Una reflexión Comandante a pocas horas de las elecciones.
Por: Ricardo Abud.
Recordado Comandante, el domingo vamos a una nueva batalla electoral, las elecciones municipales, tú eres nuevamente, el gran ausente, el guía, el equilibrio.Te comento que han decretado ese día, el Día del legado y la lealtad a ti.
¿Sabes algo? Pienso salir al toque de diana, como siempre nos instruiste a votar, mi voto será para los candidatos de la revolución (no pienso distraerte con concepciones o diferencias que puedo tener en relación a nuestros candidatos). No necesito que hayan decretado ese día como el día de la lealtad hacia ti, lo voy hacer por conciencia, conciencia revolucionaria, aquella que me enseñaron los libros de Marxismo y tú reforzabas con tus enseñanzas a través de tus largas cadenas televisivas, para muchos muy incomodas, para otros reconfortantes y llena de mucha reflexión del norte que trazaste y hemos de seguir.
Hoy más que nunca tu recuerdo sigue creciendo en mi corazón, aprendí a quererte, no como un padre a un hijo, nada que ver, aprendí a quererte como un hermano de lucha, un hermano mayor, imprescindible en tantas batallas que libramos bajo tu liderazgo. Aun hoy las lágrimas brotan solas cuando tu recuerdo se apodera de mi alma, me pregunto por qué te fuiste después de darnos la victoria más emocionante que pueblo alguno pueda recordar, una victoria aplastante contra esos factores que pretenden aun robarnos nuestros sueños.
No dejo de pensarte ante situaciones difíciles que nos ha tocado vivir después de tu partida, las elecciones donde el compañero Nicolás Maduro ganó las elecciones presidenciales. Nunca dude de tu ojo clínico, así como de tu decisión de elegirlo presidente de la república en caso de que tú faltaras.
El compañero Nicolás no la ha tenido muy fácil, se dejó tomar mucha delantera ante una guerra económica que estaba desangrando al país, gracias a Dios pudo reaccionar y comenzó la ofensiva revolucionaria para desmontar nuevamente el peligro que representan esos factores políticos apátridas que no quieren a nuestra Venezuela amada. Considero que el compañero Nicolás debe reforzar la ofensiva con la preparación política, activar ese elefante blanco que se llama PSUV, un aparato que sólo ha servido como motor de elecciones, más no de la preparación lógica y universal en el plano político a nuestra militancia, se sigue olvidando algo tan vital e importante para consolidar a la revolución que tú pariste desde el alma.
¿De qué han servido muchos de los programas que tú adelantaste, si hoy esa militancia no los profundiza? Te voy a dar un sólo ejemplo, las areperas que tú con tanto fervor y pasión implementaste, hoy se pierden en la desidia de aquellos encargados de darle vida. ¿Sabes qué paso? a mi modo de ver, la falta de preparación política los entrampó en el sueño de la desidia. En ocasiones acudía a esas areperas, hasta que entendí, que los que trabajan en esos centros, pensaban que me hacían un favor vendiéndome una de esas arepas a 7 bolívares, de verdad que no me hacían un favor, pero así me lo hacían sentir. Hugo, qué arrecho es sentirse tan mal por el precario servicio que nos dispensan es algunos de esos centros, no hay conciencia en sus empleados, el deber ser NO EXISTE.
¿Sabes algo? No sé qué ha pasado con Lácteos los Andes, tengo tiempo que no veo un litro de leche en los anaqueles de bodegas o panaderías, tampoco sé que ha pasado con las empresas de harina pan, aquellas que la revolución bolivariana, ayudó y puso al servicio de tu pueblo. Me gustaría mucho comentarte sobre la guerra económica que casi nos lleva al olvido, pero considero hoy irrelevante, pero debo decirte que la desidia de muchos funcionarios públicos y su asociación con el delito que tanto combatiste, como lo es la corrupción, contribuyó a que esos degenerados nos defalcaran nuestro bolsillo por 10 largos meses. Hoy el compañero Nicolás ha tomado el toro por los cuernos y junto a tu pueblo, está dando esa batalla para combatir la especulación y la corrupción.
Se siente a un compañero Nicolás más centrado y consciente de radicalizar no sólo el discurso, sino en acciones también, eso es bueno, pero debe ser constante y dejar de sentarse con la derecha apátrida, con ellos es imposible negociar, es absurdo e ilógico sentarse con el enemigo en una misma mesa para explicarle que no deben seguir jodiendo al pueblo.
¿Qué les interesa a ellos el pueblo? Si no somos más que unos miserables de acuerdo a su lógica del capital. Quiero que sepas que cada vez que te veo en la televisión siento mucha nostalgia, y la pregunta que me viene a la mente tiene que ver mucho con la forma tan intempestiva en que nos abandonaste, me surgen muchas preguntas que estoy seguro la Historia se encargará de responderme. Creo firmemente en la voluntad que tenías de vivir, siento que los agentes del mal tienen mucho que ver con tu desaparición física, te repito, la Historia se encargará de dar repuestas a esas interrogantes, tal vez no esté en el mundo terrenal cuando se develen, es probable que tú nos reveles la verdad en ese lugar en el cual hoy te encuentras, donde el sueño eterno te ha cubierto de gloria.
