Reunión clave en Chile en cuenta regresiva
Por: Tania Peña
Santiago de Chile, 1 sep (PL) Apenas 48 horas separan a los chilenos del esperado cara a cara entre el Ejecutivo y los principales actores del movimiento ciudadano, cita que definirá la ruta del escenario sociopolítico en los próximos meses.
Muy pocos se atreven a dar pronósticos, sobre todo por la disparidad de las posturas ideológicas de sus participantes, lo que genera lógico recelo o escepticismo entre analistas políticos.
De hecho, las medidas propuestas por el gobierno en los últimos cuatro meses con el fin de destrabar el agravado conflicto educacional han sido calificadas por el estudiantado y el Colegio de Profesores como soluciones parche, desligadas totalmente de los cambios de fondo que reclaman el 80 por ciento de los chilenos.
Ayer, a menos de tres días de la citada reunión, la Sala de la Cámara de Diputados, de clara mayoría derechista y oficialista, rechazó un proyecto de acuerdo que buscaba impulsar un plebiscito nacional para solucionar la crisis del sistema educativo, precisamente una vía propuesta por el muovimiento social para encauzar la voluntad popular.
Con señales de esa naturaleza, ¿hasta dónde sería capaz de ceder el mandatario chileno frente a las contundentes demandas del mundo social, entre las que se sitúan educación gratuita, fin del lucro, plebiscito por la enseñanza pública y desmunicipalización de la educación sin privatizar?.
Avezados especialistas opinan que la convocatoria de Piñera a dialogar constituye una iniciativa de alto riesgo político para su mandato, con su popularidad en declive y estimada sólo en un 26 por ciento según reciente encuesta.
Por lo pronto, los portavoces de la Confederación de Estudiantes de Chile y del Colegio de Profesores subrayaron que no podrá haber diálogo posible con el Ejecutivo si no están sobre la mesa las demandas estructurales que apoya la ciudadanía.
"El pueblo chileno se cansó (...), la gente quiere cambiar (el modelo) por otro donde la distribución de la riqueza sea más justa y donde tengamos condiciones dignas para desarrollarnos", enfatizó la líder estudiantil Camila Vallejo.
mv/tpa
Por: Tania Peña
De la tónica de la reunión entre el presidente Sebastián Piñera y los líderes estudiantiles y magisteriales, prevista el próximo sábado en La Moneda, dependerá si el derrotero apunta al entendimiento entre las partes o al desencuentro y a la radicalización de la protesta social.
Muy pocos se atreven a dar pronósticos, sobre todo por la disparidad de las posturas ideológicas de sus participantes, lo que genera lógico recelo o escepticismo entre analistas políticos.
De hecho, las medidas propuestas por el gobierno en los últimos cuatro meses con el fin de destrabar el agravado conflicto educacional han sido calificadas por el estudiantado y el Colegio de Profesores como soluciones parche, desligadas totalmente de los cambios de fondo que reclaman el 80 por ciento de los chilenos.
Ayer, a menos de tres días de la citada reunión, la Sala de la Cámara de Diputados, de clara mayoría derechista y oficialista, rechazó un proyecto de acuerdo que buscaba impulsar un plebiscito nacional para solucionar la crisis del sistema educativo, precisamente una vía propuesta por el muovimiento social para encauzar la voluntad popular.
Con señales de esa naturaleza, ¿hasta dónde sería capaz de ceder el mandatario chileno frente a las contundentes demandas del mundo social, entre las que se sitúan educación gratuita, fin del lucro, plebiscito por la enseñanza pública y desmunicipalización de la educación sin privatizar?.
Avezados especialistas opinan que la convocatoria de Piñera a dialogar constituye una iniciativa de alto riesgo político para su mandato, con su popularidad en declive y estimada sólo en un 26 por ciento según reciente encuesta.
Por lo pronto, los portavoces de la Confederación de Estudiantes de Chile y del Colegio de Profesores subrayaron que no podrá haber diálogo posible con el Ejecutivo si no están sobre la mesa las demandas estructurales que apoya la ciudadanía.
"El pueblo chileno se cansó (...), la gente quiere cambiar (el modelo) por otro donde la distribución de la riqueza sea más justa y donde tengamos condiciones dignas para desarrollarnos", enfatizó la líder estudiantil Camila Vallejo.
mv/tpa
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