Washington, 4 abr (PL) Los resultados de las primarias en Wisconsin, Maryland y el distrito de Columbia, donde se ubica la capital estadounidense, confirmaron los pronósticos: Mitt Romney se encuentra cada vez más cerca de obtener la nominación por el Partido Republicano.
Con las victorias de este martes en los tres estados, el exgobernador de Massachussets aumenta la presión sobre sus rivales, para quienes la posibilidad de revertir este panorama va siendo cada vez más hipotético.
Rick Santorum, el aspirante que sigue a Romney en orden de preferencias, ha visto eclipsada su estrella en las últimas semanas.
Tras una serie de victorias en febrero y marzo en varias consultas parciales, las expectativas se elevaron en torno a su figura y llevaron a algunos a vaticinar que resultaría el candidato de la fuerza conservadora.
Sin embargo, el exsenador de Pennsilvania atestiguó en las últimas semanas cómo importantes figuras de su partido respaldaron al puntero como parte de una estrategia enfocada en concentrar esfuerzos en un único candidato que, a la postre, impida la reelección en noviembre del presidente Barack Obama.
Así, el espaldarazo del exgobernador de Florida Jeb Bush, considerado por muchos como uno de los "pesos pesados" de los conservadores; del expresidente George H. W. Bush, del senador por Florida Marco Rubio y del Tea Party, núcleo ultraconservadora del bando republicano, resultan las adhesiones más significativas a Romney.
Santorum defendió este fin de semana su permanencia en la contienda, mientras aseguró que Romney ha sido incapaz de acercarse a los conservadores y al resto de los contendientes del partido, y eso constituye un handicap para que ganemos las elecciones, señaló en una entrevista con la televisora Fox News.
No obstante, el equipo de Romney implementa una estrategia dirigida a asegurar cuanto antes el triunfo.
La victoria del martes sería parte de un plan que obligue a sus rivales a reconocer que el aspirante de fe mormona resulta el candidato inevitable, aun cuando mantengan sus candidaturas hasta el final.
Como parte de esos esfuerzos, Romney aspira a derrotar a Santorum en su estado natal, Pennsilvania, durante las primarias del próximo 24 de abril, lo cual constituiría un golpe de efecto contra el exsenador.
Aunque Connecticut, Delaware, Rhode Island y Nueva York celebrarán también elecciones ese día, solo en el nororiental estado Santorum tiene reales posibilidades de imponerse.
Una derrota allí, sería como un postrer campanazo para el exsenador que se anuncia como el verdadero conservador en la carrera.
Anoche, al conocer los resultados, Santorum aseguró que apostaría por ganar las primarias de Texas, el venidero 29 de mayo, cuando se pongan en disputa 155 delgados.
ocs/lr
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