Agua potable, pan, calzado y productos agrícolas para la elaboración de las hallacas son algunos de los rubros que produce la Comuna Socialista Fabricio Vive ubicada en el sector Gramoven, en Catia
La masificación de la producción popular está orientada a contribuir desde el poder comunal con la superación de la crisis económica inducida por sectores empeñados en destruir el modelo socialista, por lo que fortalecer la cultura del autoabastecimiento es el reto asumido por las empresas del Núcleo de Desarrollo Endógeno Fabricio Ojeda.
Agua mineral, pan, calzado y productos agrícolas son algunos de los rubros que produce la Comuna Socialista Fabricio Vive, ubicada en el sector Gramoven, en Catia, destinada a ser un modelo a seguir por otras organizaciones del Poder Popular en su objetivo de transformar el modelo económico desde el interior de nuestras comunidades.
SIEMBRA URBANA
En la Comuna Socialista Fabricio Vive existen unas 29 unidades productivas familiares y cuatro empresas de producción social comunal, las cuales están comprometidas a impulsar en el oeste de la ciudad de Caracas el Plan de Siembra Urbana, mediante la concreción de conucos productivos que aporten a sus habitantes algunos de los ingredientes necesarios para la elaboración de las hallacas durante la temporada navideña.
Milagros Alfonso, vocera de esta comuna, explicó que en el corto plazo trabajan en apuntalar la producción agrícola de rubros como el pimentón, ají dulce, cebollín y cilantro, de manera que les permita recoger la cosecha los primeros días del mes de diciembre, tal y como lo recomienda el plan 21 Semanas y Media por las Hallacas Agrourbanas.
Alfonso agradeció el apoyo del Gobierno Nacional, que dotó a los Consejos Comunales de la zona de los insumos necesarios para iniciar la siembra de los cuatro rubros priorizados, entre los que se encuentran sistemas para riego, microsasperjadoras, mangueras, carretillas, machetes, tanques de 2 mil litros, picos, así como mil quinientas plántulas de pimentón y ajíes.
Antonia Aldana, vocera del Consejo Comunal Indio Katia, del Barrio Tamanaquito, ubicado en el corredor Fabricio Ojeda de Nuevo Horizonte, comentó que estos conucos, en los que trabajan familias completas de la comunidad, movimientos sociales y hasta las brigadas ecológicas infantiles, forman parte de los tantos proyectos en vías de ejecución que permitirán cumplir con la meta de surtir a la red de distribución de alimentos de la comunidad con productos del campo de primera calidad y libre de aditivos transgénicos, nocivos para la salud.
PAN NUTRITIVO VERSUS PAN ABOMBADO
“El pan zamorano es la propuesta nacional que los panaderos bolivarianos debemos asumir para sacar del inconsciente colectivo las variedades de este producto elaboradas en las panaderías privadas que denominan sus productos con nombres rimbombantes pero que en realidad son elaborados con harina de trigo, sal y levadura, que no garantizan los nutrientes necesarios para cubrir los requerimientos alimenticios de los venezolanos”, así lo explicó Romiwer Martínez, vocero de la Unidad de Producción Familiar (UPF) Alimentos Venezuela.
Martínez, maestro panadero de esta UPF, que funciona en los antiguos galpones de la Coca Cola en Gramoven, destacó que mientras la mayoría de los panes comercializados en panaderías privadas están elaborados con técnicas destinadas a conseguir que el pan se abombe, los hechos por ellos contienen, además de sal, agua, levadura y harina, porciones de manteca, azúcar y vainilla, los cuales garantizan un mayor contenido de nutrientes.
Este proyecto, actualmente en período de prueba, produce diariamente unas quinientas unidades de “pan zamorano” de 250 gramos, las cuales se comercializan a un precio de 250 bolívares debido a que todavía no se encuentran incluidos en la llamada ruta del trigo que da acceso a materia prima subsidiada.
Martínez asegura que esta UPF está destinada a convertirse en una referencia en el oeste de Caracas debido a la calidad y precio de sus productos en el mediano plazo, pues cuentan con el 100% de la maquinaria, por lo que de conseguir el financiamiento necesario y la permisología necesaria, su producción, tomando en cuenta su capacidad instalada, saltaría en una primera etapa a 5.000 panes zamoranos diarios y luego a 10 mil, suficiente para abastecer a gran parte de la parroquia Sucre.
El representante de esta empresa artesanal señaló que para poder aumentar la producción es imprescindible que la Superintendencia Nacional de Silos Almacenes y Depósitos Agrícolas (SADA) les asigne el código que les permita acceder no solo a la harina de trigo sino al aceite, mantequilla, manteca y azúcar, entre otros productos que son utilizados en la elaboración de productos de panadería.
Esta panadería socialista espera contar con el apoyo del Sada, que les permita establecer convenios con las empresas Diana, Monaca y Cargill a fin de canalizar los envíos de la materia prima requerida para la elaboración del pan.
“No solo nos vamos a quedar con el pan salado, sino que abarcaremos otros productos como pan dulce, dulces, hojaldres, masa fácil y tequeños para incorporarlos a las escuelas, comedores escolares, CLAP y mercados de la Misión Alimentación”, dijo.
Finalmente, el joven panadero destacó que los 15 maestros con los que cuenta esta UPF dictarán cursos a jóvenes dentro de la populosas barriadas de la parroquia Sucre para lograr un efecto multiplicador, de manera que la gente pueda hacer pan casero y no tengan que hacer una cola para adquirir un producto de baja calidad como el que ofrecen la mayoría de las panaderías privadas y lo sustituyan por variedades como pan de yuca, de maíz y hasta de quinchoncho.
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