José Vicente Rangel | Echar el resto

1 Para el momento en que se publique esta columna faltarán tan solo 28 días para que se realice el evento electoral -convocado por el presidente Nicolás Maduro de acuerdo a lo pautado en la Constitución Bolivariana y en la fecha fijada por el CNE- para la escogencia de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente. Se trata de días de gran tensión. Con un cuadro en el que la dirección de la oposición se niega a participar en el acto, es decir, se abstiene, y va más allá al anunciar que lo impedirá de forma activa recurriendo seguramente a la violencia, como hasta ahora lo viene haciendo.

2 ¿Qué se deduce de esta situación tal como está planteada? Por una parte, que tanto el Gobierno nacional como el chavismo tienen que estar conscientes de que el tiempo que falta para la realización del acto electoral del 30-J está plagado de peligrosos obstáculos. Sobre todo de graves amenazas a la estabilidad institucional que configura una situación de emergencia. La otra parte, el liderazgo opositor, se encuentra ante una difícil circunstancia: no cuenta con una política para encarar el desafío que tiene por delante. Participa en la etapa terminal de un proceso en el que, prácticamente, ha perdido la capacidad de conducción, la cual ha pasado a manos de los más violentos, sobre los que es imposible ejercer control. El episodio del helicóptero lo confirma: ¡desesperación!

3 ¿Qué se vislumbra para los próximos días? Sin duda que un incremento de las tensiones. O para ponerlo de otra manera -en lenguaje coloquial-, echar el resto. Lo que significa que el Gobierno y el chavismo están obligados a defender a fondo, con todos los recursos que poseen, las iniciativas que reclama la política nacional. Hay medidas previstas en la Constitución -y en general en el ordenamiento legal del país- destinadas a garantizar la defensa del Estado sin quebrantar principios fundamentales. En la Carta Magna, por ejemplo, en el Título VIII, Capítulo I, se establece lo relativo a la protección de la Constitución, y en el Capítulo II, sobre los estados de excepción, se califican expresamente las circunstancias de orden social, político, natural o ecológico que afectan en un momento dado la seguridad de la nación.

4 Los dirigentes de la oposición no tienen otra alternativa que perseverar en el desconocimiento del gobierno de Maduro. ¿Por qué razón? Porque es la única línea que les permite combinar lo cívico con factores de la violencia que controlan la calle. La determinación, hasta ahora, de la cúpula opositora de no deslindarse de los violentos, aun a sabiendas de que estos le ocasionan daños irreparables y le restan apoyo, es porque no tienen otra salida. Sin el componente violencia, carecen de la proyección mediática que les da fuerza y los promueve, ya que su capacidad estrictamente movilizadora es cada día menor. Para cohabitar con los radicales, tienen que hacer concesiones. Una de ellas consiste en compartir las provocaciones a la Fanb. Por eso guardan silencio ante hechos que los mandos castrenses rechazan con vehemencia, como es el caso del ataque y acoso a instalaciones militares -La Carlota y otros-, combinados con el empleo de equipos de combate y la afectación total del orden público.

5 El Gobierno y el chavismo cuentan con importantes ventajas. Tienen el poder y la experiencia acumulada. Tienen una férrea unidad de los mandos. Cuentan con recursos legales y con los organismos encargados de aplicarlos. Están asistidos por un amplio consenso favorable al diálogo y la paz, y disponen de una organización política y social superior a la de la oposición. Por si fuera poco, están abocados a obtener la mayoría en el “poder constituyente originario” como lo define la Constitución, mientras que la oposición estará ausente de ese poder. Fragmentada, sin política, sin dirección, se dispone a echar el resto con la extraña alianza que ha forjado. Cree que incrementando la violencia podrá desencadenar el caos hasta que se de una reacción militar para restablecer el principio de autoridad, la ley y el orden. Vana esperanza. Porque la oposición, hoy por hoy, representa todo lo contrario. Quienes la dirigen no son confiables. Ni siquiera para sus propios adeptos. Veintiocho días es lo que falta para despejar incógnitas y dudas.

LABERINTO

Ninguna reja protectora de una instalación militar vale la vida de un ser humano. Sartre decía algo parecido refiriéndose a la catedral de Chartres. Porque la vida de una persona está por encima de cualquier otra consideración. Pero también es cierto que la vida no se puede exponer irresponsablemente. Bien porque hacerlo sea una decisión personal o porque haya sido inducida deliberadamente. La Carlota es una base militar y existen numerosas disposiciones legales que preservan su seguridad. Atacarla, asediarla, es delito y, además, una provocación. Lamentablemente, un joven murió en una acción temeraria contra esa base aérea cuando violaba la ley. Y una situación similar se repitió, esta vez de forma masiva, con la destrucción de la valla protectora y la penetración de un grupo de encapuchados provisto con armamento no convencional a la instalación militar, lo cual pudo acarrear terribles consecuencias. ¿Qué inspira tales actos?…

Hasta ahora, la dirección opositora había optado por guardar silencio ante las acciones terroristas consumadas por encapuchados, en las que coinciden elementos radicalizados de la MUD, paramilitares y el hampa. Pero la nueva agresión a La Carlota los obligó, por primera vez, a deslindarse. ¿Suficiente la aclaratoria? ¿Significa que acaso pondrán orden en sus filas e impedirán que se repitan las acciones terroristas?…

Ojalá, pero tengo mis dudas, ya que por otra parte dirigentes destacados de la MUD anuncian una escalada violenta para impedir la realización de las elecciones el 30-J de la Asamblea Nacional Constituyente…

Ademas, sectores de la oposición que colaboran con la logística, con influencia en las redes sociales, en la difusión de información desestabilizadora, diseñaron e impulsan una ofensiva contra la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, contra sus mandos, contra el historial glorioso de la institución, sus símbolos y personajes. Una campaña que busca quebrar su unidad interna y desacreditarla ante la ciudadanía…

Al mismo tiempo, la campaña consiste en llamar a la Fanb al desconocimiento de las autoridades legítimas y al derrocamiento del presidente Nicolás Maduro. En la iniciativa está presente la intención de ubicar al estamento castrense en el escenario de la política, a partir de la convicción que hay en el sector del fracaso del liderazgo civil. La impresión en los análisis que se hacen es de que existe la pretensión de segmentar a la Fanb hasta lograr la confrontación interna que podría desembocar en el estallido de una guerra civil que justificaría la intervención armada extranjera…

¿Libraciones? Probablemente. Mas en una situación como la que vive hoy Venezuela, nada debe ser descartado. Hay que profundizar en los análisis. La temeridad que representa convertir a la Fanb en blanco predilecto en las actuales circunstancias, atacar sus instalaciones y agredir a sus líderes, es algo que no se había visto en la política del país. Alerta: hay una siniestra colocación del tema en el desarrollo del proceso de rebelión armada de la derecha que avanza a través de diversas formas de lucha…

Punto de vista La fuerza pública no puede salir a la calle a matar; y los manifestantes no pueden salir a la calle a saquear, incendiar dependencias oficiales, impedir el tránsito y atacar a la fuerza pública…

Da la impresión de que el signo del momento es la proliferación de la traición.
Share on Google Plus

About Ricardo Abud (Chamosaurio)

This is a short description in the author block about the author. You edit it by entering text in the "Biographical Info" field in the user admin panel.
    Blogger Comment
    Facebook Comment

0 comentarios:

Publicar un comentario