Violencia en Karachi fuerza a intervenir a presidente paquistaní
Por: Alberto Salazar Gutierrez
Islamabad, 8 jul (PL) Una ola de violencia de motivaciones étnicas, sectarias y políticas en Karachi, la mayor ciudad de Pakistán, dejó en la última semana medio centenar de muertos y obligó a intervenir al presidente Asif Ali Zardari.
Solo en las 24 últimas horas una veintena de personas perdió la vida en tiroteos ante la virtual impotencia de las fuerzas de seguridad para contener a las bandas mafiosas que controlan algunos barrios de la ciudad.
Varios de esos asesinatos llevan la etiqueta de "selectivos", término con que las autoridades categorizan las muertes de quienes caen bajo el fuego de los grupos criminales.
El último episodio de esa guerra urbana se cobró la vida de cuatro simpatizantes del Partido Nacionalista Awami (ANP), que tiene su principal cantera electoral en la etnia pastún.
En esas circunstancias, reportó la agencia Prensa Asociada de Pakistán, el presidente Zardari instruyó al ministro del Interior, Rahman Malik, coordinar con el gobierno provincial las medidas necesarias para restablecer el orden público en Karachi, una megalópolis de 18 millones de habitantes.
Las órdenes de Zardari llevaban el sello de "urgente" y la acotación de actuar con firmeza frente a los elementos delictivos sin importar su filiación política. Entretanto, el partido más poderoso de Karachi, el Movimiento Muttahida Qaumi (MQM), continuó presionando al gobierno federal para que ponga coto a la ola de violencia y amenazó con llamar a una huelga en toda la ciudad si su demanda no es atendida.
Como otras influyentes organizaciones políticas, el MQM es sospechoso de tener vínculos con grupos armados que operan en la populosa ciudad portuaria.
Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP), la escalada de la violencia en Karachi ha causado más de mil muertes solo este año, una cifra que -consideró- puede aumentar en espiral porque "los asesinatos planeados y los tiroteos son ahora casi a diario".
El presidente de la HRCP, Zohra Yusuf, recalcó que esos trágicos sucesos "están relacionados con las batallas entre bandas criminales amparadas por los principales partidos políticos de la ciudad".
Es de general consenso que la rivalidad entre las tres principales fuerzas políticas -el gobernante Partido Popular de Pakistán (PPP), el ANP y el MQM, cada uno controlado por diferentes etnias-, es el mal de fondo de la tormenta.
mv/asg
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