El Departamento del Tesoro estadounidense y su Oficina de Control de Bienes Extranjeros (Office of Foreign Assets Control, OFAC) han sido las instancias que han articulado y ejecutado las medidas de bloqueo y embargo contra la economía venezolana bajo las directrices de la Administración de Barack Obama y Donald Trump respectivamente.
Sus operadores y burócratas son figuras eventuales en el ejercicio del gobierno estadounidense, el cual usualmente se encuentra ocupado por operadores, lobbystas e intermediarios entre sectores corporativos de diversa índole y las instancias del poder público.
Quienes hoy ocupan los principales cargos en el Departamento del Tesoro son integrantes de una nueva élite burócrata a la sombra de Trump, neoconservadores que representan el nuevo status quo que ha surgido de las entrañas del poder estadounidense y que son expresión concreta de la pugna de élites en el entramado norteamericano.
Estos funcionarios, al lado del secretario del Tesoro Steven Mnuchin, han sabido brindar eficacia, sin escrúpulos y sobresaltos, a una rigurosa política de asfixia a la economía venezolana y han instrumentalizado las decisiones del asesor de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton; del secretario de Estado, Mike Pompeo; y del mismo Trump al respecto de Venezuela.
ELI H. MILLER, JEFE DE ESTADO MAYOR
Eli H. Miller es responsable de administrar las operaciones diarias del Departamento en general y de la Oficina del Secretario en particular. Como mano derecha de Mnuchin, el Jefe de Estado Mayor trabaja en apoyo directo del Secretario. Según su perfil público en el sitio web oficial del Departamento del Tesoro, Miller "desempeña un papel clave en asesorar, coordinar y revisar el desarrollo de políticas dentro del Departamento, otras agencias y la Casa Blanca, así como asistir y planificar la dirección estratégica general del Departamento".
Al principio de su carrera, Miller fue asistente del entonces presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner. Además, fue el Director de Operaciones de Finanzas de Donald J. Trump para la figura legal creada como firma mercantil para recabar los fondos pro-campaña de Trump, President, Inc. En ese cargo, Miller desarrolló y administró el proceso de financiamiento de la campaña junto con el Comité Nacional Republicano (RNC).
Miller es un joven en ascenso. Agresivo operador y burócrata aspirante, quien pese a su juventud ha sabido posicionarse en lugares clave y puestos de confianza del Partido Republicano. Para la Administración Trump, la figura de Miller viene por importación del partido y pertenece a la esfera de burócratas que se alinearon a la actual gestión en la Casa Blanca.
Bloomberg se refirió a Miller como "el hombre mano derecha de Mnuchin, que es un desconocido soldado de la guerra comercial", por ser uno de los articuladores en la batería de sanciones comerciales de Estados Unidos contra China. El medio financiero recalca, citando fuentes de ex funcionarios del Tesoro, que Miller "controla estrechamente el acceso al Secretario y ha creado un pequeño círculo interno". Le definen como cauto y poco sobresaliente a la vista pública.
Como operador en las acciones de cerco y asfixia a la economía venezolana, es importante subrayar vínculos concretos de este funcionario con otros en su propio partido. Bloomberg reseña que Miller trabajó como recaudador de fondos para la campaña del senador de Florida, Marco Rubio.
SIGAL P. MANDELKER, SUBSECRETARIA DE TERRORISMO E INTELIGENCIA FINANCIERA
Como abogada, proviene de labores como litigante de la firma Proskauer Rose LLP, conocida por labores de cabildeo-lobby a favor de grupos empresariales en todo el mundo. Mandelker se desempeñó como Consejera del Secretario de Seguridad Nacional, donde asesoró al Secretario y trabajó extensamente en asuntos de inteligencia, seguridad nacional, antiterrorismo y seguridad fronteriza.
Según su perfil en el sitio web del Departamento del Tesoro, Mandelker está a cargo del desarrollo e implementación de estrategias del gobierno de Estados Unidos para "combatir el financiamiento del terrorismo y el lavado de dinero, así como otras políticas y programas para combatir el crimen financiero". Supervisa las operaciones y coordina las acciones de la OFAC, la Red de Ejecución de Delitos Financieros (FINCEN), la Oficina de Inteligencia y Análisis (OIA) y la Oficina de Financiamiento del Terrorismo y los Delitos Financieros (TFFC).
