La Ley general de Biodiversidad, impulsada por la senadora Ninfa Salinas, atenta contra el patrimonio biocultural en los territorios de los pueblos indígenas.
Académicos, científicos, intelectuales y activistas mexicanos exigen a los senadores “se suspenda el dictamen de la iniciativa de la ley de biodiversidad y se abra un proceso de foros y consulta previa, libre e informada, en las diferentes lenguas de los pueblos indígenas.
La Ley general de Biodiversidad es impulsada por Ninfa Salinas, senadora por el Partido Verde Ecologista de México, hija de Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, quien tiene intereses económicos en áreas protegidas. De aprobarse la propuesta, se abriría el mercado de la biodiversidad.
La escritora Elena Poniatowska, la Campaña Nacional Sin Maíz No hay País y el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria OP, A C. figuran en la lista de personalidades e instituciones que muestran su rechazo a la legislación.
La iniciativa incide directamente en el patrimonio biocultural en los territorios y tierras de los pueblos indígenas y comunidades que albergan en su seno la mayor biodiversidad de México.
La Ley se elaboró sin consulta previa con los pueblos indígenas, campesinos y la sociedad en general, algo a lo que está obligado el Senado de acuerdo con la Constitución mexicana y los tratados internacionales como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
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