Al quedar desarticulada en Boyacá la principal fuerza realista de Nueva Granada, el resto de las fuerzas abandonaron sus apostamientos, salvo las establecidas en Cartagena y cuerpos del Magdalena.
El 7 de agosto de 1819 el Libertador Simón Bolívar derrotó en el Puente de Boyacá a las fuerzas realistas comandadas por José María Barreiro, liberando Nueva Granada, que pasó a constituirse, con su capital en Bogotá, en el centro de su actuación continental y, junto con Angostura, en lugar de acopio de recursos para la empresa militar de la Emancipación. Con el triunfo en Boyacá se ha de configurar el nuevo Estado, la Gran Colombia, que presenta a Simón Bolívar como jefe de una República que defiende su integridad frente a una fuerza extranjera, el ejército español.
LA CAMPAÑA
Luego de adentrarse en Apure, el Libertador expone el 23 de mayo de 1819 a sus oficiales el proyecto de dirigirse con el ejército hacia el otro lado de los Andes, para sorprender y llevar la guerra a territorio neogranadino. Aprobada la idea, la fuerza de 2 mil 186 patriotas, tras pasar por Guasdualito, cruza el río Arauca el día 4 de junio. Toma así el Libertador una de las decisiones mas audaces de su vida.
BARRERA NATURAL
Evitando Bolívar los puestos de vigilancia de las vías usuales para acceder al otro lado de la cordillera andina, que dan con el Sogamoso y el centro de Nueva Granada, resolvió tomar el camino inusual y escarpado de Pisba, que le llevaba de Tame a Pore y de aquí a Paya. Los republicanos recorrieron en medio de aguaceros constantes unos 600 kiómetros, cruzando el Arauca, pasando el Casanare hasta el pie de la cordillera e iniciando el ascenso a la cordillera por la ruta de Pisba. Así, la sorpresa de esta ruta fue clave en la victoria final de la campaña.
PAYA-GÁMEZA-VARGAS
Al llegar a Paya, la avanzada patriota desbandó una fuerza de 300 realistas. Al tocar en Socha, ya del otro lado del Páramo, Bolívar dispone un descanso de cuatro días. Sin embargo, ordena una inspección de la zona. Ya enterado Barreiro en Sogamoso de la llegada de Bolívar concentra sus fuerzas. El 11 de julio liberaron los patriotas el puente de Gámeza. Percatándose el Libertador de los designios de Barreiro, apura el paso para cortarle el camino hacia Bogotá. Y el 25 se da un difícil combate en Pantano de Vargas, donde una virtual derrota de los patriotas pudo revertirse por la agilidad de Bolívar de estar en todos los puntos, y por la resuelta acometida de la caballería de Juan José Rondón.
BOYACÁ
A las dos de la tarde del 7 de agosto de 1819 la vanguardia patriota al mando de Francisco de Paula Santander alcanza a la realista, la que almorzaba en el Puente de Boyacá. Ante lo sorpresivo del combate, algunos pocos realistas logran cruzarlo. El grueso de la tropa realista quedó interceptado por la infantería de José Antonio Anzoátegui, la cual actuó como cuña entre vanguardia y retaguardia enemiga. La celeridad de Anzoátegui impidió que la vanguardia española recibiese refuerzos del centro y la reserva, lo que determinará el resultado final de jornada, por cuanto tras dos horas de combate, al hallarse dividida la fuerza realista en dos alas, el combate se escenificaría en dos lugares; uno en el Puente de Boyacá, cuyo control era objetivo era estratégico para ambos bandos, por abrir el camino a la capital; y el otro la planicie, hacia el camino de Samacá.
EL RESULTADO
Al quedar desarticulada en Boyacá la principal fuerza realista de Nueva Granada, el resto de las fuerzas, salvo las establecidas en Cartagena y cuerpos del Magdalena, temiendo la represalia de los republicanos abandonaron sus apostamientos, como hizo el virrey Juan de Sámano en Bogotá, quien fuertemente protegido abandonó la capital buscando el puerto de Buenaventura, en el Pacífico neogranadino, para viajar a Quito. Con Boyacá el nombre de Bolívar comienza a ser nombrado en Europa y América entre los grandes paladines de la historia.
T/Néstor Rivero
F/Archivo CO
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