Mandelker es una operadora de primer nivel. Las responsabilidades que ocupa la colocan en una posición clave para hacer funcionar el andamiaje del aparato de gobierno estadounidense y su proyección en sus adentros y de cara al frente externo, por lo cual, durante la actual administración opera en simultáneo las sanciones y acciones que emanan desde Washington contra varios países.
En términos estrictamente burocráticos y prácticos, su posición es mucho más efectiva que la de cualquier subsecretario del Departamento de Estado, por coordinar instancias que ejecutan las medidas del largo brazo estadounidense.
Mandelker es defensora de las acciones de "máxima presión". Es promotora de la agenda exterior de Trump que ha fracasado en diversos frentes, señalando que las presiones generadas por sanciones han sido clave de tal supuesto "éxito". Concretamente se ha referido al caso Corea del Norte, país con décadas de bloqueo estadounidense.
"En Venezuela el régimen de Maduro continúa socavando la democracia, empobreciendo a sus ciudadanos y saqueando el país para llenarse los bolsillos", sostuvo Mandelker durante su intervención en el foro "La iniciativa de las sanciones económicas", celebrado en la sede del centro de estudios Atlantic Council, en Washington, en marzo de este año.
En sus posiciones públicas sobre Venezuela, ha legitimado las operaciones de bloqueo a la economía venezolana afirmando, sin presentar mayores pruebas, de que las acciones desde su despacho están claramente legitimadas para atacar a la "familia corrupta" que dirige el gobierno de Venezuela, sin que hasta el día de hoy se haya confiscado algún activo a un dirigente venezolano en suelo estadounidense, una narrativa idéntica a la de Marco Rubio.
MARSHALL BILLINGSLEA, SUBSECRETARIO DE FINANCIAMIENTO DEL TERRORISMO
Marshall Billingslea, operador de inteligencia financiera. Articulador de su Departamento con otras instancias de seguridad del gobierno estadounidense, gobiernos extranjeros y empresas privadas de todo el mundo. Es uno de los desarrolladores de la arquitectura del bloqueo contra Venezuela por precisar los puntos exactos para determinar el cierre de cuentas y el boicot a las operaciones comerciales de nuestro país.
Su perfil en el Departamento del Tesoro indica que "la carrera en el gobierno de Billingslea abarca varios puestos dentro de los Departamentos de Defensa y Estado y el Senado de los Estados Unidos".
Como subsecretario adjunto de la Armada, era responsable de la planificación y la política de defensa de la Armada y el Cuerpo de Marines. Marshall se desempeñó en Bruselas como Secretario General Adjunto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para la Inversión en Defensa (ASG DI), ha sido lobbysta para la adquisición de tecnologías y armamento en ese ente y operador burócrata en las labores de la OTAN en Afganistán.
Fue miembro del personal profesional superior para asuntos de seguridad nacional en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, donde supervisó todas las actividades de inteligencia y relacionadas con la defensa que correspondían al ámbito del Comité, y fue responsable de revisar todas las ventas de armas extranjeras que requieren la aprobación del Comité.
Básicamente Billingslea es un ejecutor que conoce el entramado militar estadounidense e internacional, lo que deja ver su posición como actor de cabildeo. Ha sido un articulador clave para la colaboración de gobiernos y empresas de la región para operar el cerco sobre Venezuela, tanto por su posición en el Departamento como por las relaciones que ha tejido desde sus cargos. Es un promotor del argumentario de intervenir Venezuela con propósitos de "proteger" a la población.
En octubre de 2018 declaró que "Venezuela representa una clara amenaza a la estabilidad y seguridad regional, además de la horrible crisis humanitaria que se está desarrollando ante nuestros ojos". Hizo tal afirmación en una aparición frente al American Enterprise Institute en Washington. "Este es un asunto hemisférico y la implosión del régimen allí es un desafío directo para nosotros".
DAVIS MALPASS, SUBSECRETARIO DE TESORERÍA PARA ASUNTOS INTERNACIONALES
Es un operador en el frente externo. Precisamente en la actual gestión presidencial estadounidense, su oficina es esencial. Es el número dos del Tesoro. No obstante, su nombre es más conocido por ser el candidato de Donald Trump para asumir las riendas del Banco Mundial. Malpass es un economista, jefe del banco de inversión Bear Stearns, que se derrumbó durante la crisis financiera mundial de 2008.