Seguiré luchando, querido comandante Chávez, seguiré insistiendo ante la indolencia y desidia de aquellos que quieren mantener una revolución sin preparar a nuestro pueblo ideológica y políticamente. No basta con entregarles una casa digna, hacer de sus vida algo más sencillo, dar oportunidades y condiciones para seguir avanzando en este largo camino hacia una sociedad más justa, donde la justicia social y la inclusión sean la prioridad, donde podamos descentralizar las acciones del gobierno central, regional y municipal y darle al pueblo, como derecho básico y fundamental, tareas que complementen a nuestra revolución, darle competencias y responsabilidad en tareas de gobierno, en el entendido de que si no cumplen con honestidad y lealtad hacia ese colectivo, deberán asumir sus culpas y su responsabilidad ante la Historia.
De nada servirá exigirles resultados sino los hemos preparado para darles esas competencias. Por hoy me despido de ti, no sin antes decirte que el domingo te daremos una victoria más en ese proceso de consolidación del socialismo, socialismo que muchos que lo pregonan lo hacen sin entenderlo en esencia, es lamentable pero es la verdad absoluta. Ilumina, donde quieras que estés, a nuestro compañero Nicolás, explícale, por favor, que no pueden seguir en el gobierno aquellos que tú defenestraste por ser enemigos de los cambios que tu querías para nuestra Venezuela, no puede mantener dentro de su gabinete a ministros que se cansaron de joder a la revolución bolivariana, mucho menos a personas contrarias al ideal bolivariano y al carácter socialista de nuestra revolución, en altos cargos del gobierno.
Sé que el compañero Nicolás está haciendo un esfuerzo muy grande por sacar adelante el legado que nos dejaste, pero entiendo que hay mucha resistencia ante los cambios por personas que sólo quieren alimentar sus cuentas en los banco extranjeros centralizando el robo del erario público. Desde donde te encuentres sé que no nos has abandonado, tu mirada aún se siente como una espada de justicia ante aquellos que no terminan de entender la palabra SOCIALISMO y siguen lucrándose como depredadores de la maldad. La victoria que te daremos el domingo será contundente, algunos no participarán, pero creo en el pueblo, tu pueblo y en la refundación de la patria que nos legaste.
No hay nada más excluyente que ser pobre.
Patria socialista, viviremos y venceremos.
Por: Ricardo Abud.
Recordado Comandante, el domingo vamos a una nueva batalla electoral, las elecciones municipales, tú eres nuevamente, el gran ausente, el guía, el equilibrio.Te comento que han decretado ese día, el Día del legado y la lealtad a ti.
¿Sabes algo? Pienso salir al toque de diana, como siempre nos instruiste a votar, mi voto será para los candidatos de la revolución (no pienso distraerte con concepciones o diferencias que puedo tener en relación a nuestros candidatos). No necesito que hayan decretado ese día como el día de la lealtad hacia ti, lo voy hacer por conciencia, conciencia revolucionaria, aquella que me enseñaron los libros de Marxismo y tú reforzabas con tus enseñanzas a través de tus largas cadenas televisivas, para muchos muy incomodas, para otros reconfortantes y llena de mucha reflexión del norte que trazaste y hemos de seguir.
Hoy más que nunca tu recuerdo sigue creciendo en mi corazón, aprendí a quererte, no como un padre a un hijo, nada que ver, aprendí a quererte como un hermano de lucha, un hermano mayor, imprescindible en tantas batallas que libramos bajo tu liderazgo. Aun hoy las lágrimas brotan solas cuando tu recuerdo se apodera de mi alma, me pregunto por qué te fuiste después de darnos la victoria más emocionante que pueblo alguno pueda recordar, una victoria aplastante contra esos factores que pretenden aun robarnos nuestros sueños.
No dejo de pensarte ante situaciones difíciles que nos ha tocado vivir después de tu partida, las elecciones donde el compañero Nicolás Maduro ganó las elecciones presidenciales. Nunca dude de tu ojo clínico, así como de tu decisión de elegirlo presidente de la república en caso de que tú faltaras.
El compañero Nicolás no la ha tenido muy fácil, se dejó tomar mucha delantera ante una guerra económica que estaba desangrando al país, gracias a Dios pudo reaccionar y comenzó la ofensiva revolucionaria para desmontar nuevamente el peligro que representan esos factores políticos apátridas que no quieren a nuestra Venezuela amada. Considero que el compañero Nicolás debe reforzar la ofensiva con la preparación política, activar ese elefante blanco que se llama PSUV, un aparato que sólo ha servido como motor de elecciones, más no de la preparación lógica y universal en el plano político a nuestra militancia, se sigue olvidando algo tan vital e importante para consolidar a la revolución que tú pariste desde el alma.
