Sacudón o
Voluntad Política, guayabera de lino roja.
Por: Ricardo Abud
Por: Ricardo Abud
En la transición del capitalismo al socialismo media un
periodo de trasformación política, económica y social, el cual describía Marx
como la Dictadura del Proletariado, dadas las circunstancias y el carácter
dialéctico de la sociedad, Venezuela entra en nueva era política a través de un proceso eleccionario
que desarrolla realidades muy particulares en ese proceso de cambio.
La lógica del capital queda plasmada en nuestra constitución,
constitución que se quiso reformar, y gracias al empeño, al egoísmo e
ingenuidad política de nuestros diputados (as) al exacerbar los cambios, se
llevó a consulta y fue rechazada, siendo la única derrota que tenemos entre
todas las victorias electorales.
La reforma del estado planteada constitucionalmente fue
postergada y se dio paso a la creación de las Misiones, con el objetivo de
enfrentar la hipertrofia e ineficiencia
del estado y sus instituciones, plagadas de burocratismo y una
tecnocracia propias del estado burgués, que se resisten a desaparecer ante el
desarrollo de la revolución bolivariana.
No hay, ni ha habido voluntad política para refundar el
estado, ni siquiera con el intento tímido del llamado SACUDÓN y del nuevo
enroque ministerial. A Chávez le faltó tiempo para ello, sin embargo marcó un
rumbo en ese maravilloso documento como lo es el Plan de la Patria y sus cinco
ejes fundamentales, que a su vez constituyen su legado político. Su adecuación
y ejecución es sólo voluntad política, lamentablemente se carece de ello.
Hoy, la autocrítica que debería ser una herramienta para
fortalecer el proceso político del estado venezolano, se ha satanizado en dos vertientes:
una dirigida a convertir su ejercicio en una traición, y la otra ha derivado en
temor, siendo que es una fuente de adulación, sin puntos de inflexión sobre el
compromiso que hoy debe de prevalecer en nuestra sociedad, y que también es
asumida con prepotencia, donde desacreditar y descalificar es el recurso más
fácil para evadirla. La
erudición trasnochada e imberbe de los que critican, la crítica, no los hace
más revolucionarios, su ADN este impregnado de ignorancia y de la más rancia
anarquía radical de la derecha. Son esos, los revolucionarios que se jactan de
lucir una buena guayabera roja de lino en las concentraciones, y que jamás
entenderán lo que significa EL PODER
POPULAR y lo que significa en esencia para desmontar el estado burgués,
enfrentar la guerra económica y la batalla de las ideas. Tarea nada fácil,
cuando adolecemos de un partido político incapaz de enfrentar el reto de
preparar a sus cuadros en el campo ideológico y limitarse solamente a la
estructura electoral.
Seguí con detenimiento la alocución presidencial, luego del
organigrama con la estructura propuesta, comenzó la rotación de ministros
(pareciera que estamos frente a un programa para identificar la vocación
ministerial de los hombres de confianza de ese entorno presidencial, de los
intocables, ya que si no sirven en un ministerio lo pasamos a otro a ver si
allí encuentran su verdadera vocación para servir al país), algo a lo que ya
estamos acostumbrados, es como el sello inequívoco de la revolución: rotar
ministros y darle mayores responsabilidades a desempeños ineficientes; usted es
ministro, presidente de un instituto autónomo, novio de la madrina y cuarto
bate. Quieren hacernos entender que no HAY MAS NADIE EN EL PAIS, no sólo
preparado profesionalmente para enfrentar el reto de refundar HOY al estado
venezolano, sino que también estos ministros son los únicos COMPROMETIDOS CON LA REVOLUCIÓN, de ese
grupito cerrado no hay nadie más. La pregunta es si verdaderamente estos
compañeros están seriamente comprometidos con la revolución, ¿es que acaso la
ineficiencia no es una forma de corrupción?
Solo uno de sus cambios ha generado mucha polémica, la remoción
del compañero Rafael Ramírez, mas allá de pensar si ha sido una decisión acertada
o errónea, solo me limito a expresar que ha sido el único ministro que ocupo
una sola cartera ministerial en una década, eso debe llamarnos a la reflexión,
su lealtad y compromiso ha debido ser a toda prueba, ya que la confianza
depositada por nuestro eterno comandante Chávez en él, fue total, de lo contrario
hubiese sido un hombre de rotación infinita en el tren ministerial o
simplemente execrado. Ninguno de los dos casos ocurrio.
