Al menos dos de los 10 asaltantes han sido identificados y tienen vínculos con los servicios secretos de EEUU, informan los medios españoles que citan a fuentes cercanas a la investigación.
"Al menos dos de los diez asaltantes, que golpearon e interrogaron a las ocho personas que estaban en la legación, han sido identificados y tienen vínculos con los servicios secretos estadounidenses", publica este 13 de marzo en exclusiva el diario El País.
Según la información proporcionada por este diario, los interlocutores españoles preguntaron a la CIA por su implicación en el caso, obteniendo una respuesta "negativa pero poco convincente".
La investigación está rodeada de máximo hermetismo, pero se sabe que cerca de las 15 horas del 22 de febrero, 10 hombres armados irrumpieron en la Embajada de Corea del Norte en Madrid. Las ocho personas que se encontraban en la sede diplomática fueron maniatadas. También les pusieron bolsas en la cabeza para luego ser golpeadas e interrogadas.
Una mujer logró escapar por la ventana del segundo piso y alertó a un vecino que, a su vez, avisó a la Policía. Cuando un patrullero se acercó a la legación, un Audi y una furgoneta Mercedes pertenecientes a la Embajada salieron del recinto a toda velocidad. Más tarde se descubrió que los asaltantes utilizaron los vehículos para huir y los abandonaron en una calle próxima.
La investigación, a cargo de la Comisaría General de Información y del CNI, encontró que la operación estuvo perfectamente planificada, como si de un comandando militar se tratase. Los asaltantes no se llevaron dinero ni objetos de valor, sino archivos, datos digitales y teléfonos móviles.
Las autoridades españolas lograron identificar a los asaltantes, la mayoría de los cuales eran surcoreanos. Al menos a dos de ellos se les reconoce por tener vínculos con la CIA, comunican varios medios españoles que citan a fuentes cercanas a la investigación.
Este asalto se produjo unos cinco días antes de la cumbre que el mandatario estadounidense, Donald Trump, sostuvo con su par norcoreano, Kim Jong-un, en Hanói (Vietnam) el 27 y 28 de febrero. El encuentro estaba destinado a tratar principalmente el desarme nuclear, pero las partes se levantaron de la mesa sin alcanzar acuerdo alguno.
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