inicios de clases y próximos a la sesión de alto nivel de la Asamblea General de la ONU.
¿Por qué hacerlo justo ahora? Porque en muchos países en este momento los niños regresan a la escuela y esta es una oportunidad para que muchas personas conozcan lo que sufren esos pequeños en situaciones de conflicto, resaltó.
Unicef quiere hacer llegar un claro mensaje a la comunidad internacional y a los Estados miembros de la ONU: hay que hacer mucho más para prevenir esas graves violaciones de los derechos de los niños, hay que tomar posición, hay que tener voluntad política para que esto cambie, señaló.
Casi cuatro mil niños murieron durante el invierno pasado en medio de situaciones de conflicto, y muchos más resultaron heridos, secuestrados, violados? no podemos seguir permitiendo eso, subrayó Mekki.
Una vez que se desmonte esta instalación de la Unicef, las mochilas continuarán su viaje para apoyar la educación de niños en todo el mundo.
De acuerdo con la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, las mochilas distribuidas por el fondo siempre han sido un símbolo de esperanza y posibilidades para la infancia.
Pero también necesitamos destacar ahora con estas mochilas el vacío que deja la muerte de un niño, y que se sentirá por siempre en sus hogares, aulas y comunidades, lamentó.
Aunque la Unicef verificó la muerte de tres mil 758 niños en medio de situaciones de conflictos durante 2018, se estima que esa cifra es en realidad mucho mayor.
tgj/ifb/Ibis Frade Brito
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