Pese a que muchos expertos consideran que la cumbre en Hanói terminó con un fracaso, las partes han expresado su disposición a continuar el diálogo.
La situación actual es nada más que un elemento de regateo duro, declaró en una entrevista con Sputnik el experto del Instituto del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, Vasili Kashin.
"Es de esperar que las negociaciones continúen a través de canales diplomáticos y militares existentes. Habrá un intento de acercar sus posiciones. El éxito de estos intentos dependerá de una gran cantidad de factores, incluida la situación política interna de Estados Unidos", dijo.
Por ahora las partes no hablan de la posibilidad de una tercera cumbre, pero teóricamente esto puede pasar en un futuro.
Estados Unidos afirma que los norcoreanos requirieron la retirada completa de las sanciones, mientras Corea del Norte sostiene que solicitó la abolición de una parte de las medidas económicas a cambio de ciertas concesiones en materia de su programa nuclear.
"Las partes relatan dos historias que se contradicen una a otra. Además, está claro que los estadounidenses consideran que las concesiones que Pyongyang está dispuesto a hacer no son suficientes. EEUU quiere mucho más y está investigando qué beneficios podría sacar. Pero está claro que no se trata de una desnuclearización a corto plazo", explicó.
Por ahora es posible que Corea del Norte pueda introducir ciertas limitaciones a determinadas clases de armas. Asimismo, añadió, uno de los factores determinantes es la posición de la República Popular de China. Washington, por su parte, no es capaz de influir sobre Corea del Norte porque su único socio económico es China, y Pekín ya está cambiando su posición porque se encuentra en un estado de conflicto económico con EEUU.
"Corea del Norte claramente sacó provecho de la última cumbre en Hanói porque esta ha marcado la nueva etapa en la salida del país asiático del aislamiento. Los que hablan con Corea del Norte han cambiado de tono. Antes solían llamarlo el 'país ermitaño', mientras los medios difundían idioteces sobre Pyongyang, pero ahora es un socio respetado", subrayó.
A Corea del Norte ya no se le promete ni el endurecimiento de sanciones ni la guerra, manifestó.
Para Kashin, Kim ha fortalecido sus posiciones, mientras Trump socavó las de Estados Unidos. Este último entendió que la política que su país siguió con respecto a Corea del Norte durante décadas fue errónea y necesitaba un nuevo enfoque.
"Ahora los estadounidenses tienen que lidiar con las consecuencias de esta política catastrófica y poco inteligente. El lado fuerte de Corea del Norte es que es capaz de seguir su política pese a cualquier intento de presión. Su intransigencia es precisamente lo que le permitió dialogar con Washington en pie de igualdad", cerró.
La situación actual es nada más que un elemento de regateo duro, declaró en una entrevista con Sputnik el experto del Instituto del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, Vasili Kashin.
"Es de esperar que las negociaciones continúen a través de canales diplomáticos y militares existentes. Habrá un intento de acercar sus posiciones. El éxito de estos intentos dependerá de una gran cantidad de factores, incluida la situación política interna de Estados Unidos", dijo.
Por ahora las partes no hablan de la posibilidad de una tercera cumbre, pero teóricamente esto puede pasar en un futuro.
Estados Unidos afirma que los norcoreanos requirieron la retirada completa de las sanciones, mientras Corea del Norte sostiene que solicitó la abolición de una parte de las medidas económicas a cambio de ciertas concesiones en materia de su programa nuclear.
"Las partes relatan dos historias que se contradicen una a otra. Además, está claro que los estadounidenses consideran que las concesiones que Pyongyang está dispuesto a hacer no son suficientes. EEUU quiere mucho más y está investigando qué beneficios podría sacar. Pero está claro que no se trata de una desnuclearización a corto plazo", explicó.
Por ahora es posible que Corea del Norte pueda introducir ciertas limitaciones a determinadas clases de armas. Asimismo, añadió, uno de los factores determinantes es la posición de la República Popular de China. Washington, por su parte, no es capaz de influir sobre Corea del Norte porque su único socio económico es China, y Pekín ya está cambiando su posición porque se encuentra en un estado de conflicto económico con EEUU.
"Corea del Norte claramente sacó provecho de la última cumbre en Hanói porque esta ha marcado la nueva etapa en la salida del país asiático del aislamiento. Los que hablan con Corea del Norte han cambiado de tono. Antes solían llamarlo el 'país ermitaño', mientras los medios difundían idioteces sobre Pyongyang, pero ahora es un socio respetado", subrayó.
A Corea del Norte ya no se le promete ni el endurecimiento de sanciones ni la guerra, manifestó.
Para Kashin, Kim ha fortalecido sus posiciones, mientras Trump socavó las de Estados Unidos. Este último entendió que la política que su país siguió con respecto a Corea del Norte durante décadas fue errónea y necesitaba un nuevo enfoque.
"Ahora los estadounidenses tienen que lidiar con las consecuencias de esta política catastrófica y poco inteligente. El lado fuerte de Corea del Norte es que es capaz de seguir su política pese a cualquier intento de presión. Su intransigencia es precisamente lo que le permitió dialogar con Washington en pie de igualdad", cerró.
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