Roma, 16 abr (PL) El papa Francisco invocó hoy apoyo divino para quienes se empeñan en garantizar el bien común de las sociedades en América Latina, marcadas a veces por tensiones políticas y sociales que, en algunos casos, derivan en violencia.
Para que -señaló- se puedan construir puentes de diálogo, perseverando en la lucha contra el flagelo de la corrupción y en la búsqueda de soluciones pacíficas a las controversias, para el progreso y consolidación de las instituciones democráticas en el pleno respeto del estado de derecho. En su tradicional mensaje 'Urbi et Orbi' (De la ciudad al mundo) del Domingo de Pascua, el Sumo Pontífice celebró la resurrección de Jesús, según las religiones cristianas, ante decenas de miles de feligreses que colmaron la Plaza San Pedro en esta capital.
El Pastor resucitado -dijo- buscará a quien está perdido en el laberinto de la soledad y la marginación, a quienes son víctimas de antiguas y nuevas formas de esclavitud, trabajos inhumanos, tráficos ilícitos, explotación discriminación y graves dependencias.
'Se encargará de los niños y adolescentes privados de su inocencia por ser explotados y de quienes tienen el corazón herido por la violencia sufrida dentro de sus propias casas', subrayó y añadió que acompañará también a los obligados a abandonar su tierra por conflictos armados, ataques terroristas, carencias y regímenes opresivos.
Francisco pidió valentía para los responsables de las naciones para evitar la propagación de los conflictos y detener el comercio de armas, con una mención especial a la 'amada y martirizada Siria, víctima de una guerra que no cesa de sembrar el horror y la muerte'.
Se refirió además a la necesidad de paz en el Medio Oriente y la solidaridad con los pueblos de Sudán del Sur, Sudán, Somalia y la República Democrática del Congo, que sufren la perpetuación de conflictos agravados por las gravísimas carencias que golpean algunas regiones de África.
Pidió también ayuda para restablecer la concordia en Ucrania 'afligida por un conflicto sangriento'.
Además, para que 'el Señor resucitado, quien no cesa de colmar el continente europeo con su bendición, le de esperanza a cuantos atraviesan momentos de crisis y dificultades, especialmente a causa de la gran falta de trabajo, sobre todo para los jóvenes'.
mv/fgg
El Pastor resucitado -dijo- buscará a quien está perdido en el laberinto de la soledad y la marginación, a quienes son víctimas de antiguas y nuevas formas de esclavitud, trabajos inhumanos, tráficos ilícitos, explotación discriminación y graves dependencias.
'Se encargará de los niños y adolescentes privados de su inocencia por ser explotados y de quienes tienen el corazón herido por la violencia sufrida dentro de sus propias casas', subrayó y añadió que acompañará también a los obligados a abandonar su tierra por conflictos armados, ataques terroristas, carencias y regímenes opresivos.
Francisco pidió valentía para los responsables de las naciones para evitar la propagación de los conflictos y detener el comercio de armas, con una mención especial a la 'amada y martirizada Siria, víctima de una guerra que no cesa de sembrar el horror y la muerte'.
Se refirió además a la necesidad de paz en el Medio Oriente y la solidaridad con los pueblos de Sudán del Sur, Sudán, Somalia y la República Democrática del Congo, que sufren la perpetuación de conflictos agravados por las gravísimas carencias que golpean algunas regiones de África.
Pidió también ayuda para restablecer la concordia en Ucrania 'afligida por un conflicto sangriento'.
Además, para que 'el Señor resucitado, quien no cesa de colmar el continente europeo con su bendición, le de esperanza a cuantos atraviesan momentos de crisis y dificultades, especialmente a causa de la gran falta de trabajo, sobre todo para los jóvenes'.
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