Cuba, siempre en la mira del Gran Patrón
Por: Vicky Peláez
La noticia y la verdad no son la misma cosa” (Walter Lippmann)
Una nueva ola de especulaciones se ha levantado en torno a la supuesta e inminente muerte de Fidel Castro. Ahora los de Miami dicen que ha tenido un derrame cerebral con graves repercusiones y que Fidel ya estaría muriendo.
Desde el triunfo de la revolución en 1959, Cuba se ha convertido en una obsesión patológica para los Estados Unidos, y desde entonces han tratado de destruir la figura del líder a pesar de hallarse retirado del poder. Embargos, sabotajes, cientos de atentados, graves y risibles, conforman la larga lista del odio contra la Isla.
Los periodistas que laboran en los medios norteamericanos son testigos de ese afán enfermizo para “acabar de una buena vez con el ex presidente’. Para muestra un botón: A fines del 2006 cuando Fidel cayó gravemente enfermo, esta periodista fue enviada por el Diario La Prensa de Nueva York, exclusivamente para cubrir “el sepelio” del líder.
El director del periódico de apellido Bourvoulias-Bush, ya tenía preparada una portada gigantesca diseñada especialmente, y que decía en grandes letras: MUERE FIDEL.
Junto conmigo otros hombres de prensa en Cuba, esperamos en vano y como decía el poeta Cesar Vallejo: "Ay el cadáver siguió viviendo". La decepción de mi director fue tal, que jamás publicó las múltiples notas que preparé a cambio sobre la economía de la Isla, el Desfile de la Revolución y su nuevo armamento, el homenaje multitudinario a Fidel con entrevistas a Gabriel García Marquez y Evo Morales, tampoco le interesó las encuestas en la calle, ni la entrevista a los familiares de los Cinco Héroes presos en los Estados Unidos.
La columna “El Caiguarán sigue de pie”, causó tal polémica que la disidencia de Miami pidió mi despedida inmediata.
Aparte de lo anecdótico es bueno documentar que ya en Mayo de 1960 el presidente Eisenhower ordenó a la CIA terminar con la revolución, primero a través del hambre, la desesperación y finalmente la invasión de la Bahía de Cochinos en Abril de 1961 que fue un total fiasco.
En Julio de 1961 el Jefe del Comando Conjunto, general E. Landsdale presentó el plan de la Operación Mangosta que contenía dos partes. La primera, significó 747 actos de sabotaje en 14 meses y la segunda fue cancelada porque implicaba hacer actos terroristas dentro de los EEUU y acusar a los cubanos para tener un pretexto a la guerra.
Desde entonces Norteamérica pugna desesperadamente por “devolver la oveja extraviada a su patio trasero”. Los 51 años de embargo económico dictados contra la isla, los 637 atentados contra Fidel Castro, los actos de sabotaje y la incansable campaña mediática de desinformación, confirman la severidad del estado sicológico de los gobiernos de turno norteamericanos y de su sociedad sumergida a la ignorancia por su propia voluntad.
Sin embargo el pueblo cubano no se ha rendido y sigue su propio modelo del desarrollo socio económico. En 1961 hizo alianza con la Unión Soviética y recibió ayuda no solamente para sobrevivir sino para modernizar su infraestructura productiva y empezar a construir su propio socialismo.
Ya en 1962 fue declarado el primer país de América Latina libre del analfabetismo. Tampoco se rindieron después de la dramática desintegración de la Unión Soviética en 1991 a pesar de que su Producto Interno Bruto (PIB) cayó entre 1991 a 1993 en 30 por ciento, resistiendo así al beso de despedida que dio Gorbachov a Fidel Castro.
Los cubanos evitaron prudentemente la salida neoliberal a la crisis con el reajuste macroeconómico y la reorientación de las relaciones comerciales del país, logrando un crecimiento económico superior al tres por ciento a partir de 1994. Desde 2000 empezó a recibir ayuda de China y Venezuela.
La nueva Rusia capitalista también ha reanudado tímidamente las relaciones comerciales con Cuba. Actualmente la isla compra unas 100.000 toneladas de trigo en Rusia y camiones de KAMAZ que se comprometió a construir una planta ensambladora y lo sigue AvtoVaz.
