La postura hostil de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia los gobiernos de Cuba y Venezuela tiene muchas características comunes, denuncia hoy el portal Sputnjik Srbija.
En un artículo publicado aquí indica que el bloqueo contra La Habana que perdura desde 1960 y las sanciones contra Caracas del 5 de agosto pasado muestran mucha similitud y se pregunta si la historia se está repitiendo.
Durante más de cinco décadas Washington prohibió a sus socios comerciales establecer negocios con Cuba e incluso adoptó una ley para blindar esa política, conocida como Helms-Burton, en tanto el Congreso justifica esa política aduciendo que eso obligará al gobierno cubano a respetar los derechos humanos.
Recuerda que el presidente Barack Obama en 2015, dijo ante los legisladores estadounidenses que el plazo de vencimiento de esa postura había transcurrido, lo cual puede interpretarse como un reconocimiento metafórico del fracaso de esa estrategia.
Empero, con la llegada a la Casa Blanca, Trump hizo saber que su pensamiento al respecto es diferente al de su predecesor y, además, el 5 de agosto decidió repetir la política de sanciones al firmar un decreto para bloquear las propiedades de Venezuela en Estados Unidos.
Sputnjik Serbia recuerda que pocos días después el consejero para la Seguridad Nacional, John Bolton, utilizó en Lima la expresión 'sanciones a terceros', o sea, que otros países son privados de la posibilidad de comerciar con un estado sometido a medidas coercitivas, una retórica que considera similar a la de las acciones contra Cuba.
También resalta que, de acuerdo con el criterio de especialistas, la principal semejanza entre la política de Washington contra Cuba y Venezuela es que en ambas se viola el derecho internacional.
El artículo cita al analista político y profesor universitario de origen cubano, Arturo Lopez Levy, cuando subraya que ningún país tiene derecho a pretender derrocar el poder en otro ni tampoco adoptar sanciones unilaterales sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU o, en caso extremo, de un órgano regional correspondiente.
Subraya que es de todos conocidos que dos de los cinco miembros permanentes de ese órgano, Rusia y China, se pronuncian abiertamente contra las sanciones aplicadas a Venezuela y cuatro de ellos rechazan las aplicadas a Cuba.
Otra semejanza en la política de Washington contra Cuba y Venezuela es que no cuenta con el respaldo de la población del país sancionados y son sus ciudadanos quienes sufren los mayores daños.
El analista opina que, contrariamente a los efectos deseados, las medidas coercitivas pueden conducir a la unidad de las personas en torno a su bandera, y en el caso de Venezuela, al menos de los partidarios del gobierno, lo que, a fin de cuentas, solo puede significar el fortalecimiento del chavismo.
rgh/rmh
En un artículo publicado aquí indica que el bloqueo contra La Habana que perdura desde 1960 y las sanciones contra Caracas del 5 de agosto pasado muestran mucha similitud y se pregunta si la historia se está repitiendo.
Durante más de cinco décadas Washington prohibió a sus socios comerciales establecer negocios con Cuba e incluso adoptó una ley para blindar esa política, conocida como Helms-Burton, en tanto el Congreso justifica esa política aduciendo que eso obligará al gobierno cubano a respetar los derechos humanos.
Recuerda que el presidente Barack Obama en 2015, dijo ante los legisladores estadounidenses que el plazo de vencimiento de esa postura había transcurrido, lo cual puede interpretarse como un reconocimiento metafórico del fracaso de esa estrategia.
Empero, con la llegada a la Casa Blanca, Trump hizo saber que su pensamiento al respecto es diferente al de su predecesor y, además, el 5 de agosto decidió repetir la política de sanciones al firmar un decreto para bloquear las propiedades de Venezuela en Estados Unidos.
Sputnjik Serbia recuerda que pocos días después el consejero para la Seguridad Nacional, John Bolton, utilizó en Lima la expresión 'sanciones a terceros', o sea, que otros países son privados de la posibilidad de comerciar con un estado sometido a medidas coercitivas, una retórica que considera similar a la de las acciones contra Cuba.
También resalta que, de acuerdo con el criterio de especialistas, la principal semejanza entre la política de Washington contra Cuba y Venezuela es que en ambas se viola el derecho internacional.
El artículo cita al analista político y profesor universitario de origen cubano, Arturo Lopez Levy, cuando subraya que ningún país tiene derecho a pretender derrocar el poder en otro ni tampoco adoptar sanciones unilaterales sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU o, en caso extremo, de un órgano regional correspondiente.
Subraya que es de todos conocidos que dos de los cinco miembros permanentes de ese órgano, Rusia y China, se pronuncian abiertamente contra las sanciones aplicadas a Venezuela y cuatro de ellos rechazan las aplicadas a Cuba.
Otra semejanza en la política de Washington contra Cuba y Venezuela es que no cuenta con el respaldo de la población del país sancionados y son sus ciudadanos quienes sufren los mayores daños.
El analista opina que, contrariamente a los efectos deseados, las medidas coercitivas pueden conducir a la unidad de las personas en torno a su bandera, y en el caso de Venezuela, al menos de los partidarios del gobierno, lo que, a fin de cuentas, solo puede significar el fortalecimiento del chavismo.
rgh/rmh
0 comentarios:
Publicar un comentario