Se debe aprovechar hasta el máximo la materia prima
Las harinas de soya y girasol son unos de los subproductos que más se usan en la alimentación animal en el mundo. Ambas semillas oleaginosas se destacan por conservar propiedades nutricionales luego de ser procesadas en la extracción de aceite comestible.
“La soya es considerada la fuente de proteína para la alimentación animal más importante y eficiente del mundo. Contiene un balance ideal de aminoácidos, de allí su amplia utilización en la formulación de alimentos balanceados para animales”, expresó Antonio Rodríguez, Vicepresidente de Coposa, actualmente la única empresa en el país con la capacidad de procesar las semillas de soya y girasol para la producción de aceites comestibles.
Más del 90% de la semilla de soya producida en el mundo es utilizada en la alimentación animal. Su uso en combinación con otros cereales, permite la producción de un alimento ideal para las aves, cerdos, ganado y caballos, satisfaciendo la mayoría de nutrientes requeridos por estos animales.
“La harina de soya que comercializamos en Coposa, es el producto residual tostado y molido, resultante del procesamiento industrial de la semilla, de la que se ha extraído la mayor parte del aceite. No tiene una forma de presentación de venta y se despacha a granel según los requerimientos de nuestros clientes”, agregó Rodríguez.
También la cascarilla de soya, subproducto del proceso de limpieza y preparación de la semilla, antes de la fase de extracción, tienen utilidad en la formulación de alimentos. La harina de girasol en Coposa proviene también de la semilla descascarada que ha sido utilizada para extraerle el aceite. Es un excelente alimento para ser incluido en las dietas del ganado vacuno, cerdos, aves y caballos por su importante aporte proteico y de fibra. Todos estos productos son comercializados y despachados a granel por Coposa a través de su Gerencia de División Ventas Industriales en Acarigua, Estado Portuguesa.
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