Soy un hijo de este país, Mali, que me lo ha dado todo. Y cuando este país me confía una tarea, mientras siga en pie, nunca dimitiré, afirmó en un discurso televisivo.
Diarra rechazó de esa forma el pedido de que renuncie de sus actuales funciones por exigencia de la agrupación antigolpista Frente Unido para la Defensa de la Democracia y la República (FDR), que integran 140 partidos políticos, sindicatos y organizaciones civiles.
El FDR, que promueve el regreso del orden constitucional en Mali, valoró recientemente en un documento que el actual Ejecutivo es incapaz de liberar el norte maliense, el cual fue ocupado a finales de marzo por rebeldes tuaregs y grupos islámicos.
Mali vive, sobre todo, una acentuada crisis política e institucional, tras el golpe de Estado ocurrido en marzo último, en el que militares derrocaron al presidente constitucional Amadou Toumani Touré.
En medio de ese caldeado ambiente en este país africano, el viernes último regresó a Bamako, tras recibir atención médica durante dos meses en Francia, el presidente transitorio de Mali, Dionkunda Trauré.
Trauré se había trasladado a ese país europeo para practicarse exámenes médicos, luego de ser agredido por manifestantes que penetraron en el Palacio Presidencial.
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