Norilsk Nickel está ayudando en la exploración de este metal y Gazprom firmó acuerdos con Cuba Petróleo para trabajos de exploración y extracción del petróleo y gas.
Pero China es más activa y sus automóviles, autobuses y diferente tipo de mercadería están llenando las calles y los escaparates de las tiendas en el país. La corporación petrolera china CNP aportó 6 mil millones de dólares para modernizar la refinería de Cienfuegos y construir una terminal para el gas licuado.
Uno de los mayores problemas de Cuba es el petróleo. Produce solamente 50.000 barriles diarios y los restantes 130.000 para cubrir sus necesidades de consumo importa de Venezuela, cuya ayuda es vital para la economía del país.
Pero hay una nueva esperanza al encontrar la compañía española Repsol un reservorio de unos 5 mil millones de barriles del oro negro en la costa norteña de la isla. Se espera que en Noviembre llegue una plataforma china SCARABEO 9 para la perforación en el Golfo de México.
Sin embargo el problema más importante para Cuba es la producción de alimentos cubriendo el 80 por ciento de sus necesidades a través de la importación. Ya en 1994 dijo Raúl Castro que “el mayor problema para Cuba no son cañones norteamericanos sino los frijoles que necesita comer la gente”. A partir de 2008 al asumir democráticamente el pleno poder, Raúl Castro anunció un nuevo programa de la reestructuración de la economía para “mover el país al Siglo XXI”.
Este planteamiento fue discutido ampliamente por todos los sectores de la población y recibió su apoyo, en especial de este 70 por ciento de Cuba los que nacieron después de la revolución y jamás han sufrido la desnutrición y la pobreza.
El nuevo programa de Cuba está orientado hacia la eliminación de la ineficiencia burocrática, de la corrupción y el aumento de la productividad. Significa un recorte de un millón de trabajos estatales, como el trabajo de peluquero, gasfitero por ejemplo, y su paso al sector privado bajo el control del Estado (en total 178 actividades) o a las cooperativas en agricultura. Incluye también reducción de los subsidios a cambio del aumento de los sueldos y del nivel adquisitivo del pueblo y otorga mayo espacio a las organizaciones de base y a la opinión pública.
La descentralización del poder central significa también el aumento de la capacidad de decisión de las municipalidades y las provincias.
Apenas se aprobó este programa, Barack Obama declaró que los cambios eran insuficientes y “llegó la hora de cambiar autoridades retrógradas de la isla”. Sugirió inclusive una “rebelión al estilo de Medio Oriente”. Los medios de comunicación globalizados respondieron a unísono con una campaña mediática bien orquestada de desinformación.
Los blogueros anónimos llenaron el internet con las noticias de la muerte de Fidel y con una eminente revuelta en Cuba debido al hambre y a represión en que se sumergirá la isla. La revista Foreign Policy portavoz de la Comisión de Relaciones Exteriores (brazo derecho del Bilderberg Group) al agotar sus propios recursos en escribanos, utilizó el informe del presidente de la Fundación Free África con sede en Washington, doctor ghanès George Ayittey, llamado “antorcha del imperialismo”, que declaró a Raúl Castro como el cuarto “peor dictador en el mundo”, después de los presidentes de Sudan, Irán y Uganda por la represión de su pueblo.
Si los minúsculos grupos como Las Damas de Blanco y sus Amigas de Blanco, Yoaní Sànchez y algunos otros que reciben ayuda financiera directa de los Estados Unidos vía la CIA o su brazo la NEA (Fundación para la Promoción de la Democracia) “representan al pueblo”, entonces el camino socialista está a salvo porque este 70 por ciento de la población alimentado y educado por la revolución conoce perfectamente la realidad del capitalismo y en especial la situación de la mayoría de los cubanos en Miami cuyo índice del desempleo oficial es de un 14.5 por ciento, lo que significa que el real es superior al 25 por ciento. Serán estos jóvenes, la mayoría profesionales, los que decidirán el futuro de su país y no el presidente Obama y sus obedientes secuaces mediáticos.
