Con el último corresponsal de guerra cubano

Con el último corresponsal de guerra cubano
Por: Juan Marrero


Rolando Segura sostuvo en la UPEC un encuentro con sus colegas. El salón-teatro de la UPEC estaba colmado de reporteros y cámaras de TV y fotos, de analistas internacionales y de estudiantes de periodismo.
El tema fue, por supuesto, Libia donde estuvo como corresponsal de la cadena Telesur. Contó sobre las dificultades que debió enfrentar para hacer su trabajo y, en particular, la guerra de mentiras, desinformación y manipulación que acompañó a los bombardeos de la OTAN y la entrada de los llamados rebeldes en Trípoli y otras ciudades.

Antes de que Segura respondiese las preguntas del auditorio, el presidente de la UPEC, Tubal Páez, le entregó el Diploma de Corresponsal de Guerra por su buen trabajo profesional, su ética, su responsabilidad y su firmeza como representante de Telesur y del pueblo revolucionario de Cuba, su lugar de nacimiento, de estudios y de luchas por la justicia social y por un mundo mejor.

Con serenidad relató que los mensajes de apoyo y solidaridad que recibió, a través de la cuenta que abrió en Twitter y su blog, espacios de Internet que descubrió su eficacia estando en Libia y los cuales utilizó para mantener un intercambio constante con diferentes personas en el mundo. “A través de ese intercambio -dijo-recibía información de cómo se estaba presentando por las grandes corporaciones mediáticas la agresión contra Libia, lo que me fue muy útil, aparte de que me daba aliento y fuerza. Me sirvió mucho porque por esa vía recibía información de cómo se estaba presentando por las grandes corporaciones mediáticas, la agresión contra Libia. Y, además, me obligó a tener una cámara fotográfica en mano, porque la gente me pedía imágenes de lo que estaba pasando. Y todo eso sin olvidar mi responsabilidad principal: informar a través de TeleSur”. Dijo también que otra cosa que lo fortaleció fue ver el comportamiento ejemplar de varias mujeres periodistas que estaban allí, firmes, en medio de las explosiones de bombas y tiroteos en las calles.

Habló de cómo esas redes sociales fueron utilizadas también para el mal: dar informaciones falsas o señalar coordenadas de posiciones de las fuerzas leales a Gaddafi para favorecer que hacia allí se dirigieran los bombardeos de la OTAN. Temas como el escandaloso montaje de la toma de la Plaza Verde por los llamados rebeldes del Consejo Nacional de Transición, cuando aún ello no había ocurrido, y el ocultamiento por los grandes medios de las imágenes de las decenas de miles de víctimas civiles, también fueron comentadas por el periodista cubano.

Interesante fue las referencias que hizo sobre la distribución masiva que se hizo en medio de la guerra de teléfonos satelitales, que fue una vía utilizada por los agresores para realizar sus bombardeos y ametrallamientos. Consideró que el pueblo libio actuó con ingenuidad. No identificaron ni comprendieron la magnitud de la conspiración de las grandes potencias contra la independencia de Libia. Creían que Francia, Italia y otros países eran sus amigos.

Otro tema de interés abordado por el corresponsal Rolando Segura fue la utilización de Libia para el ensayo de nuevos armamentos. Explotaban bombas que sólo derretían estructuras de acero, señaló como ejemplo. Y también mencionó que se usaron helicópteros artillados no tripulados. Uno de ellos fue derribado, al comienzo de la guerra, por la artillería de Gaddafi.

Comentó que, lamentablemente, no hubo un fuerte movimiento de solidaridad con ese pueblo agredido. La gran prensa corporativa mundial se encargó de silenciar las voces de aquellos que denunciaban la agresión. “La guerra -afirmó-se movió mucho en el terreno mediático, sicológico”.

Con gran interés, a lo largo de dos horas, todos escuchamos al colega Segura que lo hizo todo el tiempo con la misma seguridad que muestra ante las cámaras de televisión, ayer en la televisión cubana, hoy en Telesur.

Al final, Segura quiso decir algo más con vistas al futuro: “Creo -dijo-que los periodistas tenemos que prepararnos pues la lección de Libia plantea retos nuevos. Las fuerzas imperiales no ocultan que puede haber, en un futuro, escenarios similares al de Libia. Desde Cuba, desde el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, podríamos pensar en organizar cursos de preparación de periodistas como corresponsales de guerra, tal como se ha hecho anteriormente. No sólo para actuar en Cuba, si llegase tal momento, sino en América Latina u otras regiones del mundo”.

A no pocos periodistas cubanos les ha tocado actuar como corresponsales de guerra. Han pasado por escenarios diferentes como la Sierra Maestra, el Escambray, Playa Girón, Argelia, Viet Nam, Angola, Etiopía, Guinea Bissau, Namibia y otros lugares de conflictos armados. En Libia, como corresponsal de Telesur, Rolando Segura acaba de nutrir esas filas. Y, por eso, se le entregó el Diploma de Corresponsal de Guerra, que tiene la imagen del Che. En la mañana de este 21 de septiembre recibimos su visión de esa guerra, en fin una valiosa lección del último corresponsal de guerra cubano.

No quisiéramos tener más corresponsales para informar sobre destrucciones y muertes causadas por bombas, misiles y fusiles. Preferiríamos corresponsales que fueran a escenarios donde se salvan vidas, como las misiones médicas, o donde se levantan hospitales, escuelas, acueductos y otras infraestructuras para la felicidad y prosperidad del ser humano.
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About Ricardo Abud (Chamosaurio)

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