El Pentágono apuesta por una escalada de la carrera armamentista y quiere derrotar la defensa del enemigo con una supuesta nueva "capacidad de penetración", señala Florian Rötzer, autor del artículo en la revista digital alemana Telepolis.
Durante un acto celebrado en la Institución Brookings, el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea de EEUU, general David Goldfein, explicó que el Pentágono estaba desarrollando actualmente un nuevo concepto de guerra en respuesta a las supuestas amenazas rusas y chinas.
Los esfuerzos del Departamento de Defensa se centran principalmente en una competición de grandes potencias contra adversarios avanzados como China y Rusia, que están desarrollando las llamadas capacidades 'antiacceso' que podrían poner en peligro las fuerzas estadounidenses.
En el plazo de un año, el Pentágono quiere desarrollar un concepto que sea agresivo e incluya "capacidad de penetración", es decir, una posibilidad militar de superar la defensa y adentrarse en el país, agregó Florian Rötzer.
Goldfein no enumeró todos los tipos de tecnología que forman parte del plan, pero señaló que incluye aviones de combate, submarinos tácticos y fuerzas de operaciones especiales.
Según el general, para hacer realidad sus planes se necesitan 135.000 millones de dólares estadounidenses. El objetivo es penetrar "secretamente" en el territorio del oponente en la tierra, en el cielo y en el mar al mismo tiempo.
Los servicios militares están trabajando en un concepto operativo multidominio en el que las fuerzas aéreas, navales y terrestres estén estrechamente vinculadas entre sí en todas las zonas de la misión, señaló Goldfein.
El Ejército estadounidense quiere demostrar que está presente, observa a sus oponentes, sabe lo que está ocurriendo y es capaz de superar cualquier defensa. La idea no es atacar las fortalezas sino las debilidades del adversario. de acuerdo con Goldfein: "Este es un cambio fundamental para nosotros, tanto cultural como técnico".
El protagonista de todo este plan es el último caza furtivo F-35.
Según el militar, el mensaje que enviaría un F-35 en el espacio aéreo de China o Rusia es: "Estamos aquí".
"Un F-35 nunca estará solo", subrayó, y añadió que habría también tropas en tierra y submarinos en el mar. La idea es desconcertar al enemigo, que no sabría qué hacer o se daría cuenta de que no puede defenderse.
"La idea, que no suena tan nueva y recuerda al caballo de Troya, se supone que es, sobre todo, un mensaje de disuasión o propaganda, como es el caso de muchos nuevos sistemas de armamento, cuya existencia y eficacia no puede ser evaluada realmente por el oponente", comentó al respecto el columnista alemán.
El general estadounidense no aclaró cómo se conseguiría técnicamente que las tropas terrestres también sean sigilosas, ni cómo se haría realidad este plan teniendo en cuenta la presencia de avanzados armamentos en Rusia y China.
Durante un acto celebrado en la Institución Brookings, el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea de EEUU, general David Goldfein, explicó que el Pentágono estaba desarrollando actualmente un nuevo concepto de guerra en respuesta a las supuestas amenazas rusas y chinas.
Los esfuerzos del Departamento de Defensa se centran principalmente en una competición de grandes potencias contra adversarios avanzados como China y Rusia, que están desarrollando las llamadas capacidades 'antiacceso' que podrían poner en peligro las fuerzas estadounidenses.
En el plazo de un año, el Pentágono quiere desarrollar un concepto que sea agresivo e incluya "capacidad de penetración", es decir, una posibilidad militar de superar la defensa y adentrarse en el país, agregó Florian Rötzer.
Goldfein no enumeró todos los tipos de tecnología que forman parte del plan, pero señaló que incluye aviones de combate, submarinos tácticos y fuerzas de operaciones especiales.
Según el general, para hacer realidad sus planes se necesitan 135.000 millones de dólares estadounidenses. El objetivo es penetrar "secretamente" en el territorio del oponente en la tierra, en el cielo y en el mar al mismo tiempo.
Los servicios militares están trabajando en un concepto operativo multidominio en el que las fuerzas aéreas, navales y terrestres estén estrechamente vinculadas entre sí en todas las zonas de la misión, señaló Goldfein.
El Ejército estadounidense quiere demostrar que está presente, observa a sus oponentes, sabe lo que está ocurriendo y es capaz de superar cualquier defensa. La idea no es atacar las fortalezas sino las debilidades del adversario. de acuerdo con Goldfein: "Este es un cambio fundamental para nosotros, tanto cultural como técnico".
El protagonista de todo este plan es el último caza furtivo F-35.
Según el militar, el mensaje que enviaría un F-35 en el espacio aéreo de China o Rusia es: "Estamos aquí".
"Un F-35 nunca estará solo", subrayó, y añadió que habría también tropas en tierra y submarinos en el mar. La idea es desconcertar al enemigo, que no sabría qué hacer o se daría cuenta de que no puede defenderse.
"La idea, que no suena tan nueva y recuerda al caballo de Troya, se supone que es, sobre todo, un mensaje de disuasión o propaganda, como es el caso de muchos nuevos sistemas de armamento, cuya existencia y eficacia no puede ser evaluada realmente por el oponente", comentó al respecto el columnista alemán.
El general estadounidense no aclaró cómo se conseguiría técnicamente que las tropas terrestres también sean sigilosas, ni cómo se haría realidad este plan teniendo en cuenta la presencia de avanzados armamentos en Rusia y China.
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