Desde Camatagua, en el sur del estado Aragua, quejándose de la temperatura que calculó en 40 grados, Capriles insistió en que jamás ha perdido una elección.
Desdeñó las concentraciones multitudinarias que se han realizado en las principales ciudades del país en apoyo del candidato Chávez y aseguró que en unas horas visitará la localidad número 100, como parte de su campaña electoral.
El representante de la burguesía, como ha hecho regularmente durante sus actos proselitistas, se detuvo en "el tema de la inseguridad" y esta vez pidió ayuda a la iglesia evangélica para cumplir con su "plan de seguridad" al que brevemente vinculó con las palabras deporte, educación y armas.
Nuevamente se negó a dar los índices delictivos del estado que gobierna y se apresuró a ofrecer una universidad y una villa olímpica para los habitantes de Camatagua.
Acusó al gobierno nacional de "abandonar" a la comunidad y optar por "salvar el planeta". Sin embargo, un día antes, el gobernador de la entidad, Rafale Isea, entregó recursos por 2,2 millones de bolívares a 70 consejos comunales de os municipios Camatagua, San Sebastián, San Casimiro y Urdaneta. Además, 32 campesinos recibieron 62 instrumentos agrarios entre títulos de adjudicación de tierras y cartas de registro.
AVN
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