La situación en el Medio Oriente, con especial énfasis en la cuestión palestina, ocupa hoy una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, como ya es habitual en la agenda de cada mes.
Según destacan varios de los integrantes de ese organismo -el único cuyas decisiones son de obligatorio cumplimiento-, el conflicto palestino-israelí está entre los de más larga data y ocupa a Naciones Unidas casi desde su creación misma.
Además, la creación de un Estado palestino es uno de los asuntos pendientes de mayor antigüedad.
El mes pasado, el representante de Palestina ante Naciones Unidas, Riad Mansur, pidió al Consejo de Seguridad apoyar la solicitud de su territorio para entrar como miembro de pleno derecho en el organismo multilateral.
A su juicio, esto sería de gran importancia para restablecer la confianza y la esperanza del pueblo palestino en su búsqueda de paz.
Palestina también asumió en enero la presidencia del Grupo de los 77 más China, el bloque de países en desarrollo más grande de la ONU, lo cual es considerado como un paso de avance para consolidar su posición.
A pesar de los progresos en la arena internacional, las condiciones en los territorios palestinos ocupados siguen muy críticas debido a la represión de Israel, que continúa la demolición de comunidades árabes para construir sus asentamientos y bloquea la entrada de productos de primera necesidad.
La añorada paz en Palestina no puede lograrse pasando por alto el derecho internacional y los derechos humanos como hace el Gobierno de Tel Aviv, denuncia reiteradamente el embajador palestino.
Además, Mansour exige que se garantice la rendición de cuenta frente a las violaciones para ponerle coto a la impunidad de Israel.
Para el secretario general de la ONU, António Guterres, no existe un plan B que sustituya la única solución posible al conflicto palestino-israelí: la creación de dos Estados que puedan convivir en paz.
A pesar de los reclamos de la comunidad internacional y los llamados desde Naciones Unidas, Israel continúa con sus prácticas ilegales y sigue colonizando suelo palestino, lo cual aleja las perspectivas de paz.
La profundidad de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza, bloqueada desde hace 11 años por Tel Aviv, es otro motivo de gran preocupación debido a las condiciones extremas en las que vive ese pueblo.
tgj/ifb
Según destacan varios de los integrantes de ese organismo -el único cuyas decisiones son de obligatorio cumplimiento-, el conflicto palestino-israelí está entre los de más larga data y ocupa a Naciones Unidas casi desde su creación misma.
Además, la creación de un Estado palestino es uno de los asuntos pendientes de mayor antigüedad.
El mes pasado, el representante de Palestina ante Naciones Unidas, Riad Mansur, pidió al Consejo de Seguridad apoyar la solicitud de su territorio para entrar como miembro de pleno derecho en el organismo multilateral.
A su juicio, esto sería de gran importancia para restablecer la confianza y la esperanza del pueblo palestino en su búsqueda de paz.
Palestina también asumió en enero la presidencia del Grupo de los 77 más China, el bloque de países en desarrollo más grande de la ONU, lo cual es considerado como un paso de avance para consolidar su posición.
A pesar de los progresos en la arena internacional, las condiciones en los territorios palestinos ocupados siguen muy críticas debido a la represión de Israel, que continúa la demolición de comunidades árabes para construir sus asentamientos y bloquea la entrada de productos de primera necesidad.
La añorada paz en Palestina no puede lograrse pasando por alto el derecho internacional y los derechos humanos como hace el Gobierno de Tel Aviv, denuncia reiteradamente el embajador palestino.
Además, Mansour exige que se garantice la rendición de cuenta frente a las violaciones para ponerle coto a la impunidad de Israel.
Para el secretario general de la ONU, António Guterres, no existe un plan B que sustituya la única solución posible al conflicto palestino-israelí: la creación de dos Estados que puedan convivir en paz.
A pesar de los reclamos de la comunidad internacional y los llamados desde Naciones Unidas, Israel continúa con sus prácticas ilegales y sigue colonizando suelo palestino, lo cual aleja las perspectivas de paz.
La profundidad de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza, bloqueada desde hace 11 años por Tel Aviv, es otro motivo de gran preocupación debido a las condiciones extremas en las que vive ese pueblo.
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