La entrada de una masa de aire cálido desde África registrará máximas de entre 40 y 42 grados y mínimas de 22 a 26 grados centígrados, situación que mañana se suavizará en gran parte del territorio nacional, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
En concreto, la Aemet decretó la alerta naranja en Córdoba, en cuya campiña se esperan hasta 42 grados, Jaén y Sevilla (41), Gran Canaria (37), toda Castilla-La Mancha, salvo Guadalajara, con temperaturas de hasta 41 grados, y Tarragona y Lleida (39).
En la Comunidad de Madrid, el nivel de riesgo importante obedece a los 39 grados que se prevén en la capital y Corredor del Henares, y a los 41 en el sur y en las vegas, mientras que en Badajoz, Cáceres y Murcia los termómetros pueden ascender a los 41 grados.
Para mañana, sólo Córdoba, Jaén, Sevilla, Gran Canaria, Lanzarote, Albacete, Ciudad Real, Toledo y Madrid permanecerán en alerta naranja (fenómenos meteorológicos con cierto grado de peligro para el desempeño de determinadas actividades, por ejemplo deportivas).
Este tipo de alerta significa que existe un riesgo meteorológico importante, debido a que son fenómenos atmosféricos no habituales y con cierto grado de peligro para las actividades usuales.
La Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior recomendó extremar las precauciones y evitar las imprudencias ante la ola de calor y el riesgo de incendios forestales que afecta a toda España.
En lo que va de 2012, los incendios declarados en esta nación ibérica arrasaron 139 mil 886 hectáreas de superficie forestal, la cifra más alta de los últimos 10 años, seguida de la registrada en el mismo período de tiempo en 2006, cuando ardieron 132 mil 826 hectáreas.
Según los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en su página web, la superficie forestal quemada este año triplica las cifras de 2011 en ese mismo lapso de tiempo (40 mil 239 hectáreas).
Un portavoz de la Aemet alertó que la combinación de sequedad ambiental, altas temperaturas y vientos elevan el riesgo de incendios un escalón más.
ocs/edu
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