Quito, 21 ago (PL) El presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió que persiste hoy la amenaza de intervención del Reino Unido en la Embajada de este país en Londres para arrestar al australiano Julian Assange, fundador de Wikileaks.
"Lo dijeron por escrito. En todo caso el Reino Unido no se ha retractado, no ha pedido disculpas. Existe el peligro", precisó Correa en un programa televisivo hace pocas horas.
Respecto a los pasos a seguir por Ecuador, dijo que se reaccionará con firmeza, con la ley en la mano y el respeto al derecho internacional ante este hecho intolerable.
Correa consideró la intención expresada desde el Reino Unido como una violación de la soberanía y además una acción suicida porque, argumentó, más tarde se podrían violar las sedes diplomáticas de ese país en todos los rincones del mundo.
"Sería un precedente nefasto", aseveró el mandatario en el programa Perspectiva 7 de la televisión pública nacional, en la que agregó que el mayor perjudicado será el propio Reino Unido, si tomara una acción de ese tipo.
Manifestó que se proseguirán las gestiones ecuatorianas en organismos internacionales, tras la condena unánime de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
En el caso de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyos cancilleres se reunirán el venidero día 24 en Washington, Correa indicó que espera también el rechazo a las advertencias británicas a Quito.
Adelantó que apelarán a la solidaridad internacional y llegarán a instancias de la ONU, aunque descartó que sea en la Asamblea General, al considerar que en esa reunión se pierde tiempo y existen otros niveles a los cuales es posible acudir.
Se cuestionó el hecho de que Estados Unidos y el Reino Unido no sean signatarios indistintamente de convenciones o tratados internacionales, como el Pacto de San José y la Corte Internacional de La Haya, como sí lo son la mayoría de los países latinoamericanos.
Sobre la posición de Canadá y Estados Unidos en el seno de la OEA de que la amenaza británica a Ecuador es un asunto que deben resolver los dos países en cuestión, Correa señaló que en caso de que fuera uno de ellos, seguro sería un asunto de preocupación mundial.
Refirió que estas crisis sirven para que se consolide la patria grande latinoamericana, porque unen a sus pueblos de manera impresionante y eso ayuda a la integración.
También negó que Assange o Ecuador impidan la aplicación de la justicia sueca y señaló que por el contrario se brindaron las facilidades en la legación diplomática para su declaración por presuntos delitos sexuales.
En este caso, explicó, no se dieron garantías de que no sería extraditado a Estados Unidos, donde probablemente sea juzgado con pena de muerte al existir presiones políticas sobre él.
Correa afirmó que siempre han estado abiertos al diálogo, pero jamás negociaron la soberanía de Ecuador, por lo que la actitud británica fue de intransigencia, y sin embargo, desde ese país no se extraditó a Augusto Pinochet (exdictador chileno) en su momento.
Señaló que agradece los buenos oficios de cualquier nación, pero Ecuador y el Reino Unido son dos gobiernos responsables que pueden conversar directamente sobre el tema.
Assange permanece refugiado desde el pasado 19 de junio en la Embajada de Ecuador en Londres y procura evitar su entrega a Suecia, y desde allí ser extraditado a Estados Unidos, el país más perjudicado por los cables de WikiLeaks.
ocs/yp
"Lo dijeron por escrito. En todo caso el Reino Unido no se ha retractado, no ha pedido disculpas. Existe el peligro", precisó Correa en un programa televisivo hace pocas horas.
Respecto a los pasos a seguir por Ecuador, dijo que se reaccionará con firmeza, con la ley en la mano y el respeto al derecho internacional ante este hecho intolerable.
Correa consideró la intención expresada desde el Reino Unido como una violación de la soberanía y además una acción suicida porque, argumentó, más tarde se podrían violar las sedes diplomáticas de ese país en todos los rincones del mundo.
"Sería un precedente nefasto", aseveró el mandatario en el programa Perspectiva 7 de la televisión pública nacional, en la que agregó que el mayor perjudicado será el propio Reino Unido, si tomara una acción de ese tipo.
Manifestó que se proseguirán las gestiones ecuatorianas en organismos internacionales, tras la condena unánime de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
En el caso de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyos cancilleres se reunirán el venidero día 24 en Washington, Correa indicó que espera también el rechazo a las advertencias británicas a Quito.
Adelantó que apelarán a la solidaridad internacional y llegarán a instancias de la ONU, aunque descartó que sea en la Asamblea General, al considerar que en esa reunión se pierde tiempo y existen otros niveles a los cuales es posible acudir.
Se cuestionó el hecho de que Estados Unidos y el Reino Unido no sean signatarios indistintamente de convenciones o tratados internacionales, como el Pacto de San José y la Corte Internacional de La Haya, como sí lo son la mayoría de los países latinoamericanos.
Sobre la posición de Canadá y Estados Unidos en el seno de la OEA de que la amenaza británica a Ecuador es un asunto que deben resolver los dos países en cuestión, Correa señaló que en caso de que fuera uno de ellos, seguro sería un asunto de preocupación mundial.
Refirió que estas crisis sirven para que se consolide la patria grande latinoamericana, porque unen a sus pueblos de manera impresionante y eso ayuda a la integración.
También negó que Assange o Ecuador impidan la aplicación de la justicia sueca y señaló que por el contrario se brindaron las facilidades en la legación diplomática para su declaración por presuntos delitos sexuales.
En este caso, explicó, no se dieron garantías de que no sería extraditado a Estados Unidos, donde probablemente sea juzgado con pena de muerte al existir presiones políticas sobre él.
Correa afirmó que siempre han estado abiertos al diálogo, pero jamás negociaron la soberanía de Ecuador, por lo que la actitud británica fue de intransigencia, y sin embargo, desde ese país no se extraditó a Augusto Pinochet (exdictador chileno) en su momento.
Señaló que agradece los buenos oficios de cualquier nación, pero Ecuador y el Reino Unido son dos gobiernos responsables que pueden conversar directamente sobre el tema.
Assange permanece refugiado desde el pasado 19 de junio en la Embajada de Ecuador en Londres y procura evitar su entrega a Suecia, y desde allí ser extraditado a Estados Unidos, el país más perjudicado por los cables de WikiLeaks.
ocs/yp
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