Algunos ministerios bajo la tutela de muchos de estos
compañeros (no todos) siguen siendo un desastre total, por mucho que trabajen,
el problema fundamental es voluntad política para resolver y enfrentar los
problemas, el compromiso político con la revolución bolivariana y el legado de
Chávez, el no entender el momento político-económico-social que vivimos y lo
más triste es su escasa formación ideológica para afrontar la batalla de las
ideas, con esto no quiero decir que es fácil enfrentar la estructura
organizacional heredada de la cuarta república, el enquistamiento de la
burocracia y la tecnocracia, las mafias de los sindicatos, las leyes que
amparan al funcionario público ineficiente, así como a directores y gerentes
que sólo viven para el lucro personal, la corrupción que es dueña de todas las
instancias del poder, bajo la mirada cómplice de quien lleva el liderazgo en
esos ministerios que en ocasiones promueven. ¿Hasta cuándo se debe seguir
premiando la ineptitud y el indecoro? Lamentablemente no hay síntomas hacia el
cambio.
Es ahí cuando vemos a un gerente (debe aplicársele todo el
peso de ley) de un bicentenario que no es más que el chinito del nuevo RECADI,
los dueños del circo se han llevado más de 20 mil millones de dólares sin que
hasta ahora haya un solo preso y luego de tanta presión se haya publicado parte
de la lista de esos ladrones que desangraron al país. ¿Dónde están los
funcionarios públicos y los ministros que aprobaron inmensas cantidades de
divisas, los cuales seguro recibieron un pedazo muy grande de la torta? Siguen
libres y muchos hoy continúan en sus cargos vistiendo guayaberas rojas de lino en
las concentraciones.
El pueblo que ha apoyado esta nueva fase de la revolución, ve
con mucha preocupación el desempeño del gobierno, las prácticas cuarto
republicanas que a la sombra manejan el poder: muchos hoy se preguntan sobre el
aumento desproporcionado del servicio eléctrico en el país, un ministro que ha
hecho uso de los medios de comunicación hasta el cansancio, no tuvo la
gentileza, la moral de decirle al país: HEMOS
AUMENTADO EL SERVICIO ELÉCTRICO, sólo hemos visto que en nuestras facturas
el aumento es del 100%, y se espera otro ajuste, el primero lo realizaron el 19
de julio de acuerdo a los operadores de Corpoelec. “Nos madrugaron” es la
expresión de muchos usuarios.
Los pactos con la derecha empresarial de Venezuela siguen su
curso, nuevos ajustes en los alimentos y productos de primera necesidad, hay
escasez de muchos rubros, según porqué no hay materia prima para su
elaboración, tan pronto se hagan públicos los ajustes, por arte de magia
aparecerá la materia prima y con ello el producto terminado… cuanto chantaje
hemos de tolerar.
Por otro lado, existe un decreto de inamovilidad laboral y el
estado venezolano a través de sus instituciones es el primer violador de este
decreto, un estado dirigido por un compañero proveniente de la clase
trabajadora, sus ministros y funcionarios de alto rango se lavan la boca con
este decreto: Maduro manda en Miraflores, yo aquí. Podría pasar todo el día
escribiendo sobre todo lo que debemos corregir para avanzar, pero ya en lo
individual muchos compañeros han escrito al respecto.
Compañero presidente Nicolás, con mucha humildad me permito
decirle, que lo de ayer no era lo que esperábamos de usted, se esperaban
cambios transcendentales y estructurales en todas las esferas del poder, ha
desperdiciado una oportunidad histórica muy grande, usted tiene a un pueblo a
su lado y no ha sabido interpretarlo, usted nos ha pedido ayuda y no ha dejado
ayudarse, el pueblo consciente y revolucionario hubiese apoyado medidas más
radicales y la incorporación completa del poder popular, más allá de las
mezquindades y miserias de los factores de poder o grupos que hacen vida
política en nuestro país al lado de la revolución, si no hay voluntad política
para cambiar su gabinete de manera radical, menos puede haber voluntad política
para cambiar al país.
Miraflores ya debe tener una visión clara del impacto del
tenue SACUDÓN, ya las salas situacionales
deben haber hecho el trabajo de campo, aunque no se quiera escuchar la
verdad, debe entenderla y evaluarla muy bien compañero presidente Nicolás.
Al margen de la crítica constructiva, muchas han sido las
propuestas que se han presentado, en el entendido que la incorporación del
Poder Popular en todas las instancias de los poderes públicos que sean relevantes
y susceptibles en el ámbito económico, político y social, como única garantía de desmontar al estado burgués,
desmantelar toda la estructura burocrática y tecnocrática que mantiene
ineficiente a la administración pública, hacer del PSUV un partido donde
prevalezca la democracia participativa y no las imposiciones, prioridad en la formación
de cuadros (el PCV tiene mucha experiencia en este tema) en lo ideológico-político,
así como en materia internacional, renovación de todo el aparato ministerial y
cuadros del primer nivel, después de un proceso de evaluación que permita
corregir los errores y avanzar hacia la reestructuración del estado, combatir
la corrupción con eficiencia y sin prejuicios en todos niveles.
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