El sitio web Devex se refiere a su nombramiento como una nominación estrechamente cercana a la línea de Trump. De tendencia neoconservadora, afín a muchas posiciones de Trump, entre ellas las de críticas a la globalización. Ha sido uno de los elementos más activos en las medidas multidireccionales de la Casa Blanca en sancionar con aranceles a varias economías del mundo en un reacomodo de la política comercial estadounidense. La revista Foreign Policy al referirse a Malpass tituló un artículo así: "¿David Malpass llevará el Banco Mundial a la ruina?".
Malpass es uno de los actores más representativos de la élite emergente que se ha acomodado en el poder con el ascenso de Trump. Es un burócrata a favor de las posiciones de los conglomerados empresariales estadounidenses que han suscrito el slogan "Make America Great Again" en su sentido más estricto.
Malpass es un veterano de los republicanos en el poder. Ya había trabajado en las administraciones republicanas de Ronald Reagan y George Bush padre, hasta que en 1993 fichó por el banco de inversión Bearn Stearns. El diario El País reseña su nominación al Banco Mundial afirmando que "puede resultar controvertida debido a sus comentarios críticos en el pasado sobre las instituciones multilaterales, en línea con el escepticismo expresado reiteradamente por el propio presidente de Estados Unidos".
Las organizaciones globales como el Banco Mundial, en opinión de Malpass, "se han convertido en más grandes e intrusivas" y "el desafío de reenfocarlas se ha convertido en una urgencia, ahora más difícil". Malpass ha sido cara visible de las negociaciones con China por las disputas arancelarias. Es abiertamente adversario del gigante asiático.
De hecho, David Malpass acusó en febrero de 2018 a China de permitir la crisis en Venezuela, al apoyar al gobierno del presidente Nicolás Maduro con préstamos a cambio de petróleo. En una nota publicada por Reuters en ese momento, Malpass afirmó que el enfoque de China en sus acuerdos de financiamiento, lejos de ayudar, "ha perjudicado a Venezuela", desconociendo en simultáneo que los acuerdos con China han permitido bypassear las sanciones impuestas por Washington.
Sus operadores y burócratas son figuras eventuales en el ejercicio del gobierno estadounidense, el cual usualmente se encuentra ocupado por operadores, lobbystas e intermediarios entre sectores corporativos de diversa índole y las instancias del poder público.
Quienes hoy ocupan los principales cargos en el Departamento del Tesoro son integrantes de una nueva élite burócrata a la sombra de Trump, neoconservadores que representan el nuevo status quo que ha surgido de las entrañas del poder estadounidense y que son expresión concreta de la pugna de élites en el entramado norteamericano.
Estos funcionarios, al lado del secretario del Tesoro Steven Mnuchin, han sabido brindar eficacia, sin escrúpulos y sobresaltos, a una rigurosa política de asfixia a la economía venezolana y han instrumentalizado las decisiones del asesor de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton; del secretario de Estado, Mike Pompeo; y del mismo Trump al respecto de Venezuela.
ELI H. MILLER, JEFE DE ESTADO MAYOR
Eli H. Miller es responsable de administrar las operaciones diarias del Departamento en general y de la Oficina del Secretario en particular. Como mano derecha de Mnuchin, el Jefe de Estado Mayor trabaja en apoyo directo del Secretario. Según su perfil público en el sitio web oficial del Departamento del Tesoro, Miller "desempeña un papel clave en asesorar, coordinar y revisar el desarrollo de políticas dentro del Departamento, otras agencias y la Casa Blanca, así como asistir y planificar la dirección estratégica general del Departamento".
Al principio de su carrera, Miller fue asistente del entonces presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner. Además, fue el Director de Operaciones de Finanzas de Donald J. Trump para la figura legal creada como firma mercantil para recabar los fondos pro-campaña de Trump, President, Inc. En ese cargo, Miller desarrolló y administró el proceso de financiamiento de la campaña junto con el Comité Nacional Republicano (RNC).
