Asunción, 14 sep (PL) La investigación sobre un supuesto plan para atentar contra el presidente paraguayo, Horacio Cartes, aún no avanza porque hoy siguen sin aparecer datos concretos para sustentar la denuncia.
Esta fue hecha pública a principios de mes por el titular de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Hugo Vera, e inmediatamente el fiscal general del Estado, Javier Díaz, ordenó la pesquisa de oficio.
A la fecha, los dos fiscales encargados de las averiguaciones afirman no tener argumentos sólidos sobre ese intento de asesinato revelado por el jefe de la Senad y corroborado después por el ministro del Interior, Francisco de Vargas.
En su momento Vera se refirió a informaciones acerca de que el narcotraficante brasileño Jarvis Chimenes Pavão ofreció cinco millones de dólares para contratar sicarios de su nacionalidad que ultimaran a Cartes y miembros de su familia.
Explicó que hacía un tiempo todas las fuentes manejaban rumores sobre una desestabilización en el orden público, intensificadas en días anteriores por ciertos indicios descubiertos.
Informaciones manejadas por las autoridades apuntaban a que elementos de organizaciones criminales están ingresando al país, aunque eso no es extraño por lo habitual, mientras resultan llamativos los hechos de inestabilidad en los penales nacionales.
Recientemente el capo Pavão fue trasladado a la Agrupación Especializada de la Policía Nacional desde la capitalina cárcel de Tacumbú, principal del país.
En Tacumbú, el jefe mafioso cumplía hace dos años condena por delito de menor envergadura, como lavado de dinero, en comparación con la amplia hoja criminal por la cual lo requiere la Justicia de su país, incluidos cargos por narcotráfico y homicidios.
En la prisión paraguaya Pavão gozaba de beneficios como persona muy importante y por ello el movimiento afectó sus intereses, dijo en aquella ocasión a una radio local el ministro de Vargas.
'Los informes son de buena fuente, se hizo un previo análisis y son fundados. Obviamente no podemos socializar (divulgar) muchas informaciones, pero tienen que ver con la posibilidad de atentado y desestabilización', afirmó.
De Vargas agregó que por ello fue decretada una alerta en el ámbito de la seguridad, tanto del presidente de la República como de otras altas autoridades.
El diario ABC Color opinó cuando se supo sobre el plan cómo resultaba llamativo que los altos funcionarios gubernamentales lo develaran en un delicado contexto político.
Otro hecho que llama la atención -agregó el periódico-, como si se quisiera impulsar una suerte de distracción, es que tanto De Vargas como Vera dijeron que la información se manejaba hace tiempo, pero recién trascendió.
Recordó que ese era un momento cuando la política de seguridad del mandatario era bastante cuestionada, tras el ataque con saldo de ocho militares muertos o los casos de corrupción dentro de las Fuerzas Militares.
Lo cierto ahora es que la Fiscalía parece estar un tanto despistada al no poder recopilar datos concretos sobre la supuesta amenaza, o tal vez no quiera revelarlos.
arc/jf
A la fecha, los dos fiscales encargados de las averiguaciones afirman no tener argumentos sólidos sobre ese intento de asesinato revelado por el jefe de la Senad y corroborado después por el ministro del Interior, Francisco de Vargas.
En su momento Vera se refirió a informaciones acerca de que el narcotraficante brasileño Jarvis Chimenes Pavão ofreció cinco millones de dólares para contratar sicarios de su nacionalidad que ultimaran a Cartes y miembros de su familia.
Explicó que hacía un tiempo todas las fuentes manejaban rumores sobre una desestabilización en el orden público, intensificadas en días anteriores por ciertos indicios descubiertos.
Informaciones manejadas por las autoridades apuntaban a que elementos de organizaciones criminales están ingresando al país, aunque eso no es extraño por lo habitual, mientras resultan llamativos los hechos de inestabilidad en los penales nacionales.
Recientemente el capo Pavão fue trasladado a la Agrupación Especializada de la Policía Nacional desde la capitalina cárcel de Tacumbú, principal del país.
En Tacumbú, el jefe mafioso cumplía hace dos años condena por delito de menor envergadura, como lavado de dinero, en comparación con la amplia hoja criminal por la cual lo requiere la Justicia de su país, incluidos cargos por narcotráfico y homicidios.
En la prisión paraguaya Pavão gozaba de beneficios como persona muy importante y por ello el movimiento afectó sus intereses, dijo en aquella ocasión a una radio local el ministro de Vargas.
'Los informes son de buena fuente, se hizo un previo análisis y son fundados. Obviamente no podemos socializar (divulgar) muchas informaciones, pero tienen que ver con la posibilidad de atentado y desestabilización', afirmó.
De Vargas agregó que por ello fue decretada una alerta en el ámbito de la seguridad, tanto del presidente de la República como de otras altas autoridades.
El diario ABC Color opinó cuando se supo sobre el plan cómo resultaba llamativo que los altos funcionarios gubernamentales lo develaran en un delicado contexto político.
Otro hecho que llama la atención -agregó el periódico-, como si se quisiera impulsar una suerte de distracción, es que tanto De Vargas como Vera dijeron que la información se manejaba hace tiempo, pero recién trascendió.
Recordó que ese era un momento cuando la política de seguridad del mandatario era bastante cuestionada, tras el ataque con saldo de ocho militares muertos o los casos de corrupción dentro de las Fuerzas Militares.
Lo cierto ahora es que la Fiscalía parece estar un tanto despistada al no poder recopilar datos concretos sobre la supuesta amenaza, o tal vez no quiera revelarlos.
arc/jf
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