Bogotá, 9 feb (PL) El senador Roy Barreras, vocero gubernamental en los diálogos con el ELN, afirmó hoy que pese a la complejidad de la negociación con esa guerrilla la voluntad de las partes permitirá hallar una salida civilizada a la confrontación.
No será un proceso fácil, habrá tropiezos en el camino, pero tenemos que encontrar puntos medios, declaró a Caracol Radio el congresista, quien fungió anteriormente como portavoz del Gobierno colombiano en las ya finalizadas pláticas con las también insurgentes FARC-EP.
El pasado martes representantes del Ejecutivo y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) inauguraron en Quito, Ecuador, las reuniones públicas luego de un período de impasses y desacuerdos.
Tales debates girarán en torno a una agenda de seis puntos la cual incluye cuestiones medulares como el fin del conflicto, las transformaciones requeridas para construir la paz, y prevé una amplia participación ciudadana en dichas citas a fin de concederles la mayor legitimidad posible desde el comienzo.
La apertura de ese segundo proceso pacificador ocurrió a más de dos meses de la firma de la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), mayor movimiento guerrillero del país.
Actualmente sus integrantes ocupan los puntos y zonas de transición en los cuales deberán abandonar el armamento en su poder y preparar su reintegración a la vida civil.
Este es el momento de la paz porque las condiciones están dadas y hay apoyo en todos los sectores; las FARC-EP están en la fase de desmovilización y el ELN merece también la oportunidad de pasar a la historia como una organización que ayudó a transformar a Colombia lejos de la violencia, enfatizó el parlamentario citado por la emisora nacional.
Investigadores, políticos, defensores de derechos humanos y otras personalidades del escenario nacional insisten en que sin un pacto con el ELN será imposible conseguir el proyectado escenario de distensión integral y duradero.
La guerra interna ha dejado unos 300 mil muertos, casi siete millones de desplazados de sus lugares de origen y al menos 45 mil desaparecidos. lam/ap
El pasado martes representantes del Ejecutivo y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) inauguraron en Quito, Ecuador, las reuniones públicas luego de un período de impasses y desacuerdos.
Tales debates girarán en torno a una agenda de seis puntos la cual incluye cuestiones medulares como el fin del conflicto, las transformaciones requeridas para construir la paz, y prevé una amplia participación ciudadana en dichas citas a fin de concederles la mayor legitimidad posible desde el comienzo.
La apertura de ese segundo proceso pacificador ocurrió a más de dos meses de la firma de la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), mayor movimiento guerrillero del país.
Actualmente sus integrantes ocupan los puntos y zonas de transición en los cuales deberán abandonar el armamento en su poder y preparar su reintegración a la vida civil.
Este es el momento de la paz porque las condiciones están dadas y hay apoyo en todos los sectores; las FARC-EP están en la fase de desmovilización y el ELN merece también la oportunidad de pasar a la historia como una organización que ayudó a transformar a Colombia lejos de la violencia, enfatizó el parlamentario citado por la emisora nacional.
Investigadores, políticos, defensores de derechos humanos y otras personalidades del escenario nacional insisten en que sin un pacto con el ELN será imposible conseguir el proyectado escenario de distensión integral y duradero.
La guerra interna ha dejado unos 300 mil muertos, casi siete millones de desplazados de sus lugares de origen y al menos 45 mil desaparecidos. lam/ap
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