Miller es un joven en ascenso. Agresivo operador y burócrata aspirante, quien pese a su juventud ha sabido posicionarse en lugares clave y puestos de confianza del Partido Republicano. Para la Administración Trump, la figura de Miller viene por importación del partido y pertenece a la esfera de burócratas que se alinearon a la actual gestión en la Casa Blanca.
Bloomberg se refirió a Miller como "el hombre mano derecha de Mnuchin, que es un desconocido soldado de la guerra comercial", por ser uno de los articuladores en la batería de sanciones comerciales de Estados Unidos contra China. El medio financiero recalca, citando fuentes de ex funcionarios del Tesoro, que Miller "controla estrechamente el acceso al Secretario y ha creado un pequeño círculo interno". Le definen como cauto y poco sobresaliente a la vista pública.
Como operador en las acciones de cerco y asfixia a la economía venezolana, es importante subrayar vínculos concretos de este funcionario con otros en su propio partido. Bloomberg reseña que Miller trabajó como recaudador de fondos para la campaña del senador de Florida, Marco Rubio.
SIGAL P. MANDELKER, SUBSECRETARIA DE TERRORISMO E INTELIGENCIA FINANCIERA
Como abogada, proviene de labores como litigante de la firma Proskauer Rose LLP, conocida por labores de cabildeo-lobby a favor de grupos empresariales en todo el mundo. Mandelker se desempeñó como Consejera del Secretario de Seguridad Nacional, donde asesoró al Secretario y trabajó extensamente en asuntos de inteligencia, seguridad nacional, antiterrorismo y seguridad fronteriza.
Según su perfil en el sitio web del Departamento del Tesoro, Mandelker está a cargo del desarrollo e implementación de estrategias del gobierno de Estados Unidos para "combatir el financiamiento del terrorismo y el lavado de dinero, así como otras políticas y programas para combatir el crimen financiero". Supervisa las operaciones y coordina las acciones de la OFAC, la Red de Ejecución de Delitos Financieros (FINCEN), la Oficina de Inteligencia y Análisis (OIA) y la Oficina de Financiamiento del Terrorismo y los Delitos Financieros (TFFC).
Mandelker es una operadora de primer nivel. Las responsabilidades que ocupa la colocan en una posición clave para hacer funcionar el andamiaje del aparato de gobierno estadounidense y su proyección en sus adentros y de cara al frente externo, por lo cual, durante la actual administración opera en simultáneo las sanciones y acciones que emanan desde Washington contra varios países.
En términos estrictamente burocráticos y prácticos, su posición es mucho más efectiva que la de cualquier subsecretario del Departamento de Estado, por coordinar instancias que ejecutan las medidas del largo brazo estadounidense.
Mandelker es defensora de las acciones de "máxima presión". Es promotora de la agenda exterior de Trump que ha fracasado en diversos frentes, señalando que las presiones generadas por sanciones han sido clave de tal supuesto "éxito". Concretamente se ha referido al caso Corea del Norte, país con décadas de bloqueo estadounidense.
"En Venezuela el régimen de Maduro continúa socavando la democracia, empobreciendo a sus ciudadanos y saqueando el país para llenarse los bolsillos", sostuvo Mandelker durante su intervención en el foro "La iniciativa de las sanciones económicas", celebrado en la sede del centro de estudios Atlantic Council, en Washington, en marzo de este año.
En sus posiciones públicas sobre Venezuela, ha legitimado las operaciones de bloqueo a la economía venezolana afirmando, sin presentar mayores pruebas, de que las acciones desde su despacho están claramente legitimadas para atacar a la "familia corrupta" que dirige el gobierno de Venezuela, sin que hasta el día de hoy se haya confiscado algún activo a un dirigente venezolano en suelo estadounidense, una narrativa idéntica a la de Marco Rubio.
MARSHALL BILLINGSLEA, SUBSECRETARIO DE FINANCIAMIENTO DEL TERRORISMO
Marshall Billingslea, operador de inteligencia financiera. Articulador de su Departamento con otras instancias de seguridad del gobierno estadounidense, gobiernos extranjeros y empresas privadas de todo el mundo. Es uno de los desarrolladores de la arquitectura del bloqueo contra Venezuela por precisar los puntos exactos para determinar el cierre de cuentas y el boicot a las operaciones comerciales de nuestro país.
