Una primera caravana migrante integrada por mil 800 personas, que salió de las bodegas del gobierno de Coahuila, llegó hoy a Piedras Negras, con el objetivo de ingresar a territorio estadounidense.
La llegada de los centroamericanos coincide con amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que está preparado para evitar que una nueva 'caravana' de migrantes entre en el país, y que más tropas habían sido enviadas a la frontera con México.
El secretario de Gobierno de Coahuila, José María Fraustro Siller, sostuvo que esa localidad en la frontera no está preparada para la migración, como lo están los dos Laredo, en Tamaulipas y Texas, que cuentan con lo necesario para la atención a este tipo de fenómenos.
En Piedras Negras e Eagle Pass no hay esa infraestructura, sin embargo la atención se está proporcionando, dijeron autoridades.
Los migrantes permanecerán en dicha ciudad fronteriza hasta que logren el asilo en los Estados Unidos, en caso de no ser aceptados por el gobierno norteamericano podrán ser regresados a su lugar de origen.
La secretaria de Seguridad Nacional del gobierno de Trump, Kirstjen Nielsen, se hizo eco de un despectivo tuits de su jefe en el que califica de 'aliens' a los dos mil migrantes que llegaron al borde fronterizo con el ánimo de ingresar a territorio estadounidense por Texas. 'La entrada ilegal no será permitida y estamos preparados para prevenirla', coreó la funcionaria.
Un migrante de Honduras, Arnoldo Nuño, manifestó que sus compañeros cruzan a Estados Unidos por el desierto para entregarse a la patrulla fronteriza, pues se desesperan por la tardanza en la solicitud de asilo.
'Es que estamos desesperados y hablamos de cuántos más vamos a quedarnos afuera de la aduana, y otros dicen que se van a cruzar por el desierto'.
Durante las últimas semanas, en redes sociales, la Patrulla Fronteriza en Arizona ha informado de grupos de 100 ó 200 centroamericanos brincan el muro de acero por el desierto y se entregan.
Nuño manifestó que no desea regresar a su país porque hay mucha pobreza, no encuentran empleo, y también porque la situación de inseguridad pública es muy difícil.
El presidente Trump pidió cinco mil 700 millones de dólares para construir un muro fronterizo, provocando un 'shutdown' en el gobierno de 35 días, en un intento fallido de presionar a los demócratas para aprobar esa partida como parte de un acuerdo presupuestario, y sigue amenazando con declarar la emergencia nacional.
agp/lma
El secretario de Gobierno de Coahuila, José María Fraustro Siller, sostuvo que esa localidad en la frontera no está preparada para la migración, como lo están los dos Laredo, en Tamaulipas y Texas, que cuentan con lo necesario para la atención a este tipo de fenómenos.
En Piedras Negras e Eagle Pass no hay esa infraestructura, sin embargo la atención se está proporcionando, dijeron autoridades.
Los migrantes permanecerán en dicha ciudad fronteriza hasta que logren el asilo en los Estados Unidos, en caso de no ser aceptados por el gobierno norteamericano podrán ser regresados a su lugar de origen.
La secretaria de Seguridad Nacional del gobierno de Trump, Kirstjen Nielsen, se hizo eco de un despectivo tuits de su jefe en el que califica de 'aliens' a los dos mil migrantes que llegaron al borde fronterizo con el ánimo de ingresar a territorio estadounidense por Texas. 'La entrada ilegal no será permitida y estamos preparados para prevenirla', coreó la funcionaria.
Un migrante de Honduras, Arnoldo Nuño, manifestó que sus compañeros cruzan a Estados Unidos por el desierto para entregarse a la patrulla fronteriza, pues se desesperan por la tardanza en la solicitud de asilo.
'Es que estamos desesperados y hablamos de cuántos más vamos a quedarnos afuera de la aduana, y otros dicen que se van a cruzar por el desierto'.
Durante las últimas semanas, en redes sociales, la Patrulla Fronteriza en Arizona ha informado de grupos de 100 ó 200 centroamericanos brincan el muro de acero por el desierto y se entregan.
Nuño manifestó que no desea regresar a su país porque hay mucha pobreza, no encuentran empleo, y también porque la situación de inseguridad pública es muy difícil.
El presidente Trump pidió cinco mil 700 millones de dólares para construir un muro fronterizo, provocando un 'shutdown' en el gobierno de 35 días, en un intento fallido de presionar a los demócratas para aprobar esa partida como parte de un acuerdo presupuestario, y sigue amenazando con declarar la emergencia nacional.
agp/lma
PL
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