Por: Vicky Peláez
La noticia y la verdad no son la misma cosa” (Walter Lippmann)
Una nueva ola de especulaciones se ha levantado en torno a la supuesta e inminente muerte de Fidel Castro. Ahora los de Miami dicen que ha tenido un derrame cerebral con graves repercusiones y que Fidel ya estaría muriendo.
Desde el triunfo de la revolución en 1959, Cuba se ha convertido en una obsesión patológica para los Estados Unidos, y desde entonces han tratado de destruir la figura del líder a pesar de hallarse retirado del poder. Embargos, sabotajes, cientos de atentados, graves y risibles, conforman la larga lista del odio contra la Isla.
Los periodistas que laboran en los medios norteamericanos son testigos de ese afán enfermizo para “acabar de una buena vez con el ex presidente’. Para muestra un botón: A fines del 2006 cuando Fidel cayó gravemente enfermo, esta periodista fue enviada por el Diario La Prensa de Nueva York, exclusivamente para cubrir “el sepelio” del líder.
El director del periódico de apellido Bourvoulias-Bush, ya tenía preparada una portada gigantesca diseñada especialmente, y que decía en grandes letras: MUERE FIDEL.
Junto conmigo otros hombres de prensa en Cuba, esperamos en vano y como decía el poeta Cesar Vallejo: "Ay el cadáver siguió viviendo". La decepción de mi director fue tal, que jamás publicó las múltiples notas que preparé a cambio sobre la economía de la Isla, el Desfile de la Revolución y su nuevo armamento, el homenaje multitudinario a Fidel con entrevistas a Gabriel García Marquez y Evo Morales, tampoco le interesó las encuestas en la calle, ni la entrevista a los familiares de los Cinco Héroes presos en los Estados Unidos.
La columna “El Caiguarán sigue de pie”, causó tal polémica que la disidencia de Miami pidió mi despedida inmediata.
Aparte de lo anecdótico es bueno documentar que ya en Mayo de 1960 el presidente Eisenhower ordenó a la CIA terminar con la revolución, primero a través del hambre, la desesperación y finalmente la invasión de la Bahía de Cochinos en Abril de 1961 que fue un total fiasco.
En Julio de 1961 el Jefe del Comando Conjunto, general E. Landsdale presentó el plan de la Operación Mangosta que contenía dos partes. La primera, significó 747 actos de sabotaje en 14 meses y la segunda fue cancelada porque implicaba hacer actos terroristas dentro de los EEUU y acusar a los cubanos para tener un pretexto a la guerra.
Desde entonces Norteamérica pugna desesperadamente por “devolver la oveja extraviada a su patio trasero”. Los 51 años de embargo económico dictados contra la isla, los 637 atentados contra Fidel Castro, los actos de sabotaje y la incansable campaña mediática de desinformación, confirman la severidad del estado sicológico de los gobiernos de turno norteamericanos y de su sociedad sumergida a la ignorancia por su propia voluntad.
Sin embargo el pueblo cubano no se ha rendido y sigue su propio modelo del desarrollo socio económico. En 1961 hizo alianza con la Unión Soviética y recibió ayuda no solamente para sobrevivir sino para modernizar su infraestructura productiva y empezar a construir su propio socialismo.
Ya en 1962 fue declarado el primer país de América Latina libre del analfabetismo. Tampoco se rindieron después de la dramática desintegración de la Unión Soviética en 1991 a pesar de que su Producto Interno Bruto (PIB) cayó entre 1991 a 1993 en 30 por ciento, resistiendo así al beso de despedida que dio Gorbachov a Fidel Castro.
Los cubanos evitaron prudentemente la salida neoliberal a la crisis con el reajuste macroeconómico y la reorientación de las relaciones comerciales del país, logrando un crecimiento económico superior al tres por ciento a partir de 1994. Desde 2000 empezó a recibir ayuda de China y Venezuela.
La nueva Rusia capitalista también ha reanudado tímidamente las relaciones comerciales con Cuba. Actualmente la isla compra unas 100.000 toneladas de trigo en Rusia y camiones de KAMAZ que se comprometió a construir una planta ensambladora y lo sigue AvtoVaz.
