A pesar de que la situación de la presa más alta de EE.UU. parece que ha mejorado, las autoridades se preparan para nuevos desafíos medioambientales.
El nivel de agua de la presa de Oroville (California, EE.UU.) disminuye, aunque las autoridades temen que el pronóstico meteorológico que indica que lloverá la noche de este miércoles. A las 7 de la mañana de este martes —hora local—, los empleados del Departamento de Recursos Hídricos de Estados Unidos habían disminuido la altura en alrededor de 3,30 metros, informa 'Los Angeles Times'.
Las autoridades se apresuran a reparar los desagües de la presa con la intención de bajar el nivel del agua en el lago de Oroville antes de las lluvias pronosticadas para el fin de semana. La situación es urgente, dado que puede arrojar grandes cantidades de agua al río Feather, que atraviesa el centro de la ciudad.
Así, California permanece en el estado de emergencia declarado por el presidente de EE.UU., Donald Trump, y en la zona sigue en vigor la orden por la cual fueron evacuadas cerca de 200.000 personas.
La nieve y las fuertes lluvias que afectaron a la región este invierno provocaron que el reservorio casi se desbordara: el viernes pasado, solo quedaban dos metros para que alcanzara su capacidad máxima.
Una erosión imprevista destruyó parte del desagüe principal, circunstancia que este sábado obligó a las autoridades a abrir el desagüe de emergencia, que nunca se había utilizado en los casi 50 años de existencia de esta instalación, la más alta de EE.UU.
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