¿De qué han servido muchos de los programas que tú adelantaste, si hoy esa militancia no los profundiza? Te voy a dar un sólo ejemplo, las areperas que tú con tanto fervor y pasión implementaste, hoy se pierden en la desidia de aquellos encargados de darle vida. ¿Sabes qué paso? a mi modo de ver, la falta de preparación política los entrampó en el sueño de la desidia. En ocasiones acudía a esas areperas, hasta que entendí, que los que trabajan en esos centros, pensaban que me hacían un favor vendiéndome una de esas arepas a 7 bolívares, de verdad que no me hacían un favor, pero así me lo hacían sentir. Hugo, qué arrecho es sentirse tan mal por el precario servicio que nos dispensan es algunos de esos centros, no hay conciencia en sus empleados, el deber ser NO EXISTE.
¿Sabes algo? No sé qué ha pasado con Lácteos los Andes, tengo tiempo que no veo un litro de leche en los anaqueles de bodegas o panaderías, tampoco sé que ha pasado con las empresas de harina pan, aquellas que la revolución bolivariana, ayudó y puso al servicio de tu pueblo. Me gustaría mucho comentarte sobre la guerra económica que casi nos lleva al olvido, pero considero hoy irrelevante, pero debo decirte que la desidia de muchos funcionarios públicos y su asociación con el delito que tanto combatiste, como lo es la corrupción, contribuyó a que esos degenerados nos defalcaran nuestro bolsillo por 10 largos meses. Hoy el compañero Nicolás ha tomado el toro por los cuernos y junto a tu pueblo, está dando esa batalla para combatir la especulación y la corrupción.
Se siente a un compañero Nicolás más centrado y consciente de radicalizar no sólo el discurso, sino en acciones también, eso es bueno, pero debe ser constante y dejar de sentarse con la derecha apátrida, con ellos es imposible negociar, es absurdo e ilógico sentarse con el enemigo en una misma mesa para explicarle que no deben seguir jodiendo al pueblo.
¿Qué les interesa a ellos el pueblo? Si no somos más que unos miserables de acuerdo a su lógica del capital. Quiero que sepas que cada vez que te veo en la televisión siento mucha nostalgia, y la pregunta que me viene a la mente tiene que ver mucho con la forma tan intempestiva en que nos abandonaste, me surgen muchas preguntas que estoy seguro la Historia se encargará de responderme. Creo firmemente en la voluntad que tenías de vivir, siento que los agentes del mal tienen mucho que ver con tu desaparición física, te repito, la Historia se encargará de dar repuestas a esas interrogantes, tal vez no esté en el mundo terrenal cuando se develen, es probable que tú nos reveles la verdad en ese lugar en el cual hoy te encuentras, donde el sueño eterno te ha cubierto de gloria.
Seguiré luchando, querido comandante Chávez, seguiré insistiendo ante la indolencia y desidia de aquellos que quieren mantener una revolución sin preparar a nuestro pueblo ideológica y políticamente. No basta con entregarles una casa digna, hacer de sus vida algo más sencillo, dar oportunidades y condiciones para seguir avanzando en este largo camino hacia una sociedad más justa, donde la justicia social y la inclusión sean la prioridad, donde podamos descentralizar las acciones del gobierno central, regional y municipal y darle al pueblo, como derecho básico y fundamental, tareas que complementen a nuestra revolución, darle competencias y responsabilidad en tareas de gobierno, en el entendido de que si no cumplen con honestidad y lealtad hacia ese colectivo, deberán asumir sus culpas y su responsabilidad ante la Historia.
De nada servirá exigirles resultados sino los hemos preparado para darles esas competencias. Por hoy me despido de ti, no sin antes decirte que el domingo te daremos una victoria más en ese proceso de consolidación del socialismo, socialismo que muchos que lo pregonan lo hacen sin entenderlo en esencia, es lamentable pero es la verdad absoluta. Ilumina, donde quieras que estés, a nuestro compañero Nicolás, explícale, por favor, que no pueden seguir en el gobierno aquellos que tú defenestraste por ser enemigos de los cambios que tu querías para nuestra Venezuela, no puede mantener dentro de su gabinete a ministros que se cansaron de joder a la revolución bolivariana, mucho menos a personas contrarias al ideal bolivariano y al carácter socialista de nuestra revolución, en altos cargos del gobierno.
Sé que el compañero Nicolás está haciendo un esfuerzo muy grande por sacar adelante el legado que nos dejaste, pero entiendo que hay mucha resistencia ante los cambios por personas que sólo quieren alimentar sus cuentas en los banco extranjeros centralizando el robo del erario público. Desde donde te encuentres sé que no nos has abandonado, tu mirada aún se siente como una espada de justicia ante aquellos que no terminan de entender la palabra SOCIALISMO y siguen lucrándose como depredadores de la maldad. La victoria que te daremos el domingo será contundente, algunos no participarán, pero creo en el pueblo, tu pueblo y en la refundación de la patria que nos legaste.
No hay nada más excluyente que ser pobre.
Patria socialista, viviremos y venceremos.
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