Norilsk Nickel está ayudando en la exploración de este metal y Gazprom firmó acuerdos con Cuba Petróleo para trabajos de exploración y extracción del petróleo y gas.
Pero China es más activa y sus automóviles, autobuses y diferente tipo de mercadería están llenando las calles y los escaparates de las tiendas en el país. La corporación petrolera china CNP aportó 6 mil millones de dólares para modernizar la refinería de Cienfuegos y construir una terminal para el gas licuado.
Uno de los mayores problemas de Cuba es el petróleo. Produce solamente 50.000 barriles diarios y los restantes 130.000 para cubrir sus necesidades de consumo importa de Venezuela, cuya ayuda es vital para la economía del país.
Pero hay una nueva esperanza al encontrar la compañía española Repsol un reservorio de unos 5 mil millones de barriles del oro negro en la costa norteña de la isla. Se espera que en Noviembre llegue una plataforma china SCARABEO 9 para la perforación en el Golfo de México.
Sin embargo el problema más importante para Cuba es la producción de alimentos cubriendo el 80 por ciento de sus necesidades a través de la importación. Ya en 1994 dijo Raúl Castro que “el mayor problema para Cuba no son cañones norteamericanos sino los frijoles que necesita comer la gente”. A partir de 2008 al asumir democráticamente el pleno poder, Raúl Castro anunció un nuevo programa de la reestructuración de la economía para “mover el país al Siglo XXI”.
Este planteamiento fue discutido ampliamente por todos los sectores de la población y recibió su apoyo, en especial de este 70 por ciento de Cuba los que nacieron después de la revolución y jamás han sufrido la desnutrición y la pobreza.
El nuevo programa de Cuba está orientado hacia la eliminación de la ineficiencia burocrática, de la corrupción y el aumento de la productividad. Significa un recorte de un millón de trabajos estatales, como el trabajo de peluquero, gasfitero por ejemplo, y su paso al sector privado bajo el control del Estado (en total 178 actividades) o a las cooperativas en agricultura. Incluye también reducción de los subsidios a cambio del aumento de los sueldos y del nivel adquisitivo del pueblo y otorga mayo espacio a las organizaciones de base y a la opinión pública.
La descentralización del poder central significa también el aumento de la capacidad de decisión de las municipalidades y las provincias.
Apenas se aprobó este programa, Barack Obama declaró que los cambios eran insuficientes y “llegó la hora de cambiar autoridades retrógradas de la isla”. Sugirió inclusive una “rebelión al estilo de Medio Oriente”. Los medios de comunicación globalizados respondieron a unísono con una campaña mediática bien orquestada de desinformación.
Los blogueros anónimos llenaron el internet con las noticias de la muerte de Fidel y con una eminente revuelta en Cuba debido al hambre y a represión en que se sumergirá la isla. La revista Foreign Policy portavoz de la Comisión de Relaciones Exteriores (brazo derecho del Bilderberg Group) al agotar sus propios recursos en escribanos, utilizó el informe del presidente de la Fundación Free África con sede en Washington, doctor ghanès George Ayittey, llamado “antorcha del imperialismo”, que declaró a Raúl Castro como el cuarto “peor dictador en el mundo”, después de los presidentes de Sudan, Irán y Uganda por la represión de su pueblo.
Si los minúsculos grupos como Las Damas de Blanco y sus Amigas de Blanco, Yoaní Sànchez y algunos otros que reciben ayuda financiera directa de los Estados Unidos vía la CIA o su brazo la NEA (Fundación para la Promoción de la Democracia) “representan al pueblo”, entonces el camino socialista está a salvo porque este 70 por ciento de la población alimentado y educado por la revolución conoce perfectamente la realidad del capitalismo y en especial la situación de la mayoría de los cubanos en Miami cuyo índice del desempleo oficial es de un 14.5 por ciento, lo que significa que el real es superior al 25 por ciento. Serán estos jóvenes, la mayoría profesionales, los que decidirán el futuro de su país y no el presidente Obama y sus obedientes secuaces mediáticos.
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