Roma, 17 sep (PL) El precario estado de la economía y la insatisfacción con los resultados de la recién concluida cumbre de la Unión Europea (UE) en Bratislava fueron los temas predominantes esta semana en Italia.
A la preocupación por el deterioro de la situación económica se unió Cofindustria, la organización empresarial más importante del país, a través de un informe de su centro de estudios según el cual, en el contexto actual de creciente turbolencia global, la economía italiana presenta una debilidad superior a la esperada.
Bajo el título 'Los retos de la política económica', el documento describe un panorama sombrío con revisiones a la baja de las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año y el próximo, con 0,7 y 0,5 por ciento, respectivamente.
De acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadísticas, el crecimiento en el segundo trimestre de este año fue nulo, con pronósticos similares para los tres meses siguientes.
En tales circunstancias el gobierno avanza en el diseño del presupuesto para 2017 con poco margen de maniobra para controlar el déficit fiscal por debajo del 1,8 por ciento del PIB exigido por la Comisión Europea, en correspondencia con el Pacto de estabilidad y crecimiento del esquema de integración regional.
La inflexibilidad de la CE, respaldada por Alemania, irrita al gobierno italiano y su primer ministro Matteo Renzi, quien reclama una mayor comprensión para recolocar al continente en la senda del crecimiento, teniendo en cuenta contingencias como el sismo que devastó la región central de este país hace apenas dos semanas.
'La estabilidad de nuestros hijos es más importante que las reglas', dijo Renzi la víspera en Bratislava, durante la cumbre de la UE.
Al referirse a los resultados de la cita cimera, el primer ministro los describió como 'un paso de avance, pero pequeño' y añadió que 'sin modificar su política sobre economía e inmigración, Europa arriesga mucho'.
Debido a sus discrepancias con la canciller germanofederal, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande, sobre estos aspectos, Renzi se ausentó de la conferencia de prensa ofrecida por ambos al concluir la cumbre, hecho profusamente abordado por los principales medios italianos de comunicación.
lam/fgg
Bajo el título 'Los retos de la política económica', el documento describe un panorama sombrío con revisiones a la baja de las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año y el próximo, con 0,7 y 0,5 por ciento, respectivamente.
De acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadísticas, el crecimiento en el segundo trimestre de este año fue nulo, con pronósticos similares para los tres meses siguientes.
En tales circunstancias el gobierno avanza en el diseño del presupuesto para 2017 con poco margen de maniobra para controlar el déficit fiscal por debajo del 1,8 por ciento del PIB exigido por la Comisión Europea, en correspondencia con el Pacto de estabilidad y crecimiento del esquema de integración regional.
La inflexibilidad de la CE, respaldada por Alemania, irrita al gobierno italiano y su primer ministro Matteo Renzi, quien reclama una mayor comprensión para recolocar al continente en la senda del crecimiento, teniendo en cuenta contingencias como el sismo que devastó la región central de este país hace apenas dos semanas.
'La estabilidad de nuestros hijos es más importante que las reglas', dijo Renzi la víspera en Bratislava, durante la cumbre de la UE.
Al referirse a los resultados de la cita cimera, el primer ministro los describió como 'un paso de avance, pero pequeño' y añadió que 'sin modificar su política sobre economía e inmigración, Europa arriesga mucho'.
Debido a sus discrepancias con la canciller germanofederal, Angela Merkel, y el presidente francés, Francois Hollande, sobre estos aspectos, Renzi se ausentó de la conferencia de prensa ofrecida por ambos al concluir la cumbre, hecho profusamente abordado por los principales medios italianos de comunicación.
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