Berlusconi pide nuevamente confianza en su Gobierno porque no existe "otra alternativa"
TeleSUR
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, pidió este jueves nuevamente la confianza de la Cámara de Diputados a su Gobierno porque “es el único democráticamente habilitado para defender el interés nacional” ante la crisis de deuda que afecta a esa nación, y debido a que no existen “otras alternativas” que puedan evitarlo.
Durante su pronunciamiento de 20 minutos en el Congreso y en ausencia de la oposición que decidió no escucharlo, Berlusconi solicitó la renovación de la confianza "ante la falta de una alternativa creíble para defender al país de la crisis".
El gobierno se ha enfrentado más de 50 veces a una moción de confianza desde que Berlusconi asumió de nuevo el poder en el 2008, esta vez se debió a que la Cámara de Diputados rechazó el martes el artículo 1 del balance económico del Estado.
La petición hecha este jueves se votará el viernes en una nueva sesión, que de ser negativa para el Gobierno, obligaría al primer ministro de 75 años a dimitir después de tres años de una gestión que debería acabar en 2013.
Ante esa posibilidad, Berlusconi dijo que de hacerse realidad se debe ir a las elecciones “como indican las bases de la democracia". Sin embargo, intentó convencer asegurando que los comicios “no va a resolver nuestros problemas”.
“Elecciones anticipadas no sería una solución a los problemas que tenemos”, dijo para alejar la posibilidad de crear un “gobierno técnico” que se encargue del poder hasta unos comicios.
"Un gobierno técnico no tendría la fuerza de un Gobierno legitimado como el nuestro para tomar decisiones, a veces impopulares, para proteger a Italia de la crisis, que es el principal objetivo", afirmó.
En el discurso, el primer ministro dijo que el Gobierno es consciente de los riesgos que corre el país, y que pide la confianza del Congreso porque está convencido “de que los tiempos impuestos por los mercados no son mínimamente compatibles con aquellos de ciertas liturgias políticas".
Al referirse de la oposición, dijo que si sube al poder lo primero que hará es devolver al remitente la carta que nos envió el Banco Central Europeo (BCE), sobre las medidas que debía adoptar para su plan de ajuste.
Para Berlusconi, ese plan por un valor de 54 mil 500 millones de euros "requiere gran esfuerzo y es muy doloroso" y advirtió que la situación será similar en el llamado "plan de desarrollo" que el Gobierno presentará el próximo 20 de octubre.
"Queremos acabar con la estrategia de la parálisis y el pesimismo”, sentenció el mandatario ante los aplausos de 13 diputados de su partido, que junto a los "radicales" fueron los que se quedaron en el hemiciclo "por respeto al rol institucional del presidente del Consejo" de Ministros de Italia”.
teleSUR-Efe-Ansa-Afp/PR
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El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, pidió este jueves nuevamente la confianza de la Cámara de Diputados a su Gobierno porque “es el único democráticamente habilitado para defender el interés nacional” ante la crisis de deuda que afecta a esa nación, y debido a que no existen “otras alternativas” que puedan evitarlo.
Durante su pronunciamiento de 20 minutos en el Congreso y en ausencia de la oposición que decidió no escucharlo, Berlusconi solicitó la renovación de la confianza "ante la falta de una alternativa creíble para defender al país de la crisis".
El gobierno se ha enfrentado más de 50 veces a una moción de confianza desde que Berlusconi asumió de nuevo el poder en el 2008, esta vez se debió a que la Cámara de Diputados rechazó el martes el artículo 1 del balance económico del Estado.
La petición hecha este jueves se votará el viernes en una nueva sesión, que de ser negativa para el Gobierno, obligaría al primer ministro de 75 años a dimitir después de tres años de una gestión que debería acabar en 2013.
Ante esa posibilidad, Berlusconi dijo que de hacerse realidad se debe ir a las elecciones “como indican las bases de la democracia". Sin embargo, intentó convencer asegurando que los comicios “no va a resolver nuestros problemas”.
“Elecciones anticipadas no sería una solución a los problemas que tenemos”, dijo para alejar la posibilidad de crear un “gobierno técnico” que se encargue del poder hasta unos comicios.
"Un gobierno técnico no tendría la fuerza de un Gobierno legitimado como el nuestro para tomar decisiones, a veces impopulares, para proteger a Italia de la crisis, que es el principal objetivo", afirmó.
En el discurso, el primer ministro dijo que el Gobierno es consciente de los riesgos que corre el país, y que pide la confianza del Congreso porque está convencido “de que los tiempos impuestos por los mercados no son mínimamente compatibles con aquellos de ciertas liturgias políticas".
Al referirse de la oposición, dijo que si sube al poder lo primero que hará es devolver al remitente la carta que nos envió el Banco Central Europeo (BCE), sobre las medidas que debía adoptar para su plan de ajuste.
Para Berlusconi, ese plan por un valor de 54 mil 500 millones de euros "requiere gran esfuerzo y es muy doloroso" y advirtió que la situación será similar en el llamado "plan de desarrollo" que el Gobierno presentará el próximo 20 de octubre.
"Queremos acabar con la estrategia de la parálisis y el pesimismo”, sentenció el mandatario ante los aplausos de 13 diputados de su partido, que junto a los "radicales" fueron los que se quedaron en el hemiciclo "por respeto al rol institucional del presidente del Consejo" de Ministros de Italia”.
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