Su perfil en el Departamento del Tesoro indica que "la carrera en el gobierno de Billingslea abarca varios puestos dentro de los Departamentos de Defensa y Estado y el Senado de los Estados Unidos".
Como subsecretario adjunto de la Armada, era responsable de la planificación y la política de defensa de la Armada y el Cuerpo de Marines. Marshall se desempeñó en Bruselas como Secretario General Adjunto de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para la Inversión en Defensa (ASG DI), ha sido lobbysta para la adquisición de tecnologías y armamento en ese ente y operador burócrata en las labores de la OTAN en Afganistán.
Fue miembro del personal profesional superior para asuntos de seguridad nacional en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, donde supervisó todas las actividades de inteligencia y relacionadas con la defensa que correspondían al ámbito del Comité, y fue responsable de revisar todas las ventas de armas extranjeras que requieren la aprobación del Comité.
Básicamente Billingslea es un ejecutor que conoce el entramado militar estadounidense e internacional, lo que deja ver su posición como actor de cabildeo. Ha sido un articulador clave para la colaboración de gobiernos y empresas de la región para operar el cerco sobre Venezuela, tanto por su posición en el Departamento como por las relaciones que ha tejido desde sus cargos. Es un promotor del argumentario de intervenir Venezuela con propósitos de "proteger" a la población.
En octubre de 2018 declaró que "Venezuela representa una clara amenaza a la estabilidad y seguridad regional, además de la horrible crisis humanitaria que se está desarrollando ante nuestros ojos". Hizo tal afirmación en una aparición frente al American Enterprise Institute en Washington. "Este es un asunto hemisférico y la implosión del régimen allí es un desafío directo para nosotros".
DAVIS MALPASS, SUBSECRETARIO DE TESORERÍA PARA ASUNTOS INTERNACIONALES
Es un operador en el frente externo. Precisamente en la actual gestión presidencial estadounidense, su oficina es esencial. Es el número dos del Tesoro. No obstante, su nombre es más conocido por ser el candidato de Donald Trump para asumir las riendas del Banco Mundial. Malpass es un economista, jefe del banco de inversión Bear Stearns, que se derrumbó durante la crisis financiera mundial de 2008.
El sitio web Devex se refiere a su nombramiento como una nominación estrechamente cercana a la línea de Trump. De tendencia neoconservadora, afín a muchas posiciones de Trump, entre ellas las de críticas a la globalización. Ha sido uno de los elementos más activos en las medidas multidireccionales de la Casa Blanca en sancionar con aranceles a varias economías del mundo en un reacomodo de la política comercial estadounidense. La revista Foreign Policy al referirse a Malpass tituló un artículo así: "¿David Malpass llevará el Banco Mundial a la ruina?".
Malpass es uno de los actores más representativos de la élite emergente que se ha acomodado en el poder con el ascenso de Trump. Es un burócrata a favor de las posiciones de los conglomerados empresariales estadounidenses que han suscrito el slogan "Make America Great Again" en su sentido más estricto.
Malpass es un veterano de los republicanos en el poder. Ya había trabajado en las administraciones republicanas de Ronald Reagan y George Bush padre, hasta que en 1993 fichó por el banco de inversión Bearn Stearns. El diario El País reseña su nominación al Banco Mundial afirmando que "puede resultar controvertida debido a sus comentarios críticos en el pasado sobre las instituciones multilaterales, en línea con el escepticismo expresado reiteradamente por el propio presidente de Estados Unidos".
Las organizaciones globales como el Banco Mundial, en opinión de Malpass, "se han convertido en más grandes e intrusivas" y "el desafío de reenfocarlas se ha convertido en una urgencia, ahora más difícil". Malpass ha sido cara visible de las negociaciones con China por las disputas arancelarias. Es abiertamente adversario del gigante asiático.
De hecho, David Malpass acusó en febrero de 2018 a China de permitir la crisis en Venezuela, al apoyar al gobierno del presidente Nicolás Maduro con préstamos a cambio de petróleo. En una nota publicada por Reuters en ese momento, Malpass afirmó que el enfoque de China en sus acuerdos de financiamiento, lejos de ayudar, "ha perjudicado a Venezuela", desconociendo en simultáneo que los acuerdos con China han permitido bypassear las sanciones impuestas por Washington.
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